En la actualidad surgió un debate sobre la regulación de actividades deportivas en espacios públicos de la ciudad (running para empezar), originado por el proyecto de Guillermo Volponi que busca legislar sobre cuestiones vinculadas al título habilitante y capacitación en primeros auxilios para entrenadores, asistencia médica para quienes practican la actividad y el pago de una tasa municipal. Este debate con final abierto puede también oficiar de disparador para analizar el estado de la ciudad en orden a los diferentes deportes urbanos que alberga en su seno.
El running, tiene en Mar del Plata uno de los destinos más recomendados por agencias mundiales que conectan viajeros con alojamientos turísticos como Booking.com, dando muestra cabal del potencial de la ciudad en actividades en el espacio público por la generosidad de su geografía y la libertad para desarrollar dichas prácticas. En noviembre pasado la 28º Maratón Internacional de Mar del Plata contó con más de nueve mil participantes, entre los 10k, 21k y 42k, provenientes de distintos puntos del país y el exterior.
En tanto el surf fue la primera disciplina que surgió en los años 60 por las características naturales de la ciudad, y a pesar que transitó distintas etapas, algunas difíciles como cuando fuera prohibida en 1977 por el entonces Intendente del gobierno militar, Mario Russak, se consolidó como la preferida por marplatenses de todas las edades. En otros momentos significó el disparador de emprendimientos locales como “Camarón Brujo” de Sebastián Galindo en 1989 que se transformó en el mejor productor de tablas de surf de la zona.
Y así siguió creciendo hasta alcanzar galardones impensados como la sanción de la ley que convirtió a Mar del Plata como “Capital Nacional del Surf” por la diputada nacional Adela Segarra, o que otro de hijos pródigos Fernando Aguerre en su calidad de Presidente de la International Surfing Association consiguiera en 2016 que este deporte fuera incluido por el Comité Olímpico Internacional como una de las cinco disciplinas que debutarán en Tokio 2020.
Otra de las tendencias mundiales como el skate también encontró en los extensos bulevares costeros y las veredas continuas de la ciudad el marco ideal para el desarrollo de la actividad, y su consiguiente evolución a medida que sumaba nuevos adeptos, tanto que algunos espacios públicos como la Plaza Mitre, el predio del estadio mundialista “José María Minella”, o sectores de barrios periféricos y playas empezaran a nutrirse de algún tipo de infraestructura mínima como ollas o mini rampas para practicar la nueva disciplina. Tanto que es considerada por muchos como la principal cuna de skaters de la Argentina, prueba de ello son los históricos Marcelo “Mosca” Bejanele e Iván Damico, o los más recientes exponentes como Milton Martínez o Sandro Moral.
Tan arraigado está este deporte en Mar del Plata que luego de la obtención de fondos derivados de la realización en 2011 del IV Congreso Iberoamericano de Cultura, el municipio encaró un año después la construcción del “Skate Park Bristol” interviniendo el tradicional paisaje urbano contiguo al Casino Central para felicidad de los fanáticos del skate que crecen en forma exponencial y permanente. Lo importante de este emprendimiento fue la incorporación de especialistas y referentes en la etapa de diseño del proyecto, tal como sostiene Guillermo De Diego, arquitecto y pionero de la disciplina, que actuó en calidad de proyectista y supervisor de las obras de construcción del ese equipamiento urbano. Según el especialista todavía queda la asignatura pendiente de la gran pista donde los deportistas puedan entrenar en forma profesional, que bien podría asentarse en el Polideportivo Islas Malvinas, legado de los Juegos Olímpicos del 2005.
Finalmente, hace muy poco entró en la Legislatura local el proyecto de conformación del “Parque Street Workout” que promueve la práctica corporal urbana llamada “Calistenia” que contempla la realización de ejercicios físicos utilizando el propio peso corporal en estructuras de barras adaptables. La iniciativa presentada por el joven Leandro Clerf plantea el acondicionamiento de los espacios públicos costeros con equipamiento para el desarrollo de esta actividad inclusiva y saludable. Por todo esto, y parafraseando aquel clásico de los 80 de Serú Girán, podríamos decir que mientras “miramos las nuevas olas” ya vamos siendo parte del mar.
Gustavo Schweitzer (Periodista y politólogo, especialista en urbanismo, patrimonio y medio ambiente).