El viento es impredecible y las experiencias de los últimos días mostraron que pueden sorprender a cualquier hora del día y en cualquier época del año. De hecho, el último temporal que se vivió en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) afectó principalmente los pisos más altos de los edificios y más de un vecino se preguntó algo impensado antes de esa inclemencia del clima: ¿ cómo puede protegerse del viento una terraza o un balcón?
La mala noticia es que las fuentes consultadas coincidieron en que ante un problema climático de magnitudes inmensas, casi no hay solución. Sin embargo compartieron algunas recomendaciones a tener en cuenta.
1) ¿Qué revestimiento del piso conviene instalar?
Daniel Vier, vicepresidente de Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) cuenta que es fundamental seleccionar materiales que puedan soportar condiciones climáticas adversas. En este sentido, los decks de madera, especialmente aquellos hechos de lapacho e incienso, se destacan por su capacidad para resistir vientos fuertes, pero también los de WPC (compuestos de madera y plástico) también son una opción viable.
Por otra parte, aclara que es esencial que la instalación se realice considerando su exposición al exterior desde el principio. Los montantes, ya sean de metal, madera o plástico, deben estar mecánicamente vinculados al piso para garantizar una mayor resistencia. En el caso de decks de madera más liviana, como el pino, es crucial aplicar el tratamiento adecuado para resistir las condiciones exteriores.
La instalación técnica es crucial para evitar daños. Al elegir el tipo de solado, como un deck de WPC o madera, se deben prever fijaciones adecuadas en el suelo. Evitar el uso de clips plásticos y colocar clavadores de manera estratégica para asegurar una estructura resistente es esencial. Una vez que la tarima está correctamente armada, su capacidad de resistencia se incrementa significativamente.
2)¿Qué muebles resisten mejor los temporales?
La elección del material de los muebles también juega un papel crucial. Maderas más livianas, como el kiri son comunes, pero lo recomendable es elegir muebles de madera más pesada, como incienso y teca, materiales populares que en general suelen importarse. Sin embargo, incluso con resistencia a la intemperie, es posible que los amoblamientos se vuelen más allá del material ante eventos climáticos imprevistos.
Por esa razón, Vier recomienda no dejar los muebles en el exterior cuando hay alertas naranja. “Es esencial guardarlos para evitar posibles daños causados por el viento o que se vuelen”, afirma y agrega que más allá de que no haya indicios de mal tiempo, las sorpresas de las últimas semanas prueban que también es clave guardarlos cuando uno se va de vacaciones.
A la hora de elegir qué tipo de mobiliario comprar se aconsejan los muebles bajos, como mesas ratonas porque presentan menor posibilidad de embolsar aire y volar en comparación con los que son más altos. Lo ideal es colocarlos contra la pared, ya que proporciona una mayor protección.
3)¿Qué tipo de cerramientos resisten los temporales?
Lo ideal son los cerramientos de productos fabricados con vidrio templado de seguridad de 10 mm, que, en caso de impacto o destrucción, “la superficie no estalla, sino que se desgrana, garantizando así la protección de personas y mascotas”, explica Laura López, gerente de , la empresa especializada en equipamiento para exteriores.
Además, las pérgolas, que tienen estructura y perfilería en aluminio, genera un refugio con sombra y brisa, y puede ser instalada con columnas, entre muros, con tensores o gazebo. Esta estructura soporta las inclemencias del clima, por lo que es ideal para ubicaciones con fuertes vientos.
La “parte buena” de vivir en un piso alto
Aunque los últimos pisos experimentan con mayor intensidad las inclemencias del clima, como lluvias torrenciales, altas temperaturas, frío y vientos fuertes, también tienen sus ventajas como por ejemplo la reducción de ruidos en comparación con las plantas más bajas, las mejores vistas panorámicas y una mayor incidencia de luz natural en los ambientes.
En este sentido, las vistas no son un detalle menor para quienes piensan en elegir una propiedad para vivir. En términos de compraventa son, de hecho, uno de los factores más importantes a la hora de definir el precio de un inmueble y, además, están asociadas a otras dos variables de peso: el ruido y la luminosidad. Los más valorados son aquellos pisos que miran al río, al verde, al cielo o las vistas a la Ciudad. En números, el valor de venta aumenta entre 1,5% y 2% a medida que se asciende por piso, excepto en casos puntuales.
FUENTE: Candela Contreras – www.lanacion.com.ar