bicado en el sitio preciso en el que se izó la bandera argentina por primera vez en Buenos Aires, el Obelisco se inauguró el 23 de mayo de 1936 y se destaca, entre otras cosas, por estar posicionado en el punto intermedio de la Avenida 9 de Julio.
Para decir en pocas palabras lo complejo que resultó la construcción de la Avenida 9 de Julio, basta con mencionar que el proyecto surgió en los últimos años del siglo XIX y que la inauguración de esta arteria data de 1937. En el medio, se debió hacer frente a problemas como la adquisición de las manzanas de los terrenos próximos, la financiación del proyecto y la planificación en términos de urbanismo.
La avenida, una de las más importantes de la Ciudad de Buenos Aires y una de las más icónicas del país, se extiende a lo largo de tres kilómetros, une la Avenida del Libertador con la Plaza Constitución, y se extiende hasta conectar con las autopistas tanto en el tramo norte como en el sur.
Sin embargo, cuando se inauguró oficialmente la 9 de Julio, el 12 de octubre de 1937, su extensión era de solo 500 metros, y conectaba a las calles de Viamonte y Bartolomé Mitre.
Principales cambios de la 9 de Julio y la relevancia del Obelisco
Hasta hoy, “la avenida más ancha del mundo” (tiene 140 metros de ancho, contando las calles colectoras) fue experimentando una importante cantidad de cambios y transformaciones.
Al respecto, lo más destacado de todo se refiere a los distintos períodos en que se fueron inaugurando los nuevos tramos. Estos se dieron, principalmente, entre 1940 y 1950 y luego a partir de 1970.
En tiempos de la última dictadura militar, tuvo lugar otra de las transformaciones más notorias: en este caso la conexión de la avenida 9 de Julio con la Autopista 9 de Julio Sur (para la Norte se debió esperar hasta la década de 1990).
Más cercana en el tiempo, es imposible obviar la inauguración del Metrobús, obra que comenzó a funcionar en 2013 y que sirvió para agilizar el tránsito en esta avenida al habilitar sectores exclusivos para el transporte público.
Lo que nunca cambió es la presencia del Obelisco, que está en pleno corazón de la 9 de Julio incluso desde antes de que esta fuese inaugurada. Justo en las intersecciones de esta avenida y de la Avenida Corrientes, este icónico monumento se mandó a construir a modo de celebración del 400° aniversario de la primera fundación de Buenos Aires.
Diseñado por el arquitecto argentino Alberto Prebisch, el Obelisco cuenta con 67,5 metros de altura y se encuentra en el mismo lugar donde antes estaba la iglesia de San Nicolás de Bari, la cual fue demolida como parte del proyecto de la 9 de Julio.
A nivel simbólico, también es importante ya que en este sitio se izó por primera vez en la provincia de Buenos Aires la bandera nacional. En definitiva, sobran los motivos para expresar que se trata de todo un ícono histórico, ya sea por lo que sucedió en este lugar o bien por el lugar en el que se encuentra ubicado.
FUENTE: www.lanacion.com.ar