Por primera vez en mucho tiempo, las elecciones porteñas tendrán lugar en una fecha distinta a las de los comicios nacionales. Sin primarias obligatorias, será una campaña corta que nos ofrece la oportunidad de discutir los problemas propios de Buenos Aires.
En un esfuerzo de producción, #UnaCalleMeSepara contactó a los principales candidatos a legislador de las elecciones del 18 de mayo para conocer sus propuestas para mejorar la Ciudad, con foco en los cuatro frentes favoritos según la primera de las encuestas, de CB Consultora. Ellos son Leandro Santoro (Es ahora Buenos Aires), Manuel Adorni (La Libertad Avanza), Silvia Lospennato (PRO) y Horacio Rodríguez Larreta (Volvamos Buenos Aires). A todos se les envió el mismo cuestionario donde se abordan diferentes desafíos vinculados a temas de espacios verdes, transporte, vivienda, residuos y barrios populares.
Todos contestaron en tiempo y forma a excepción de Adorni, quien desde el 3 de abril fue contactado en cuatro oportunidades pero nunca respondió a las consultas. Este medio también contactó al candidato a legislador Nicolás Pakgojz y al encargado de prensa de la presidenta del bloque de legisladores de LLA, Pilar Ramírez. “No me pasaron respuestas todavía”, fue la última comunicación de su vocero. Según explicó Infobae esta semana, a diferencia de otros candidatos que centraron sus propuestas en desafíos cotidianos como transporte, seguridad e higiene, “Manuel Adorni y los referentes libertarios evitan referirse a esas cuestiones” ya que el enfoque del espacio “está en el gasto público”.
Espacios verdes
En la ciudad faltan parques y plazas. Según cifras del ex Ministerio de Ambiente, que compara entre 2006 y 2018, la superficie de espacios verdes por habitante en la Ciudad, lejos de aumentar, cayó en cinco comunas. Luego se hizo un cambio de metodología que pasó a contar únicamente aquellos espacios verdes “dependientes del Gobierno de la Ciudad”. Pero incluso esos datos muestran que entre 2019 y 2023, en 11 de las 15 comunas los espacios verdes per cápita no aumentaron o lo hicieron prácticamente dentro del error estadístico (menos de 0,02 hectáreas por habitante).
Hay, además, una fuerte desigualdad en el acceso: según el Atlas de Espacios Verdes, el 25% de la población de menores recursos carece de acceso a parques y plazas, situación que solo afecta al 4% de las personas de mayores ingresos. Poco ayudó que en este tiempo buena parte de los nuevos espacios verdes hayan sido cesiones de privados en áreas atractivas para el mercado inmobiliario (como resultado de convenios urbanísticos) sin relación con las demandas reales de las áreas críticas. Como se explicó en otra columna, de poco sirve crear nuevas plazas allí donde ya las hay en lugar de pensar estratégicamente cómo crearlas en aquellos barrios que prácticamente no tienen.
“Los barrios del centro son los de menor cantidad de metros cuadrados verde por habitante, especialmente Almagro, Boedo y Caballito. Hay barrios como Villa Santa Rita que no tienen ni siquiera una plaza”, dijo Santoro a Cenital. Para Lospennato, las áreas críticas son Balvanera, San Cristobal, Boedo y Villa Santa Rita. “En general, son barrios con alta densidad de población y mucha superficie construida en la que se dificulta encontrar espacios para poder ampliar la cobertura verde”, dijo a este medio la candidata del PRO. “Los lugares para comenzar los tengo identificados: Balvanera y Almagro”, agregó por su parte Rodríguez Larreta.
¿Qué mecanismos pueden generar más espacios verdes? “Hay que trabajar en dos líneas”, dijo Rodríguez Larreta a Cenital. “Por un lado, en lo que los técnicos llaman ‘Espacios Verdes de Proximidad’, un tipo de plaza ‘de bolsillo’ con las que cuentan muchas ciudades del mundo al transformar parcelas que estén en desuso en verdaderas plazas con verde, juegos infantiles e hidratación. Existen unos 2.800 terrenos baldíos en la Ciudad con ese potencial. Por otro lado, el exjefe de Gobierno propone “seguir generando grandes espacios verdes” utilizando, por ejemplo, las 30 hectáreas del ex Mercado de Hacienda que se podrían convertir “en su totalidad o en buena parte” en un parque, al igual que “dos kilómetros y medio de trinchera entre Once y Caballito donde podría generarse un corredor verde”.
Para desarrollar espacios verdes “hay que hacer un mejor uso de los terrenos públicos, que el macrismo se dedicó a vender para fomentar el negocio inmobiliario”, sostiene Santoro. “Necesitamos un banco de tierras para disponer según las necesidades de cada zona. La Ciudad tiene que dejar de vender terrenos públicos, incluso planteamos que pueda comprar inmuebles para destinarlos a estos fines”.
Para el postulante de Es ahora Buenos Aires, algunas herramientas son la construcción de parques lineales (“de manera participativa, con el acuerdo de los vecinos”), la peatonalización de calles con ganancia de espacios verdes, “la recuperación de terrenos que aún posee la AABE (N. de la R.: la Agencia de Administración de Bienes del Estado)” y un plan de manejo de la costa que permita planificar la recuperación del río.
Lospennato, por su lado, repasa tres mecanismos que –sostiene– el gobierno porteño suele utilizar: la transformación de espacio público existente (en áreas identificadas por la Subsecretaría de Gestión Comunal), los convenios urbanísticos (“donde se conceda algún permiso al sector privado y como retribución ellos tengan que generar espacios verdes”) y la compra de terrenos “en lugares donde hay mucha escasez de espacios verdes”.
Vivienda
Resulta cada vez más difícil alquilar o comprar una vivienda en Buenos Aires. Según el Índice de Emancipación (IDE) que publicó el Instituto de Desafíos Urbanos Futuros, los trabajadores jóvenes con empleo formal debieron usar el 70% de su salario para alquilar un monoambiente. Incluso sumando a un amigo o pareja para repartir gastos en un dos ambientes, el 48% de la suma de esos teóricos dos salarios formales se va en alquiler.
La desregulación por DNU del mercado de alquileres trajo más oferta publicada y, según el período considerado, una baja relativa en los precios reales que, más precisamente, regresaron a los valores medios observados antes del ruido político del último ciclo electoral. Con una salvedad: los salarios reales son, en promedio, mucho más bajos que en el pasado. Por eso es mucho más difícil pagarse un techo.
Frente a esto, hasta ahora el gobierno porteño se limitó a ofrecer pequeños programas de subsidios a seguros de caución o créditos para inquilinos que afrontan gastos de mudanza. Nada de otras políticas de probada eficacia, como el fomento a la construcción de unidades para alquiler, la creación de un parque público de viviendas o esquemas de mixtura social en nuevos desarrollos.
“La crisis inquilina es un problema de Argentina que sucede a lo largo del país y excede a la Ciudad de Buenos Aires”, se ataja Lospennato. “No obstante, desde el Gobierno de la Ciudad buscamos generar condiciones para que jóvenes y nuevas familias quieran y puedan venir a vivir a CABA, como la construcción de nuevas viviendas a través de programas de créditos del Banco Ciudad con tasas preferenciales para jóvenes y cualquiera que quiera desarrollar el sur de la ciudad”. Además, dijo, “con el nuevo Código Urbanístico estamos generando incentivos para que al sector privado le interese construir”.
“El Gobierno de la Ciudad suspendió sin dar explicaciones la reconversión del Microcentro, y sigo creyendo que debe convertirse en el foco de atracción para jóvenes a través de la oferta de viviendas accesibles”, dice Rodríguez Larreta. “El Banco Ciudad tiene que tener un rol más protagónico en el otorgamiento de créditos hipotecarios para la compra de departamentos con tasas accesibles”.
Santoro dice que su espacio también había propuesto convertir el Microcentro “en un barrio residencial orientado al alquiler para jóvenes” pero que el macrismo tomó esa idea y “la implementó a favor de algunos empresarios que obtuvieron beneficios fiscales muy importantes sin ninguna contraprestación a cambio”.
“Hay algunos ejemplos de lo que pudo ser y no fue. El edificio del viejo Mercado del Plata, en la avenida 9 de Julio, podría haberse reconvertido para que esas oficinas sean departamentos. Sin embargo, se lo vendieron a IRSA. Algo similar sucedió con el viejo Ministerio de Educación, que en lugar de reconvertirse fue utilizado para el negocio inmobiliario”, sostiene.
Su espacio propone que la ciudad tenga su propio parque público de viviendas para alquiler “para aumentar la oferta, garantizar el acceso a la vivienda de sectores vulnerables y poder intervenir en el mercado con precios testigo por debajo de los valores del mercado”.
Barrios populares
En sus primeros años como partido de gobierno, el PRO consideraba “usurpadores” a los habitantes de barrios populares como la Rodrigo Bueno, pero con el correr de los años su política viró hacia la formalización, en línea con recomendaciones internacionales. Durante la gestión de Rodríguez Larreta los procesos de integración sociourbana avanzaron en la propia Rodrigo Bueno, el barrio Mugica (ex Villa 31), el barrio Papa Francisco (Barrio 20) y el Playón de Chacarita, acaso el ejemplo más virtuoso de incorporación a la trama urbana de un barrio informal.
La victoria de Jorge Macri en las últimas elecciones a jefe de Gobierno selló la salida de la ministra María Migliore, referente de los procesos de urbanización, y coincidió con un zeitgeist nacional en el que la integración dejó de ser prioridad y en el que se volvió a tratar a los habitantes de los barrios informales como okupas, un paradigma abandonado hace casi veinte años, mientras sus habitantes encuentran cada vez más dificultades para moverse en transporte público, en especial a la noche, por la poca frecuencia de servicios.
¿Qué proponen los candidatos? “Estoy muy orgulloso de la integración de barrios populares que hicimos durante mi gestión. Ha sido reconocida a nivel internacional y debe continuarse”, dijo Rodríguez Larreta. “Es muy importante que nuestro bloque tenga la mayor fortaleza posible en la Legislatura para impulsar los proyectos de ley de urbanización de los barrios que todavía no la tienen”, sumó Santoro.
A diferencia de Santoro y Rodríguez Larreta, Lospennato no explicó qué propone hacer con los barrios aún no integrados a la trama urbana. “Con respecto a la integración sociourbana tenemos una política de generar las condiciones necesarias para que la población más vulnerable se pueda desarrollar por sí misma”, dijo Lospennato a Cenital. “Por eso, mantenemos la continuidad en algunos planes de la gestión anterior como el Plan de Infraestructura Integral de Agua y Baja Tensión en el Barrio Mugica” y el proceso de legalización de escrituras e instalación de medidores en diferentes barrios populares. Además, dijo, este mes se terminará la obra del borde costero en el barrio Rodrigo Bueno y se van a construir 27 “unidades funcionales” en La Boca.
Transporte
Si se habla de transporte es imposible no mencionar el viraje en torno al tema del subte, que marca un quiebre con respecto a la política de la gestión anterior (2015-2023) cuando por primera vez en medio siglo no quedó ni una estación en construcción.
Jorge Macri llegó al gobierno sin más promesas para el área que “instalar cámaras dentro de los vagones”, pero en este año electoral descubrió –junto con Rodríguez Larreta– que la creación de nuevas líneas de subte es una demanda real que insiste entre los porteños, quienes (acaso intuitivamente) entienden que no todos los problemas de congestión pueden ser resueltos con transporte en superficie. Por eso a pequeñas novedades como los minibuses eléctricos y el trambús se le sumó, semanas atrás y de manera sorpresiva, el anuncio de que durante su gestión comenzaría a construirse la largamente demorada Línea F.
Lospennato retoma esta promesa reciente y aclara que el financiamiento se realizará a través de organismos internacionales “dado que es una obra extremadamente costosa y que, a pesar del superávit que venimos generando, no es posible afrontarla íntegramente con el Tesoro actual de la Ciudad”.
“La Línea F se ha publicitado como si existiera, pero es solo una ficción”, dice Rodríguez Larreta a este medio. “Como en cualquier obra, más que los anuncios son importantes los hechos, los cronogramas, los presupuestos y el cumplimiento de los plazos de ejecución. Cinco años me parece demasiado tiempo para hacer apenas 5 kilómetros”.
Para el exjefe de gobierno “es prioritario extender la Línea H hasta el Belgrano Sur y redefinir las líneas G e I con mayor participación ciudadana”.
Santoro cree que la prioridad hoy pasa por llevar el subte a barrios que hoy no tienen (“fundamentalmente en el oeste, por ejemplo, con la línea G a Villa del Parque”) y mejorar la calidad del servicio existente (“el subte debe estar limpio, ser 100% accesible para personas con movilidad reducida, y no debe tener asbesto”).
Otro desafío. Si bien los trenes del área metropolitana son de competencia nacional, el abandono del proyecto del soterramiento del tren Sarmiento dejó sin resolver el problema de los cruces a nivel en la Ciudad. La interna porteña de 2023 enfrentó dos propuestas para este problema: el sector de Martín Lousteau proponía que los trenes vayan en una trinchera a siete metros de profundidad, parecida a la que ya hay entre Once y Caballito, mientras que Macri impulsaba un viaducto elevado. Ganó Macri, pero a los siete meses dijo que hacer el viaducto era “imposible” y decidió comenzar por pasos bajo nivel.
“Sabemos que la traza del Sarmiento es un gran problema para la movilidad entre el norte y sur, por eso estamos avanzando con la construcción de dos pasos bajo nivel: Lorca en el barrio de Caballito e Yrigoyen en el barrio de Liniers”, explicó Lospennato a este medio. Partiendo de la dificultad de financiar el soterramiento, Santoro propone un viaducto. Pero coincide con Lospennato que “hasta tanto estén las condiciones para financiarlo, se debe avanzar con pasos bajo nivel”.
“Como dije desde el inicio de la campaña, me obsesiona el viaducto del Sarmiento y eliminar de una vez por todas las 16 barreras que existen en la actualidad. Es la mejor opción”, dice Rodríguez Larreta. El exjefe comunal recuerda que durante su gestión se construyeron e inauguraron “dos viaductos que tuvieron excelentes resultados: el del Mitre y el del San Martín”.
En el último tiempo la Ciudad se alejó de la integración tarifaria y de la planificación integral de la movilidad en el AMBA, con un esquema tarifario propio y hasta un rebranding específico para las 31 líneas de colectivo bajo jurisdicción porteña. A pesar de ello, Lospennato está convencida de que hay que “reactivar la Agencia Metropolitana de Transporte” con el objetivo de elaborar “un plan de readecuación y modernización” del sistema de movilidad. Santoro también cree que “para solucionar muchos temas de la Ciudad es imprescindible poder generar ámbitos metropolitanos, no sólo para el transporte” y recuerda que su espacio impulsó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley para Áreas Metropolitanas.4
Residuos
La percepción es generalizada y no se reduce a un único testimonio, como el del comerciante de Retiro que entrevistamos hace poco. “El problema de los olores y la mugre se intensificó en el último tiempo”, dice Clarín. “El barrio de Recoleta está sucio”, informa La Nación.
En el ojo de la tormenta se encuentran las seis empresas privadas que se encargan de la recolección de residuos húmedos y orgánicos y que junto al Ente Higiene Urbana, empresa estatal testigo, se reparten la Ciudad. Hace tres años, Rodríguez Larreta decidió extender hasta 2028 las concesiones de estas empresas a pesar de que reciben multas casi a diario por diferentes incumplimientos.
Consultado sobre cómo mejorar el problema de la basura, Rodríguez Larreta insiste en que “es urgente que el Gobierno controle a las empresas de recolección y que cumplan con el servicio por el que se les paga y, si no lo hacen, deben pagar las multas y cumplir con las sanciones correspondientes.”
El exjefe de Gobierno también le apuesta a la tecnología. “No hace falta reemplazar los 33.000 contenedores, pero hay que aprender de lo que hacen otras ciudades similares, que las zonas más críticas están reemplazando los contenedores tradicionales por modelos inteligentes con sensores de carga”.
“Nuestra propuesta pasa por constituir una comisión investigadora de todos los contratos, para identificar dónde se ponen recursos de más y dónde falta, y si las empresas cumplen o no sus tareas”, dice Santoro, que propone renegociar los contratos de la basura vigentes “para hacerlos más transparentes, más baratos y que garanticen mejores servicios”.
Lospennato no hace mención a los contratos pero comparte una serie de medidas que está encarando el gobierno de Jorge Macri, desde la instalación de tapas y cestos “antivandálicos” hasta el aumento en la frecuencia de la limpieza en estaciones de subte y contenedores de basura.
Resto del mundo
Hay un total de 17 frentes en esta elección porteña. Algunos tienen propuestas más trabajadas en términos urbanísticos (Lucille Levy, de Evolución, impulsa un programa de alquiler asequible que propone incorporar las viviendas producto de herencias vacantes), otros directamente no presentaron plataforma para la Ciudad. El Frente de Izquierda, por caso, acompaña reclamos puntuales. Luego hay propuestas, como la de Ramiro Marra para las personas sin techo con perfiles de adicciones (“devolverlos a la provincia de Buenos Aires”), que no merecen mayores comentarios.
Con una campaña corta, centrada por una vez en problemas propios de la ciudad, los porteños sabrán quiénes recogen mejor sus demandas y defienden mejor sus intereses. Sirva este comparativo de humilde aporte a la tarea.
FUENTE: Federico Poore – cenital.com