Los especialistas sostienen que cada vez más son las consultas de emprendedores que buscan desarrollar sus proyectos en antiguas y coquetas viviendas residenciales. Pero, ¿qué hay que hacer para convertir una vieja propiedad en un moderno y funcional comercio?
Los que saben sostienen que en este contexto -en el que la mayoría de la gente viene de vivir y continúa viviendo el encierro y el distanciamiento social- lo más importante es poder hacer un buen aprovechamiento de los espacios abiertos como las terrazas, los patios y las veredas. Para eso es preciso ponerlos en valor y estudiar bien tanto su posible ocupación como la circulación por el lugar.
En línea con lo planteado, para refuncionalizar el espacio interior es necesario unificar ambientes y ampliar al máximo las aberturas y los aventanamientos (sin que la propiedad pierda identidad). Otro punto -no menor- a tener en cuenta son las dimensiones de la cocina y del área destinada a los baños. En muchas oportunidades -y fruto de los malos cálculos- estos dos sectores suelen causar demoras o molestias a los visitantes. “Lo ideal es hacer una cocina grande en el fondo del inmueble que tenga una buena salida a los cuatro vientos para evitar olores desagradables. También se deben hacer tres baños (mujeres, caballeros y discapacitados). Éstos deben ser más grandes de lo que hay habitualmente en una casa familiar. En el caso de que haya una terraza, debe modificarse la escalera para cumplir con las medidas de seguridad de los comensales, de tal modo que el ascenso al lugar sea seguro y cómodo para su circulación”, afirma Christian Giménez, del Grupo de Adrián Mercado.
Tanto para Giménez como para Mariana Stange, titular de la firma homónima, antes de enamorarse del inmueble y de verse embarcado en una inversión importante es necesario tomar ciertos recaudos. “Lo primero que hay que hacer es evaluar el movimiento y la oferta comercial del barrio. Es decir, analizar tanto la competencia como aquellas propuestas que funcionen como complemento. Luego, sería importante estudiar el plano de la propiedad para analizar reformas necesarias y ver las habilitaciones permitidas en la zona. Por último, contemplar la posibilidad de estacionamiento en la propiedad o en la zona”, explican los especialistas.
FUENTE: Leandro Murciego – www.lanacion.com.ar