Bruno y Cía. Manufactura de Amianto, goma y afines”. El edificio industrial de Parque Patricios conserva en sus 5 mil m2 la impronta industrial de otra época, cuando aún no estaba prohibido el amianto y sus afines.
Entre galpones, patios, montacargas y una enorme caldera a vapor funciona cheLA (Centro Hipermediático Experimental Latinoamericano), un laboratorio que cruza el arte, el diseño, las nuevas tecnologías y la interacción social. Desde 2003 el conjunto racionalista promueve residencias artísticas, workshops y actividades culturales en conjunto con la Fundación exACTa (Experiencias en Arte, Cultura y Tecnología en Argentina) y el Programa de Culturas Digitales de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA).
Fabián Wagmister, argentino radicado en California, dirige el proyecto junto a Jorge Prelorán.Mientras avanza la intervención arquitectónica a cargo del estudio Matías Beccar Varela Arquitectos, los espacios siguen sumando proyectos. Residencias artísticas, conciertos, instalaciones, proyecciones y talleres se cruzan bajo la dinámica de la autogestión y los colectivos de profesionales que evocan la mística del Instituto Di Tella.
En uno de los galpones se instala TaMaCo (Taller de Materiales y Construcción), el taller donde un grupo de arquitectos despliegan investigaciones en fieltro, corte láser, plegado y tecnologías digitales. Separado por un panel, el taller de fabricación digital está aislado del polvo.
Otro espacio está ocupado por Pedalúdico, el taller de bicicletas urbanas que dirige Wagmister, profesor de creatividad audiovisual y medios interactivos en el Departamento de Cine, Televisión y Medios Digitales de la Universidad de California (UCLA).
Entre herramientas, repuestos, monociclos y bicis de todos los tamaños, el laboratorio promueve “la exploración, promoción y reflexión sobre la bici-vida y bici-cultura en la Ciudad de Buenos Aires y Argentina”, según el creador. Allí también se expone Bicicletas Blancas, una obra híbrida con componentes de performance, intervención urbana, arte informático e instalación electrónica.
Como parte de la refuncionalización está previsto que el espacio donde sigue intacta la caldera se transforme en mediateca. Y la vivienda de los ex caseros, sobre la calle Iguazú, se convertirá en una cafetería con cubierta ajardinada y transitable.
A una cuadra de la Casa de Gobierno porteña diseñada por Norman Foster, esta usina industrial se sostiene económicamente con donaciones y alquileres de sus espacios.
“Destrabar una antigua deuda de ABL y conseguir financiamiento es una de las principales actividades cotidianas”, señala Santiago Nuñez, docente de Imagen y Sonido de la FADU y curador de los distintos proyectos que se despliegan en cheLA.
OpenPTrack es otro de los proyectos. Lanzado en 2013, el programa de código abierto impulsa la creación de una solución escalable y multicámara para el seguimiento de personas. Permite que muchas personas sean rastreadas en grandes áreas en tiempo real. Está diseñado para aplicaciones en educación, artes y cultura, como punto de partida para explorar la interacción grupal con entornos digitales. La moneda corriente de cheLA es la experimentación y la vanguardia.Espacio sobra.
FUENTE: clarin.com