La mirada de los millennials y sus aspiraciones están presentes a la hora de pensar proyectos inmobiliarios. La influencia de nuevos hábitos de trabajo como el co-working tienen sus correlato en los proyectos destinados a la vivienda. Las últimas tendencias destacan por un mayor protagonismo de los espacios de socialización y amenities originales, además de un trabajo en sintonía con conceptos de sustentabilidad.
Para Gonzalo Monarca, presidente del Grupo Monarca, es fundamental entablar un diálogo con las nuevas generaciones. “Los millennials y centennials representarán en 2020 el 35 y 24 por ciento de la fuerza laboral del mundo. Estos adultos jóvenes ya toman decisiones de compra de viviendas”, ilustra con datos. Hasta el momento, el desarrollador percibe una mayor tendencia hacia el alquiler de primeras viviendas y no tanto hacia la compra, pero predice que a la par de la consolidación y el fortalecimiento de los créditos UVA este escenario comenzará a cambiar.
Diferenciarse es una de las aspiraciones de esta generación inquieta, que valora la originalidad. Monarca plantea que esto se puede lograr desde un conjunto de amenities, pero también desde el “soft” que hace al uso. “La verdadera calidad no solo está en el amenity sino en cómo el desarrollador se preocupa por maximizar la experiencia de su uso”, asegura. Por ejemplo, en uno de sus emprendimientos, Lagoon Pilar, la laguna Cristina, de 3,5 hectáreas, está acompañada de servicio de playa, actividades náuticas coordinadas con profesores y clases de windsurf y paddle board, entre otras.
“Los millennials buscan equilibrar el trabajo con el ocio y el placer y tienen un gusto muy desarrollado por la estética y el diseño. Hoy, es importante que las propuestas sean armónicas, que se integren con el paisaje, exploten la luz natural y que estén al servicio de las necesidades de quienes van a habitar el espacio”, dice Sebastián Friedman, socio de Brody Friedman.
Para el desarrollador, flexibilidad, diseño, encuentro, tecnología y sustentabilidad son las claves. Todos estos conceptos ya forman parte de la cultura y hábitos del millennial, y deben ser contemplados en los nuevos desarrollos. Otra cuestión fundamental: buscan ambientes integrados que permitan, según sus necesidades, unir o separar las áreas sociales y privadas. Según las proyecciones de Friedman, las viviendas en las que los usuarios se adaptan irán desapareciendo en pos de las que puedan adaptarse a la forma de vida de las personas, optimizando múltiples usos.
En el caso de los proyectos de Brody Friedman, esta fue una de las premisas a tener en cuenta. Quo Swim, por ejemplo, cuenta con una piscina in-out y una terraza verde de 200 metros cuadrados que invita al encuentro. En Quo Quesada, la desarrolladora sumó bicicletas de uso común para los propietarios del edificio y para fomentar el uso los desarrolladores obsequiaron un casco a cada propietario al momento de entregar la unidades.
Hedonistas, los millennials no resignan calidad. “A diferencia de generaciones anteriores, no están dispuestos a ceder calidad de vida presente a la espera de una calidad superior en el futuro. Esta demanda tiene que ser satisfecha por la arquitectura y location de un desarrollo, que debe ser de alta calidad y con buenos medios de transporte y bicisendas”, afirma Martín Urgoiti, co-founder de la firma Jack Green, que pone el foco en diseños sustentables y de calidad.
Al hablar de tendencias para oficinas, Urgoiti explica que los lobbies y las circulaciones horizontales y verticales deben invitar a funcionar como ámbitos de encuentro para resolver problemas o situaciones de trabajo, y un punto fundamental es que los usuarios puedan tener acceso a la luz natural desde cualquier lugar de trabajo. En el caso de viviendas, sostiene que las amenities deben integrarse a los edificios de manera armónica, ser atractivos y generar experiencias de placer en los usuarios. Otro punto a destacar son las bauleras, que en departamentos pequeños –a los que en muchos casos accede esta generación– cumplen una función de guardado de objetos importantes como esquíes, bicicletas y otros artículos deportivos que pueden formar parte de la vida cotidiana de estos jóvenes.
Para Carlos Spina, gerente Comercial de Argencons, el eje ya no está puesto tanto en el metraje como en la funcionalidad. Las áreas de co-working y de co-living pasan a ser muy relevantes, así como la funcionalidad de las unidades. Por eso, sostiene, es fundamental pensar, escuchar y planificar muy bien cada producto y cada lugar. Los distritos de usos mixtos live & work cobran protagonismo de la mano de los cambios en el estilo de vida. Quartier Puerto Retiro, uno de los proyectos recientes de la desarrolladora sobre el Paseo del Bajo, fusiona el Edificio Plaza, dedicado a oficinas; el edificio Loft, con unidades residenciales aptas para uso comercial; el Edificio Studio, con unidades flexibles, y un paseo comercial que interconecta los diversos sectores.
Un público muy exigente
Los millennials saben lo que quieren. Según los describe Santiago Tarasido, gerente General de la empresa Criba, se trata de usuarios con una gran cantidad de información a su alcance, por lo que se vuelven consumidores mucho más exigentes. Quieren salir de lo tradicional y buscar nuevas tendencias orientadas a hacer más fácil la vida cotidiana. “La demanda está centrada en la experiencia, en los espacios de diseño que pueden otorgar un estilo de vida tanto puertas adentro como fuera de la vivienda. Por eso, al momento de encarar un desarrollo, el foco ya no está solo puesto en la locación, la funcionalidad y las características constructivas del edificio, sino más bien en las experiencias que ofrezcan”, sostiene Tarasido. Entre las preferencias de este grupo destaca los proyectos de viviendas en altura y viviendas agrupadas.
¿Cómo conquistar a este público? Para Rodrigo Fernández Prieto, managing partner de Fernández Prieto y Asociados, es muy importante “hablar su mismo idioma”. Por eso, señala que el uso de tecnologías como la realidad virtual, por ejemplo, que ya se está usando en algunos países, es una buena estrategia para convocar y seducir a estos nuevos usuarios habituados a una gran cantidad de estímulos.
“Esta generación tan informada e hiperconectada toma decisiones de compra basadas en el storytelling. Para que un proyecto sea comercialmente exitoso y apele a este grupo, creemos fundamental que tenga una propuesta innovadora, desde las amenities hasta el concepto de vida que se proponga”, afirma el desarrollador. Entre las principales tendencias señala, por ejemplo, un uso más activo de las terrazas y la generación de espacios verdes. Para Fernández Prieto, las tendencias arquitectónicas que ven en edificios de distintas partes del mundo juegan también un rol aspiracional fuerte.
Frente a estos nuevos consumidores, los desarrolladores deben afinar la mirada. Alejandro Reyser, uno de los socios de RED Real Estate Developers, señala que la observación y los estudios de focus group que realizan son fundamentales para escuchar las necesidades de esta generación y diseñar en consecuencia: “Tenemos que pensar en cómo les gusta vivir y relacionarse con los demás, tener en cuenta la tecnología, tener flexibilidad para ajustarnos a sus posibilidades financieras e incluso a que esas posibilidades irán cambiando a medida que vayan mudando de trabajo o de proyecto”.
Las nuevas formas de trabajo como el homeoffice también inciden en la vivienda y, entre los puntos destacados para responder a la demanda de estos usuarios, Reyser subraya la importancia de que exista un espacio en el edificio para que las personas puedan trabajar sin ocupar espacio de su departamento -espacios de co-working-, buena y rápida conectividad a Internet, espacios abiertos integrados y flexibles, servicios en el edificio, laundry y bicicletero. Reyser sostiene que es necesario pensar los edificios como lugares potenciales de sociabilidad, donde conocer gente. En IN Lope de Vega, por ejemplo, uno de sus recientes emprendimientos, se contempló un espacio de co-working, laundry y terrazas de uso común para fomentar el encuentro entre los vecinos.
Para Hernán Nucifora, director de Global Investments, el reto de los desarrolladores es llevar adelante emprendimientos con las mismas características que un desarrollo premium pero para millennials. Para esto, explica sin perder de vista el negocio, es necesario trabajar alternativas de financiación y planes de pago. Al referirse a las tendencias estéticas y conceptuales, Nucifora revela algunas claves: “El millennial escapa a lo barroco y rococó. Busca modernidad, minimalismo y sustentabilidad”. La conjunción entre naturaleza y tecnología es también una característica fundamental a trabajar.
A la vanguardia
Los millennials también pueden ingresar al mercado como inversores. Por eso, el arquitecto Víctor Zabala, del estudio Zabala, creó una propuesta a medida: el crowdfunding inmobiliario. Se trata de un sistema que apunta a esta generación y a los pequeños y medianos ahorristas que pueden acceder a la compra de módulos de inversión. A través de una estructura legal de fideicomiso, el estudio permite aportar capital para adquirir terrenos o para la construcción de unidades de viviendas en zonas de la ciudad de Buenos Aires o en barrios cerrados de Pilar, Tigre y Escobar. El sistema contempla tres modalidades, bajo las cuales el inversor puede aportar, al contado o financiado, módulos desde US$ 25.000 a cambio de un porcentual de participación en el proyecto del fideicomiso a desarrollar.
Con más de 20 años en el mercado, Zabala apunta a un mix entre diseño y funcionalidad. En las grandes ciudades, señala que las claves están en la búsqueda de mayor espacialidad y flexibilidad, tanto en los espacios como en un diseño cuidado del mobiliario. El estilo de vida de los millennials, en sintonía con la vida sana y la naturaleza, conduce a un mayor protagonismo de los espacios al aire libre como balcones aterrazados, patios o terrazas. El arquitecto sostiene que la posibilidad de expansión es crucial, por lo que apunta a espacios de doble altura. La adaptabilidad es una variable que pisa fuerte. “Hay que cambiar el chip de ‘exprimir’ la superficie a construir y pensar en cómo se vive para darles calidad a los espacios”, concluye.
FUENTE: apertura.com