Norman Foster vino solo dos veces a la Argentina. La última, cuando le tocó inaugurar el edificio de Parque Patricios que iba a ser sede del Banco Ciudad, enamoró a Mauricio Macri y se convirtió en la sede del Gobierno porteño. Foster, con partida de nacimiento en Londres y una de las glorias de la arquitectura contemporánea, vuelve a ser noticia. Ayer arrancó la obra del que será un mega edificio para oficinas sobre las avenidas Córdoba y Alem, en una iniciativa que llama la atención: lo hace en medio de una de las crisis más profundas de la economía argentina y cuando la pandemia está reconfigurando el mundo del trabajo, con el auge del home office.
La construcción se realiza sobre el amplio terreno de avenida Córdoba 120 en el que funcionaba un estacionamiento. Precisamente quienes compraron ese estacionamiento son los dueños del edificio que lleva el sello de Foster en un asombroso diseño llamado a convertirse en un ícono de la Ciudad.
Si bien el estudio Foster declinó informar acerca de la identidad de los propietarios, fuentes del negocio inmobiliario aseguran que se trata del grupo Safra que había adquirido el predio hace 40 años, según confirmó uno de sus voceros.
El grupo Safra, fundado por Jacob Safra, quien llegado desde la ahora destruida Alepo en Siria, fundó uno de los conglomerados financieros e inmobiliarios más importantes de Brasil. Lo lidera actualmente Joseph Safra.
La construcción será llevada adelante por la constructora Pellegrinet. Y la dirección del proyecto estará a cargo del arquitecto argentino Juan Frigerio, socio del estudio Foster quien estuvo al frente de sus dos proyectos anteriores: las residencias Aleph en Puerto Madero que emprendió Alan Faena y el del Ciudad. También de un master plan en Rosario.
Frigerio cree que dentro de tres años, cuando la obra esté lista para estrenar, Argentina estará en otro momento económico. En su visión, “estos son proyectos de largo plazo, de inversores estratégicos que en un mundo de tasa cero encuentran en las propiedades de altísima gama, un refugio de valor”.
-¿Influye la baja del costo de la construcción medido en dólares?, se le preguntó.
-Puede impactar en un momento. Pero la decisión estaba tomada antes de la pandemia y quisieron seguir adelante.
-En Buenos Aires se están devolviendo metros de oficinas en la certeza de que el tele trabajo llegó para quedarse. ¿No temen no poder ocuparlas?
-Aunque no fue pensado en función del Covid, este es un edificio pos Covid, con amplia ventilación natural, terrazas, espacios verdes en el interior y una plaza pública. La gente volverá a este tipo de oficinas. Ocurrió en Londres.
Frigerio cuenta que para Foster es un proyecto muy importante. Se trata del arquitecto, ganador en 1999 del Premio Pritzker, el más alto galardón de la profesión. Fue nombrado Caballero por la Reina de Inglaterra y es autor de algunos de los edificios más emblemáticos del mundo, como el nuevo Parlamento Alemán, la nueva sede de la Municipalidad de Londres, y la Torre Swiss Re, un emblema de la capital inglesa.
El estudio de Foster se encuentra en Londres y cuenta con 13 oficinas repartidas por el mundo. Frigerio, egresado de la UBA, con master en Harvard, trabajó en Londres con Foster y se convirtió luego en su socio para esta región del mundo.
En cuanto a la torre de oficinas, tendrá 35 pisos de cara hacia Puerto Madero. Según Frigerio está diseñado para crear un nuevo estándar. De forma triangular, contará con un núcleo elevado para obtener plantas grandes y flexibles. Y el 70% será un espacio público abierto y un jardín que continúa debajo del edificio. Habrá terrazas de tres pisos que crean espacios al aire libre para reuniones informales en toda la torre. Con un vestíbulo de entrada elevado, el edificio incluye cinco atrios internos.
“Hemos creado un exuberante jardín público. Las terrazas en cascada definen la forma escultórica del edificio, al mismo tiempo que ofrecen espacios de reunión y ocio al aire libre para lograr lugares de trabajo excepcionales”, dice Frigerio. Utilizarán madera, hormigón y materiales de acero inoxidable pulido. Y está pensado para aprovechar al máximo la luz y la ventilación natural.
FUENTE: Silvia Naishtat – www.clarin.com