La arquitecta Lorena Bagnato hizo lucir la estructura existente de una construcción que data de 1928, resaltó las carpinterías de madera y hierro, las paredes de ladrillo visto y los pisos de pinotea, respetando así la identidad del lugar construido hace 93 años por el arquitecto Bereterbide.
El complejo esta ubicado en el corazón de Chacarita, zona que se encuentra en un boom de ofertas culturales, gastronómicas, y ahora también, audiovisuales.
Para instalar ala productora se aprovechó la ampliación de los límites del Distrito Audiovisual lo que suma a un barrio de origen y tradición obrera, un innovador diseño de una casa-oficina.
Los pisos de mosaicos, por caso, que se encontraban muy deteriorados, fueron renovados. El sistema de calefacción, antiguamente por estufas a gas tiro balanceado, fue reemplazado por una caldera a gas y radiadores. Y para la refrigeración se utilizaron acondicionadores de aire split inverter; lo que mejoró la ambientación de los espacios.
Un toque vintage y moderno fue conservar y restaurar una salamandra que se encontraba en la propiedad, que hoy aporta identidad al espacio.
La historia
El Conjunto Los Andes es un referente en la arquitectura porteña, pero además es considerado un refugio en la ciudad que agrega calma y tranquilidad a la vorágine de la ciudad.
Su característica salientes son los grandes jardines internos que conectan todas las unidades, la amplitud de sus unidades y la calidad de construcción.
Desde un comienzo, el conjunto fue concebido como vivienda para habitantes de bajos recursos. Pero, con el pasar de los años y por tratarse de una obra de alta calidad, se ha convertido en uno de los lugares más codiciados de Chacarita, reuniendo entre sus habitantes a artistas y celebridades.
La reforma
Gonzalo Arias, director de Tronito Films, convocó a la arquitecta Lorena Bagnato con el fin de llevar adelante una reforma total de la locación y, a la artista plástica Paloma Márquez, para intervenir el espacio de trabajo. Al entrar a lugar, se nota un logrando equilibrio de las dos disciplinas.
En la reforma, se modificó la distribución de los baños (dos en planta baja y el del entrepiso) para aprovechar mejor el espacio. El baño del entrepiso se agrandó para hacer una bañera tipo tina de mármol, además de renovarse por completo las cañerías, revestimientos, artefactos sanitarios y griferías; y todas las mesadas de mármol.
La cocina se abrió demoliendo una de sus paredes y así se integró al espacio del estar-comedor, allí se usaron muebles de líneas simples de madera laqueada blanca para no distraer y destacar las carpinterías y el espacio. La mesada es de Neolit simil carrara y la alzada se realizó en el mismo material.
Dentro de las decisiones de diseño y utilidad, se optó por no colocar muebles sobre alacena, solamente un estante para especias y otros elementos de cocina, para que pudieran destacarse las ventanas de hierro negro de vidrios repartidos.
La isla de la cocina (en madera maciza guayubira acompañada por banquetas altas tipo Thonet al igual que las del comedor) se ubicó con la finalidad de darle usos múltiples y que pueda interactuar con los otros espacios.
En el estar-comedor se aprecia una biblioteca diseñada en doble altura que acompaña al gran ventanal de hierro negro que da a la calle. A la decoración, se le sumó un espacio para un mueble vajillero y para bebidas.
Dentro de los detalles en el diseño de la casa-estudio, no sólo se conservó y recuperó la citada salamandra del estar, sino que también los muebles fueron adquiridos casi en su totalidad en un lugar de antigüedades.
Siguiendo con la planta baja, el dormitorio en suite mantuvo los pisos de pinotea y se generó un gran placard de pared a pared de madera laqueada blanca de piso a techo.
El segundo dormitorio de la planta baja en ochava tiene un acceso directo al entrepiso que oficia de sala de TV. La escalera se renovó revestida en madera con parantes de piso a techo de madera reconstituida como baranda.
El entrepiso, desarrollado en una remodelación anterior, cambio su funcionalidad. Como se dijo, una parte se integró a una habitación quedando como sala de tv y, otra, se destinó a vestidor para el tercer dormitorio de invitados.
El arte
Como incubadora de tendencias, Tronito Films convocó a la artista plástica Paloma Márquez para tratar el espacio de trabajo. Su intervención es una sucesión de eventos plasmados en los muros, y sucede en tres partes, tres intervenciones site-specific realizadas durante marzo y abril 2021, rodeando un espacio común, habitable, transitable.
Paloma creó un espacio donde los personajes se repiten, son uno mismo, son multitudes. En fondos blancos impolutos, sobre líneas finas a modo de suelo, tirando de hilos, saltando, desenrollando marañas, pero sobre todo: insistiendo en su motivo.
“Un personaje habita en un cubículo, pero su soledad es relativa, ¿Qué hay de los cientos de miles de personajes que habitan en él? Me refiero a sus intereses, expectativas, intenciones, conocimientos innatos y adquiridos, miedos, prejuicios, motivaciones, fortalezas y debilidades, limitaciones y cuestionamientos”, se pregunta la autora.
Después de cinco meses de obra, hoy, la nueva casa de Tronito Films es un departamento que ofrece la sensación de vivir en una casa con doble acceso, uno por el frente del complejo y otro por uno de los hermosos patios internos.
FUENTE: www.clarin.com