El escritorio se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de la casa como consecuencia del teletrabajo que se hizo cotidiano con la pandemia.
Un escritorio para colocar la computadora y una buena silla, en especial ergonométrica, son los elementos clave a simple vista. Sin embargo, hay otros aspectos como la iluminación, las visuales, los materiales y el diseño para hacer que la jornada laboral en casa sea confortable.
“Al proyectar un estudio o espacio de trabajo tenemos en cuenta que sea un lugar muy bien iluminado. Además, trabajamos las visuales tomándolo como un espacio protagonista”, explica la arquitecta Jorgelina Tortorici. Agrega que lo plantea como un espacio flexible que se puede adaptar a las viviendas, aún más en tiempos de pandemia.
La arquitecta Viviana Melamed, en tanto, sugiere “colocar un mueble rodante o un sector de un mueble cercano, que ayude al final del día a guardar todo lo que estuvimos usando y que el espacio recupere su fisonomía hogareña. El orden ayuda a no sentirnos invadidos o agobiados”.
La iluminación y las visuales son otros factores importantes. Lo ideal es armar el espacio con iluminación natural. Además, sumar una luz puntual sobre el plano de trabajo.
Tendencias
Entre las tendencias en el diseño de escritorios se destacan los espacios informales. “Trabajar sentados en sofás con mesas accesorias que se acercan o retiran según la necesidad y con luces de pie o de mesa que aporten flexibilidad son otras de las propuestas”, comenta Melamed.
También se destaca la opción de armar un espacio de trabajo en balcones o en espacios semicubiertos.
Melamed propone uno en el exterior, en el balcón de un departamento de un country. La expansión del balcón permitió colocar en uno de los extremos un área de trabajo conectada al interior con el estar y al exterior con las vistas al agua.
“Definimos una espalda verde (un gran macetero con plantas), un escritorio de base ligera estucada black con una tapa contundente en cuarcita adamantium. Y un banco en madera con diseño cien por ciento ergonómico”, describe la arquitecta.
Flexibilidad, integración, visuales y valorización del espacio exterior fueron las premisas en esta propuesta.
La intención de la arquitecta Tortorici fue diseñar un escritorio-baranda que resuelve el balconeo hacia la doble altura. Además, convierte al espacio de trabajo en un lugar sumamente protagónico, generando una rica espacialidad, con una vista general a los vacíos de la casa.
“Esto ha sido muy valorado por los clientes a la hora de trabajar, ya que se logra adaptar a la necesidad y al uso de la familia”, comenta Tortorici.
En cuanto a la materialidad, se trata de una estructura de hierro, un mueble en fibropanel de densidad media laqueado blanco semimate combinado con cajoneras y estantes también en fibropanel de densidad media, enchapado en incienso.
Arenal Estudio, que dirigen los arquitectos Leandro De Ángelo y Maia Elin Lauferman, propone un escritorio en el dormitorio principal. Una estructura de hierro negro sostiene suspendido el mueble tv y el escritorio. A la vez, hace que el espacio se sienta fluido e integrado.
Judith Babour armó un espacio de trabajo entre el comedor y la cocina, divididos por una puerta de vidrio repartido. Se trata de un mueble revestido en madera combinado con laca grisácea retroiluminado, con espacio de guardado.
FUENTE: Liliana Carbello – www.clarin.com