El pasado 22 de abril se produjo el desprendimiento de mampostería de un edificio antiguo ubicado en San Luis al 500 que impactó sobre dos autos estacionados. Desde hace unos años, Rosario3 le da cobertura a situaciones similares: molduras, perfiles, relieves se caen a pedazos sobre las veredas.
La Municipalidad de Rosario, a través de Defensa Civil, interviene ante los desprendimientos – se contabilizaron más de cien acciones en lo que va del año- y luego, Obras Particulares sigue el proceso, exigiendo al titular el arreglo de las roturas.
Pero, ¿qué pasa en el centro de Rosario que se dan estas “lloviznas de cascotes”? ¿Cuál es la rotura social y cultural detrás de estos trozos de material desprendidos que ponen en riesgo a los que pasan?
En Desde la Redacción, la arquitecta Carolina Rainero analizó el fenómeno y expuso su multiplicidad de causas. Profesora e investigadora de la facultad de Arquitectura y Planeamiento de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), es también especialista en conservación del patrimonio cultural y además de haber participado en diversos proyectos e iniciativas en el extranjero, es actualmente representante de la UNR en la Comisión de Patrimonio, del Programa de Preservación y Rehabilitación del Patrimonio. Municipalidad de Rosario.
Rainero se refirió a la complejidad de la conservación edilicia, sobre todo, en tiempos de escasez económica, pero también observó la necesaria intervención del Estado en su promoción a través de un plan que ordene el destino de la ciudad. Y por supuesto, a través de un apoyo económico.
Rosario, como toda ciudad, es un organismo vivo y cambiante. La elección de la zona céntrica como un área distinguida para vivir ha perdido fuerza, de la mano de la inseguridad, y con ello, la valorización del patrimonio. Esta modificación, según Rainero, se combina con una formación profesional donde “construir desde cero” parece ser la mejor alternativa.
FUENTE: www.rosario3.com