Club Lucero, un jardín bar con cine al aire libre (Nicaragua 6098, Palermo)
Un jardín en pleno Palermo, ideal para ir de noche y degustar un exquisito trago de autor o disfrutar de una buena película bajo una increíble Ampelopsis, la planta trepadora protagonista del lugar. Abierto hace cuatro años por las guionistas y directoras de cine Luz Orlando Brennan y Agustina Trincavelli, el espacio, que antes funcionaba como un viejo club de bochas, tiene una vegetación salvaje y tropical con mesas y sillas de cañas que le aportan un toque cubano. El menú ofrece distintas opciones vegetarianas, picadas, sándwiches y ensaladas pero lo mejor son los drinks especiales de la casa, como el Fresco con sake, eneldo, miel de maracuyá y pepino.
El jardín francés del Museo de Arte Decorativo (Av. Del Libertador 1902, Barrio Norte)
Este palacio, construido a principios del siglo XX que perteneció a la familia Errázuriz Alvear, es una obra del arquitecto francés René Sergent y su jardín fue diseñado por el paisajista francés Achille Duchêne. Luego la propiedad pasó a manos del Estado Nacional, se convirtió en la sede del Museo Nacional de Arte Decorativo y en 1994 los paisajistas Carlos Thays y Jorge Bayá Casal fueron convocados para poner en valor el espacio exterior.
El jardín tiene un trazado clásico francés con ejes bien marcados: senderos, fuente, parterres de broderie y setos podados. La plantación es la misma del diseño original y se pueden encontrar especies como boj (Buxus sempervirens), laurel comestible (Laurus nobilis), Cupresus sempervirens y Begonia semperflorens, entre otras. Luego de recorrer el museo y su jardín, una buena opción es sentarse en alguna de las mesas de Croque Madame Café, abierto de 10 a 24, con un menú que tiene opciones para almorzar, tomar un café o cenar.
Lectura bajo un Ginkgo biloba (Charlone 201, esq. Santos Dumont. Chacharita)
Falena es una librería sin vidriera que funciona dentro de una casona antigua de esquina, construida en 1930. Especializada en libros seleccionados de arte, música, teatro, tradiciones y narrativa, tiene un patio verde que vincula los dos sectores de la librería donde su principal habitante es un silencioso y bellísimo Ginkgo biloba.
Las paredes del patio de Falena están cubiertas de una trepadora Ampelopsis y las copas de los paraísos y fresnos de la vereda acompañan con su follaje la vegetación de este rincón verde escondido en el barrio de Chacarita. El espacio tiene unas pocas mesitas para que los visitantes puedan detenerse en un ambiente íntimo y relajante a ojear los libros a la venta, curados por su dueña, la santafecina Marcela Giscafré.
El jardín oculto de una mansión (Paraná 1048, Recoleta)
La residencia donde hoy funciona el restaurante Milion fue construida en 1913 y perteneció a los Allemand, una familia de origen alemán que, al no tener hijos, la dio en herencia a una sobrina. La joven vivió sola en este caserón de cuatro pisos hasta que murió en 1992. Luego la casa estuvo cerrada durante siete años hasta que, con un acuerdo de los herederos, se comenzaron a realizar las distintas tareas de restauración. Hoy Milion es un lugar de encuentro para disfrutar de día o de noche, donde funciona una tienda de productos gourmet recientemente inaugurada, un restaurante y un bar. En el jardín hay una pérgola con enredaderas, un rosal, un níspero centenario y distintas especies tropicales en antiguos maceteros de cemento. Las mesas están dispuestas entre toda esta vegetación, creando un ambiente distendido e íntimo donde se puede ir a desayunar, degustar un exquisito brunch o cenar.
Una pausa en el corazón de Palermo Hollywood (Honduras 5860, Palermo)
El hotel boutique Home esconde un pequeño jardín que funciona como un oasis verde en uno de los barrios más trendy y activos de la ciudad. Rodeando una pileta de uso exclusivo para los huéspedes, el espacio exterior fue diseñado por las paisajistas Chunchuna Villafañe y Clarita Rivello. Las pocas mesas del restaurante, que ofrece un menú de brunch all day abierto al público, están distribuidas por todo el jardín donde llama la atención un bellísimo cerezo (Prunus serrulata) que florece todos los años a fines de octubre, un palo borracho (Ceiba speciosa), y distintas especies como equisetum, geranios o dama de noche. Súper recomendado para ir a trabajar con la computadora o para aquellos que buscan un lugar lejos del barullo citadino para tener una charla sin apuros o leer un libro, este es, sin dudas, el secreto mejor guardado de la zona.
FUENTE: Camila Bretón – www.lanacion.com.ar