Desde hace poco más de un lustro (y en algunos casos más tiempo aún), con los estudios y diseños para alcanzar algún día el vehículo de conducción 100% autónoma, con el que se cumpliría la premisa de “cero accidentes en el tránsito” al eliminarse de la ecuación el factor humano (causante de un 93% de los siniestros), las automotrices han desarrollado una serie de dispositivos que se engloban dentro de las siglas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems); es decir, sistemas avanzados de asistencia al conductor.
Como su nombre lo indica, son dispositivos que ayudan al conductor a disminuir su margen de error en el manejo y en muchos situaciones evitar incidentes, pero de ninguna manera deben considerarse un piloto automático: la responsabilidad sigue siendo de la persona que conduce.
Sin embargo, luego de avances hoy comunes, como el cinturón de seguridad; los airbags; el ABS (antibloqueo de las ruedas en las frenadas); los controles de estabilidad (ESP) y tracción (TCS), que “obligan” al vehículo a no perder o recuperar la trayectoria en curvas o maniobras bruscas, los ADAS son la nueva generación de dispositivos de seguridad activos que, por fortuna, ya incluyen hasta vehículos de gamas pequeñas y medias, SUV de toda laya y hasta pickups y camiones.
En el mercado argentino se comercializan varios modelos que ofrecen algunos de estos ADAS, por lo que conviene estar atentos cuando se va a adquirir un 0km, porque resultan valiosos y útiles. Así, repasamos aquí cuáles son y para qué sirven.
– Detección y alerta de punto ciego (BSD, Blind Spot Detection): este sistema nos avisa de la presencia de otro vehículo (auto, moto, bicicleta) en nuestros laterales traseros y quizás fuera del ángulo de visión a través de los retrovisores. La alerta, por lo general mediante una señal lumínica en el propio retrovisor o en el parante delantero, actúa cuando dicho vehículo nos está sobrepasando o nosotros movemos el auto hacia ese costado; también funciona en las curvas. Muchos vehículos lo tienen solo a la derecha, pero otros lo ofrecen en ambos lados.
– Alerta de cambio involuntario de carril (LDW, Lane Departure Warning): uno de los primeros ADAS en incorporarse a los automóviles. Mediante sensores infrarrojos o cámaras, el sistema censa las rayas (punteadas o continuas) de los carriles de autopistas y rutas; si nos distraemos y el auto se va desplazando fuera del carril o intentamos cambiar de mano sin activar la luz de giro, una alerta sonora y/o visual (también puede ser una vibración en la butaca) nos avisará que debemos rectificar la trayectoria.
– Asistente de mantenimiento de carril (Lane Assist): este sistema interviene la dirección. Si el vehículo tiende a salirse del carril por el que circula, sin que se haya activado el intermitente de giro, la dirección fuerza el volante centrando el auto de nuevo en el andarivel. Si es el propio conductor el que gira el volante (siempre sin activar el giro), ofrece cierta resistencia al movimiento hasta que el sistema detecta la intención del que maneja y libera el volante para permitir completar la maniobra.
– Asistente de cambio de carril (Lane Change Assistance): al activar la luz de giro para cambiar de andarivel, este dispositivo utiliza radares laterales para verificar que haya espacio suficiente para hacerlo (respecto, por ejemplo, de un auto que va por delante) y que no se aproxima otro vehículo por detrás a mayor velocidad.
– Alerta de tránsito cruzado: aviso sonoro muy útil para salir marcha atrás en forma perpendicular (estacionamientos de supermercados o shoppings) porque nos advierte de la presencia de un vehículo u objeto (incluidos peatones) en nuestra trayectoria. Este dispositivo no invalida la necesidad del conductor de mirar hacia atrás por los espejos o utilizar las imágenes de la cámara de retroceso (muchas de las cuales incluyen guías activas o móviles que predicen la trayectoria de nuestro auto).
– Asistente de cruce: este sistema fue diseñado para evitar los choques en las intersecciones urbanas. El sistema trabaja con una cámara del tipo gran angular y radares para determinar la posibilidad de colisión con un vehículo que se desplaza por una calle perpendicular a la que circulamos.
– Control de crucero adaptativo (ACC, Adaptative Cruise Control): es un dispositivo desarrollado para ayudarnos a mantener una distancia segura con el vehículo que nos precede (por lo que interviene tanto al acelerador como a los frenos), al tiempo que nos mantiene dentro de los límites de velocidad de la vía por la que circulamos. Básicamente, el sistema ajusta automáticamente la velocidad de nuestro vehículo a la del que va adelante, además de fijar una velocidad constante sin apretar el acelerador (al hacerlo o frenar se desactiva). Como con cualquier ADAS, el conductor debe estar atento al comportamiento del auto.
– Limitador de velocidad adaptativo: hace unos años el conductor debía fijar este tope de velocidad máxima, pero los nuevos sistemas la regulan en forma automática basándose en la lectura de las señales de tránsito y/o en la información del sistema de navegación nativo del rodado.
– Alerta de colisión frontal (FCW, Front Collision Warning): mediante señales acústicas y/o lumínicas en el tablero, este sistema nos advierte que por la velocidad que trae nuestro vehículo y la distancia respecto del que nos precede estamos en una situación de posible colisión (algo frecuente, por ejemplo, en salidas de autopistas o frenadas bruscas). Esto es solo un aviso, el conductor debe frenar o regular la velocidad a la del tránsito.
– Freno autónomo de emergencia (AEB, Autonomous Emergency Brake): en general, es un sistema de radares y cámaras que trabaja asociado con el FCW que, en el caso que el conductor esté distraído o no responda a la advertencia de posible colisión, frena automáticamente el vehículo, reduciendo la velocidad o deteniéndolo completamente. Este dispositivo es muy útil ante una frenada brusca del auto que va por delante (en ese caso, muchos sistemas activan automáticamente las balizas para advertir a los conductores que vienen detrás) y muy especialmente en la ciudad a baja velocidad (por eso, los primeros se denominaban city brake, porque funcionaban a pocos km/h, evitando colisiones menores con vehículos detenidos). En la actualidad, los más avanzados disponen de detección de peatones, ciclistas y hasta animales al frente; esta capacidad les permite advertir al conductor de su presencia y eventualmente frenar a cero para evitar atropellar a la persona a pie o en bici. Se trata quizá del ADAS más importante para disminuir la cantidad de víctimas por causa de distracciones al volante. Otros sistemas de vanguardia de este tipo intervienen en la dirección para evitar o mitigar la gravedad del impacto, ayudando a realizar maniobras evasivas y recuperar la estabilidad de la unidad (mediante el ESP).
– Aviso de fatiga: este dispositivo controla las acciones del conductor para evaluar si maneja el vehículo en forma activa. Si juzga que no lo hace emite una advertencia sonora y/o visual en el tablero. Otros sistemas (desarrollados en primera instancia por los fabricantes de camiones) verifican el movimiento de los ojos y la posición de la cabeza del conductor para detectar la posibilidad de fatiga y/o somnolencia.
– Control de descenso de pendientes (HDC, Hill Descent Control): si bien se desarrolló para los vehículos todoterreno, lo cierto es que este sistema que actúa sobre los frenos y el freno-motor para retener el vehículo en una pendiente en descenso, hoy lo incluyen hasta sedanes y hatchbacks, siendo casi universal entre los modelos que tienen transmisión automática. Se activa con un botón en el tablero o la consola.
– Control de arranque en pendiente (HSA, Hill Start Assist): hoy también casi universalizado en los vehículos con caja automática, mantiene frenado el vehículo aunque soltemos el pedal de freno durante unos tres segundos o hasta que presionemos el acelerador, estando detenidos en una pendiente. El conductor no debe activarlo, el sistema actúa en forma automática. También utilizado en algunos modelos con caja de velocidades manual, releva al conductor de la retención del vehículo mediante la modulación simultánea del acelerador y el embrague (que tanto les cuesta a los principiantes) y/o la utilización del freno de estacionamiento.
– Cámaras 360° con Top View: cuatro cámaras (adelante, en cada retrovisor lateral y la trasera) permiten una visión de lo que ocurre alrededor del vehículo (360°), de manera tal que resulta un componente muy importante para evitar objetos y/o personas en maniobras de estacionamiento u otras en reversa. En algunos sistemas, este conjunto visual incluye la función Top View (o “vuelo de pájaro”, como también se la llama), una representación virtual cenital de las imágenes de dichas cámaras, que nos permite ver el vehículo y los objetos alrededor desde arriba. Los dispositivos más avanzados de este tipo también pueden incluir la visión transparente: una representación visual donde la carrocería del auto no impide ver los objetos. Las vistas se pueden cambiar con un switch o desde la pantalla táctil con facilidad. Todo esto se conjuga con los ya comunes sensores de estacionamiento en los paragolpes delanteros y traseros, y en los guardabarros laterales.
– Estacionamiento semiautomático (Park Assist): estacionar, ya sea en forma paralela o perpendicular, es una maniobra que complica y estresa a no pocos conductores. En auxilio de ellos se desarrolló este asistente activo de ayuda. Por lo general, se activa con un botón en el tablero o la consola; desde ese momento los sensores laterales van midiendo el espacio que hay entre los vehículos estacionados y, si encuentran uno suficiente para el tamaño de nuestro rodado, nos indicará cómo ubicarlo. Luego, solo nos ocuparemos del acelerador, el freno y de poner la marcha adecuada (reversa, primera o D, si es automático) y le cederemos el volante. El asistente hará la maniobra por nosotros y nos alertará con señales acústicas y visuales qué debemos hacer en todo momento. También puede estacionar perpendicular (por ejemplo, en un estacionamiento de supermercado), que suele conectarse con una segunda pulsación del botón de activación o seleccionarlo de una lista en el tablero. Ya hay modelos que incluyen asistentes de estacionamiento totalmente automáticos, con lo que ni siquiera es necesario estar dentro del auto.
– Frenado automático post colisión (MCB, Multi-Collision Braking): este innovador sistema ayuda a prevenir o reducir la gravedad de un segundo impacto que puede producirse luego de uno previo, debido a que el vehículo sigue moviéndose por inercia muchas veces fuera del control de conductor (podría cruzarse de mano, chocar un auto en otro carril, etcétera). La fuerza del primer choque (medida por los sensores de los airbags) activa el sistema que frena en forma controlada o bloquea totalmente las ruedas para que el vehículo no se desplace (por lo que trabaja en conjunto con el ABS y el ESP). Si el conductor está consciente puede recuperar el dominio de la unidad pisando el freno o el acelerador; en caso contrario, el MCB detendrá el vehículo en la distancia más segura posible como ya fue descripto. Este sistema también apunta a evitar los choques en cadena en las autopistas y rutas.
FUENTE: Gabriel Tomich – www.lanacion.com.ar