La bicicleta dejó de ser una moda. Tampoco es una tendencia o el furor de una temporada. El ciclismo urbano llegó para quedarse y ya es parte de los hábitos cotidianos en las grandes ciudades del país. El uso de la bicicleta para recreación y transporte, que desde hace años se instaló en las más importantes capitales del mundo, recibió un fuerte envión durante la pandemia y así logró un crecimiento descomunal.
Según estadísticas del Gobierno de la Ciudad, de cada diez viajes que se hacen en Buenos Aires, uno es en bicicleta, más del doble de los que se hacían antes de 2020. También se duplicaron las consultas en Google Maps referentes a trayectos en bicicleta. De acuerdo a los datos que ofrece la plataforma, las búsquedas de rutas para bicicletear ubican a la Argentina en tercer lugar en Sudamérica, detrás de Brasil y México, y a Buenos Aires como la décimo- segunda ciudad a nivel global.
Pero el boom del ciclismo urbano no es exclusivo de las calles porteñas. Las principales ciudades del país también reflejan esta tendencia. Rosario, por ejemplo, cuenta con 200 kilómetros de ciclovías y un programa de alquiler de bicicletas con más de sesenta estaciones y cerca de quinientas bicis activas. La ciudad de Córdoba suma 111 kilómetros de ciclovías, y Mendoza, 150. Y en Mar del Plata, la cuarta ciudad más poblada de Argentina, si bien no tiene bicisendas están en proceso de construir 79 kilómetros.
“La explosión por el ciclismo urbano ya se venía dando en Europa y Estados Unidos desde hacía por lo menos diez años. Tiene que ver también con la toma de conciencia de la sociedad por los hábitos saludables, como mejorar la alimentación y practicar deportes”, explica Maximiliano Minoli, uno de los dueños de la cadena de bicicleterías Goldenbike.
Esa tendencia tomó un impulso desmesurado a partir de 2020. El encierro pandémico, el transporte público limitado y la necesidad de hacer actividades al aire libre pusieron al ciclismo urbano entre los primeros lugares de las prioridades. “Lo único que se podía hacer era andar en bici”, sintetiza Minoli.
Y así fue. Las ventas de rodados se multiplicaron, en todos los barrios aparecieron nuevas bicicleterías y las bicisendas se poblaron de novatos que se animaron a esa aventura de pedalear. El encargado de un local en Caballito, a pocas cuadras del Parque Centenario, es contundente: “Durante los primeros tiempos de la pandemia estábamos saturados. Había clientes que nos llamaban por una reparación y le teníamos que dar un turno para un mes después, una locura”.
En el local de Villa Urquiza de Goldenbike, por ejemplo, llegaron a vender más de cien bicicletas en un solo día. Hubo jornadas que tuvieron que cerrar el local a las diez y media de la noche por la alta demanda. Y se empezó a dar una imagen inusual: gente que hacía cola para comprar una bicicleta. “Los únicos negocios abiertos eran las farmacias, los talleres mecánicos y las bicicleterías”, recuerda Minoli.
A trabajar. Las bondades de moverse en A trabajar. Las bondades de moverse en bicicleta son notables: es un hábito saludable, colabora con el cuidado del medioambiente y descongestiona el tránsito. Por eso, muchos usuarios empezaron a usar la bici para ir a trabajar o a estudiar. La postal de un muchacho con saco y corbata pedaleando por la avenida Corrientes no es una rareza. Los que ya se animaron, enumeran las ventajas: evita el estrés de los viajes en transportes públicos en horas pico, se gana tiempo y además es más económico.
Las ciclovías en las avenidas Córdoba y Corrientes fueron determinantes para que los ciclistas se movilicen hasta el Centro de la Ciudad. Un año después de que las habilitaran, la cantidad de ciclistas que utiliza Córdoba había crecido un 350%, y los que van por Corrientes se triplicó.
En subida. Es la ley del mercado: cuando hay mucha demanda, los precios suben. Durante 2020 ocurrió eso con las bicicletas. El crecimiento de las ventas se reflejó en un aumento desmedido de los rodados. “Los precios se dispararon, es cierto –explica Minoli–. Lo bueno es que ahora hace un año que no aumentan y todavía se tienen que acomodar.”
La explosión en las ventas posicionó a Goldenbike como la mayor cadena de bicicleterías del país. El negocio creció exponencialmente. Hace un año, por ejemplo, arrancaron con las franquicias y ya tienen más de treinta vendidas. En plena pandemia facturaron mil millones de pesos, pero lo notable son las proyecciones: para 2022 buscan triplicar esa cifra. En el Gobierno de la Ciudad estiman que los 400 mil viajes en bicicleta que se realizan por día lleguen a un millón en 2023. Para eso apuestan a terminar la bicisenda en Avenida del Libertador y que las ciclovías alcancen los 300 kilómetros.
A pedalear, entonces. Bienvenido el ciclismo urbano. Más que una tendencia, un cambio cultural.
Un impulso que ya lleva diez años
El incentivo del uso de la bicicleta como medio de transporte para moverse en la Ciudad es una política estratégica que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires viene impulsando desde hace más de diez años. En este tiempo se creó el primer sistema de bicis públicas del país, 269 km de red de Ciclovías y Bicisendas protegidas e impulsaron un trabajo en conjunto con distintas organizaciones, empresas privadas, universidades, locales comerciales y vecinos que fueron la base para que los viajes en bicicleta pasaran del 0,4% en 2009 a representar el 4% del total de viajes que se realizaban antes de la pandemia (aproximadamente 300 mil viajes).
A finales de 2010 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dio inicio al primer sistema de bicicletas públicas de la Argentina, brindando a quienes se mueven en la Ciudad una nueva alternativa de transporte. Ecobici se inauguró con tres estaciones con atención personalizada, 72 bicicletas y alrededor de cien viajes diarios. Actualmente el sistema cuenta con 270 estaciones, 2.500 bicicletas, 244 mil usuarios validados, y unos 13 mil viajes diarios promedio. Desde que volvió a implementarse el sistema en mayo de 2020 (durante la pandemia) se realizaron más de cuatro millones de viajes.
Luego de la construcción de las ciclovías en avenidas Córdoba y Corrientes, en la actualidad se está emplazando una en la calle Jorge Newbery y otra en la Calle Compartida Libertador.
Con la llegada de la pandemia, durante 2020, la bicicleta cobró un gran protagonismo y fue necesario acelerar proyectos planificados y pensar nuevas soluciones complementarias para acompañar el récord de viajes en bicicleta que se registra en las calles. En el informe de movilidad ciclista de ese año se observa que los viajes diarios en bici crecieron 27% respecto a 2019: pasando de 320 mil viajes diarios a 405 mil viajes en bici (particular y pública) en un día.
FUENTE: Claudio Gómez y Claudio Corsalini – www.perfil.com