Un hombre y una mujer que parecen arrasados por un remolino. Querubines. Hojas de vid. Más querubines. Con más de 35 esculturas, el frente de la Casa Calise, en Once -formalmente Balvanera- es uno de los más decorados de la Ciudad.
No es casualidad. La casa fue diseñada en 1911 por el arquitecto italiano Virginio Colombo, celebrity del Art Nouveau porteño -se calcula que en poco más de 20 años, construyó unas cincuenta edificaciones en Capital-. Y si algo caracteriza al Art Nouveau en Francia -Jugendstil en Alemania o Liberty en Milán-, además de su oposición a los academicismos y su inspiración en las formas de la naturaleza, es su pasión por la belleza.
Se extendió por el territorio porteño, siempre combinado con otras influencias, durante la década de 1910, de la mano de grupos sociales medios y altos, y por barrios entonces pujantes, cercanos al Centro, donde aún había espacio para edificar. Fue el estilo de una inversión y un símbolo de estatus.
De afuera, tiene aires de palacio. Pero la familia Calise, dueña de viñedos en Mendoza -de ahí el nombre del edificio y de ahí las uvas que decoran la fachada- la encargó para alquilar, sin dejar de embelesar.
FUENTE: Judith Savloff – www.clarin.com