Los desarrolladores le encontraron la vuelta a la devaluación y al congelamiento de los créditos UVA. En este momento, aprovechan la oportunidad que abrieron los costos de la construcción, que en un año bajaron hasta un 30%, según Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos.
Todavía esa baja no puede ser aprovechada por quienes quieren comprar, porque no se trasladó a precio. “Hoy no hay compradores, pero hay inversores: los que están dispuestos a capitalizar esta reducción en el costo de la construcción, que genera un contexto bueno para quien esté dispuesto a guardar para cuando el mercado rebote”, señaló, durante un panel del evento de Real Estate organizado por LA NACION.
Lo secundó Marcos Juejati, socio fundador de la desarrolladora Northbaires: “Siempre se dijo que el ladrillo es un refugio de valor, pero es un multiplicador de valor. El que toma la decisión de avanzar en el mercado aun en épocas similares al actual, con el tiempo encuentra que esa decisión es redituable”, apuntó.
Juejati orienta sus proyectos al sector premium. Su colega Sebastián Sommer, MD de Tayron Capital para América Latina, en cambio, apunta a la clase media, y en este momento tiene algunos desafíos más con el congelamiento de los créditos UVA. Sin embargo, se mantiene optimista.
“Quedó demostrado que hay un déficit enorme en los proyectos para la clase media, porque cuando se le dio poder de compra, reaccionó. El problema es que hoy no tiene poder de compra”, resaltó. Agregó que la reglamentación de la Ley de Financiamiento Productivo le dio el puntapié para armar un fondo para invertir en vivienda y hipotecas, un proyecto que desea encarar, adelantó.
FUENTE: www.lanacion.com.ar