El uso de drones para realizar filmaciones aéreas ya es algo común en la industria pesada para inspecciones de plataformas. Las gafas de realidad virtual (VR) se convirtieron en un elemento infaltable en el mundo del entretenimiento, las exposiciones y los eventos. Los tour 360 ya son la norma en la industria del turismo vacacional, así como la animación 3D se utiliza en decoración, y la realidad aumentada en la industria de la moda ¿Porqué entonces al real estate, en general, le cuesta tanto incorporar la tecnología?
Es cierto que en los últimos años se ha dinamitado la capacidad financiera del sector, más enfocado en su subsistencia que en su transformación digital. Sin embargo, la tecnología, vista como una inversión de retorno inmediato, puede no ser el problema, sino la solución. Cada vez son más las voces inmobiliarias que contradicen a la mayoría. “Yo sigo vendiendo”, “En cuarentena seguí tomando reservas”, “Los interesados nunca cayeron”. Todas estas inmobiliarias y desarrolladoras tienen algo en común: el uso de herramientas tecnológicas que los diferencian de la competencia. Y no de ahora, sino desde antes.
Tour virtuales, animaciones 3D, videos 360, virtual staging, plataformas interactivas de venta, filmaciones con drones, así como lo referente a la operatoria en sí misma como firma electrónica, key apps, garantías online, entre otras innovaciones. Las empresas que brindan estos servicios provienen del mundo de la arquitectura, las finanzas, las aseguradoras, los bancos, las escribanías, y por supuesto los organismos públicos de registro y recaudación de impuestos. Pero todas ellas tienen un eje en común: la innovación tecnológica. Estas empresas se encargan desde recrear una experiencia inmersiva para que el interesado no necesite visitar una propiedad, hasta de facilitar la operatoria de venta para que todo se resuelva de forma no presencial, más rápido, más seguro y a un menor costo.
“El que quiere vender, vende”, asegura un broker que en plena cuarentena tomó más de cinco reservas por semana vía firma electrónica, 80% de las cuales contaban con recorridos 360. Sebastián Luna, Director de Operaciones de Xline, empresa que brinda soluciones digitales de venta para la industria del real estate desde hace 15 años, cuenta que según su experiencia comunicar y comercializar un producto con soluciones como desarrollos interactivos, animaciones 3D, o recorridos 360 aumenta un 30% la posibilidad de venta, y acorta los tiempos del proceso de compra en un 50%. “Hace unos meses nuestros productos eran vistos casi como futuristas en algunos mercados, hoy estamos recibiendo un 50% más de consultas en los nueve países donde tenemos presencia. El producto más consultado es iMOD 3D, una plataforma de módulos interactiva que a través de una web (que puede ser vista en cualquier dispositivos) combina la tecnología de un recorrido 360 y la administración de una unidad integrando planos, descripción, características, precios, etc. Esto le permite al bróker tener un manejo exclusivo en tiempo real.
A través iMOD 3D se puede recorrer tanto un proyecto como la totalidad de sus unidades, teniendo en todo momento la orientación de la unidad para apreciar las vistas desde las diferentes plantas, amenidades, información sobre la ubicación del proyecto con puntos referenciales. También es posible desde allí realizar consultas por reservas y concretar una venta, todo esto dentro de la misma plataforma y sin moverse de casa. Es el adiós a los brochure de ventas, listas de precios, planos, etc., y la bienvenida a una nueva forma de experimentar el proceso de venta”, asegura Luna.
Sebastián Gargiulo, CEO de Novaworks, una empresa que brinda soluciones de realidad virtual y realidad aumentada para real estate cuenta que las consultas del sector inmobiliario crecieron luego del aislamiento obligatorio. “El resto de las industrias tienen más naturalizado el uso de tecnología aplicada a la experiencia de compra pero el real estate parece recién estar despertándose. La realidad virtual reemplaza al showroom tradicional haciendo vivenciar al cliente, de una forma inmersiva y fotorrealista, cómo será la propiedad que está comprando. Con realidad aumentada, desarrollamos maquetas en 3D donde el usuario puede interactuar con el emprendimiento accediendo a los planos, multimedia, o realizando reservas. Para el desarrollador, por una fracción del costo de construir un departamento modelo, puede tener la posibilidad de mostrar todas las tipologías disponibles, en cualquier parte del mundo. El broker, por su parte, puede llegar a muchos más clientes, invirtiendo menos tiempo en visitas presenciales. Finalmente, el público cuenta con una idea exacta de cómo será la propiedad que está comprando, reduciendo la incertidumbre y desajustes entre promesa y realidad”, explica Gargiulo.
Jorge Morel Consultores Inmobiliarios es un ejemplo distinto ya que se trata de una inmobiliaria que desarrolló su propia tecnología. “Nuestro desafío era simplificar el proceso de compra-venta en no más de 2 o 3 pasos. Para eso decidimos desarrollar nuestro propio software de Firma Electrónica, lo que nos permitió acortar tiempos y brindarle la posibilidad al cliente de avanzar sin tener que moverse de su casa. El sistema es muy simple, el cliente ingresa al sitio web, completa sus datos y luego lee la documentación correspondiente. Para finalizar, firma electrónicamente, ya sea con el dedo desde un smartphone o con el mouse desde cualquier computadora”, cuenta Jorge Morel, fundador de la inmobiliaria homónima.
Latinoamérica aún está lejos de países como Estados Unidos y el Reino Unido, líderes en tecnología aplicada al real estate, sin embargo en los últimos años ha mostrado un notable avance sobre todo en países como Chile y Brasil. “Desde antes de la pandemia, Estados Unidos ya contaba con un proceso de digitalización importante. Todo el circuito puede ser no presencial si uno lo desea. Desde las herramientas de visita virtual hasta la operatoria. Allí el mail es un documento legal, y por esa vía se puede concretar fácilmente la compra de una propiedad”, cuenta Andrés Goldenberg, CEO de Spider, una proptech de inversiones inmobiliarias en Estados Unidos.
Andrés Aller, CEO de Aller&Co, especialista en consultoría internacional legal e impositiva, coincide con Goldenberg y agrega que en países como Estados Unidos uno puede crear una sociedad, abrir la cuenta bancaria, solicitar el CUIT, y finalmente presentar los impuestos sin salir de Argentina. “Para la constitución de sociedades se usa mucho Docusign, donde el documento ya viene encriptado, se firma, y se envía para su registro. En lo que se refiere a presentación de impuestos ante la IRS se toman válidos para ciertas presentaciones tanto el Adobe Acrobat Reader, que tiene una sección de firmas digitales, como las herramientas de Docusign, entre otros softwares. Es un país comprometido con la tecnología, donde no solo el sector privado invierte sino que el Estado acompaña”, asegura Aller.
“En Argentina, el desafío que tenemos por delante es asimilar que la tecnología ya no es una opción sino un factor de supervivencia del negocio. Debemos entender también que no es un gasto sino una inversión, que puede reducir costos operativos y facilitar el proceso de venta. Este tiempo de aislamiento seguramente le terminará de abrir los ojos a los más escépticos. Mientras tanto, los que ya venían invirtiendo en soluciones tecnológicas desde hace años hoy están sacando ventaja”, concluye el COO de Xline.
FUENTE: www.clarin.com