En la actualidad más de la mitad de los seres humanos vivimos en ciudades y los pronósticos apuntan a que el año 2050, 7 de cada 10 personas tendrán su hogar en una gran urbe.
Teemu Alexander Puutio, investigador de la Universidad de Turku, en Finlandia, ha estudiado durante años el tema y entre sus conclusiones proyecta que las ciudades jugarán un papel mucho más importante del que tienen en la actualidad.
En conversación con BBC Mundo, Puutio plantea una visión más bien optimista del futuro a largo plazo de las grandes urbes.
Según el investigador, la geografía no será un impedimento para que se generen “poderosas alianzas urbanas internacionales”, se creen trabajos que todavía no existen, los emprendedores funden sus propias “micromultinacionales” y aumente la “soberanía urbana” para frenar la corrupción.
Estas son algunas de sus predicciones de cara al futuro.
La “Generación C” reinventará el trabajo
La llamada “Generación C”, también conocida como generación conectada, incluye a los que que nacieron en un mundo digital y ocupan gran parte de su tiempo online.
Algunos dicen que se trata de los sucesores de los millennials y otros especialistas consideran que esta clasificación no tiene que ver con la edad, sino más bien, con el nivel de producción de contenidos digitales que suben a la red.
En cualquier caso, la Generación C trabajará en línea, algo que impactará el funcionamiento y el diseño de las ciudades.
Algunos de los trabajos del futuro aún no se han creado, pero otros se están expandiendo poco a poco en internet, como es el caso de los “entrenadores personales digitales” o los “acompañantes digitales”, que son personas reales que cobran por jugar contigo un videojuego o por otros servicios en la red.
“Lo interesante es ver cómo esos servicios son entregados globalmente y sin restricciones geográficas, con el ancho de banda es la única limitación”, dice Puutio.
“Este tipo de libertad -de hacer el trabajo online- permitirá que la Generación C asuma la movilidad física de una manera mucho más personal. En vez de trasladarse al trabajo, ellos se trasladarán a vivir a comunidades donde se sientan identificados con el resto de las personas”.
“Esta puede ser la mayor promesa de la digitalización en el largo plazo”, agrega el investigador.
La economía local será más importante
Dado que las ciudades se han vuelto cada vez más independientes de los poderes centrales y generan una mayor riqueza e innovación que los recursos que consumen, se han transformado en una especie de laboratorios para la búsqueda de soluciones difíciles de abordar a gran escala.
Por otro lado, también son generadores crimen, enfermedades y desigualdad.
Pero bajo el prisma optimista de Puutio, las ciudades van a crear más oportunidades para sus habitantes porque son ecosistemas que pueden ahorrar recursos en determinadas áreas.
“Las ciudades desperdician menos recursos per cápita en infraestructura y servicios. Eso las hace idealmente buenas para entregar soluciones realistas a los grandes desafíos globales”, dice Puutio.
“Las ciudades son la única solución realista para proveer viviendas a una población que se espera llegue a los 9700 millones de personas al 2050”.
Su punto de vista es que la digitalización permitirá que aumenten las posibilidades de solucionar esos problemas.
En la misma línea, los efectos negativos del crecimiento, como el daño medioambiental, tenderían a disminuir con el desarrollo de nuevas tecnologías y nuevos métodos de producción.
Las “micromultinacionales” se expandirán por el mundo
Micromultinacionales son las compañías que nacen -desde su origen- como empresas globales. Es un concepto tan amplio, que cualquier negocio pequeño que vende sus productos a miles de kilómetros de distancia a través de una plataforma digital, cabe dentro de esta categoría.
Estas empresas serán tan comunes que “lo más probable es que el concepto micromultinacional se volverá poco a poco redundante”, dice Puutio.
“En la medida que las plataformas digitales crezcan y las rutas de distribución internacional sigan desarrollándose, cualquier compañía, sin importar su escala, puede comenzar a conquistar el mundo, solo teniendo el producto o la idea adecuada”.
Las ciudades tendrán mayor liderazgo que las naciones
Se van a generar “poderosas alianzas urbanas internacionales” en relación a intereses comunes, dice el investigador.
La aparición incipiente de esta tendencia es visible, según Puutio, en organizaciones como la Liga Nacional de Ciudades de Estados Unidos o el Parlamento Global de Alcaldes, donde las autoridades locales han creado vínculos que van más allá de la cercanía geográfica o las ideologías políticas.
“Alcaldes que van desde Bavaria hasta Punjab están creando oficinas independientes de promoción de inversiones con una apuesta competitiva por atraer flujos de capitales y turismo”.
Por ejemplo, aunque no hay paralelos significativos entre el Reino Unido y Turquía, los votos opositores en Londres, Liverpool y Manchester en el Brexit (referendo sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea) fueron motivados por fuerzas similares a los votos de oposición en Estambul, Ankara o Izmir en el referendo constitucional en Turquía”, comenta.
Incluso en Estados Unidos, señala el experto, está naciendo un nuevo mundo de urbes globales. “Nueva York y San Francisco se comprometieron con el Acuerdo de París sobre cambio climático, junto a otras 380 ciudades, pese a que su propio país lo rechazó”.
“La digitalización promete hacer que lo bueno sea mucho mejor”, según Puutio, argumentando que en “ciudades inteligentes” como Tallin, Singapur o Ámsterdam, los gobiernos locales ya tienen una relación digital directa con las personas a la hora de firmar contratos, votar o pagar impuestos.
Aumentará la “soberanía urbana” para frenar la corrupción
Gracias a internet y el acceso cada vez más abierto a la información, los ciudadanos tendrán más herramientas para exigir rendición de cuentas a sus gobiernos locales con un mayor poder de fiscalización de sus representantes.
“La corrupción, la ineficiencia o el menosprecio de la opinión pública se volverá mucho más difícil de sostener en un futuro donde la información fluye libremente”, dice.
“Dudo que en el futuro los malos alcaldes puedan mantenerse en sus puestos por mucho tiempo”.
La predicción de Puutio es que la discusión sobre el poder económico comenzará a desplazarse hacia las ciudades y no se quedará únicamente en las capitales.
“Es difícil que podamos ver lo significativo de estos cambios en el transcurso de nuestras vidas. Sin embargo, estoy seguro de que podemos apreciar que los Estados y gobiernos están siendo reemplazados a un ritmo mucho más rápido que hace unos siglos atrás, cuando los dirigentes eran prácticamente intocables”.
FUENTE: lanacion.com.ar