Luego de años en los que sólo los veíamos “desde afuera”, en ciudades europeas o asiáticas, finalmente los autos híbridos o eléctricos comenzaron a desembarcar tímidamente en nuestro país. Hay que reconocerlo, su complejidad técnica y la falta de infraestructura para su recarga –en el caso de los eléctricos o híbridos-enchufables- son dos de las principales falencias para que puedan convertirse en productos masivos. La otra dificultad tiene que ver con su precio, bastante por encima de los vehículos convencionales. Pero, lentamente, junto con su mayor oferta, también se están empezando a tomar iniciativas para promocionar su utilización, argumentando su menor –o nulo- nivel de emisiones, en línea con las políticas implementadas en varios países.
Como primera medida, vale recordar que en 2017 se reglamentó la baja de impuestos de importación para vehículos híbridos o eléctricos extrazona que pasaron a tributar en lugar de un 35% de arancel a un 5% o 2% respectivamente. El Gobierno habilitó cierta cantidad de cupos para su importación a las Terminales Automotrices radicadas en el país y a partir de este año también se aplicó para las marcas agrupadas en CIDOA.
Más recientemente, mediante el artículo 373 del Código Fiscal y la Resolución Nº185 de AGIP, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires reglamentó la exención del pago de patentes para este tipo de automóviles, pero no es el único distrito del país donde rige esta medida.
Mendoza es uno de los casos: la provincia cuyana incorporó 18 buses eléctricos, convirtiéndose así en la que posee la mayor flota de este tipo en Argentina. Como resultado de un acuerdo entre el gobierno mendocino y la empresa Andesmar, el operador local de buses Sociedad de Transporte de Mendoza (STM) y la compañía fabricante de colectivos eléctricos BYD, se importó esta flota de unidades, que entre sus características se destacan los frenos regenerativos, baterías de hierro fosfato no tóxicas y a prueba de fuego, autonomía de 250 kilómetros y capacidad de alcanzar los 100 km/h. Además, están equipados con aire acondicionado y asientos para 26 pasajeros, con espacio para 57 personas de pie y silla de ruedas.
Adicionalmente, la provincia también eximió del pago de la mitad del impuesto automotor a quienes poseen o adquieran un vehículo híbrido (Resolución Nº13 de la Administración Tributaria de Mendoza).
Otro caso ejemplar es el de la provincia de Santa Fe: el año pasado aprobó una regulación por la cual los autos eléctricos fabricados allí no pagarán patente por 10 años. Esta normativa está destinada a promover beneficios para la radicación de empresas que produzcan vehículos a electricidad, hidrógeno, biodiesel o etanol. Además, existe un proyecto para producir allí ómnibus eléctricos para el transporte en la ciudad de Rosario.
Sin embargo, la pionera en implementar beneficios impositivos para vehículos de cero o bajas emisiones fue Neuquén: la provincia fue la primera en sancionar, a comienzos de este año, la exención del pago de patente a los autos eléctricos gracias a una ordenanza del Consejo Deliberante.
La sede local de FIA Latinoamérica elaboró un informe en el que se detallan estas medidas y se analiza su impacto de cara a los próximos años en relación al impacto ambiental que representan los vehículos impulsados por motores de combustión interna: «Los vehículos eléctricos facilitan la sustitución del transporte de combustibles fósiles a nivel global, ya que casi el 30% de los gases de efecto invernadero del mundo provienen del transporte y la movilidad. A su vez, la Organización Mundial de la Salud estima que 360 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición incapacitante, siendo la exposición al ruido excesivo del transporte es una de las principales causas», explicó al respecto Pablo Azorín, Jefe de Seguridad Vial y Medio Ambiente de esta entidad.
Por su parte, Diego Cosentino, Gerente Regional de FIA Latinoamérica, destacó: «Los vehículos eléctricos son solo una parte dentro de un ecosistema que incluye la accesibilidad a una infraestructura de recarga rápida y fiable, el refuerzo de la red, la integración de la generación y el almacenamiento de energía renovable. En este sentido, las empresas de servicios públicos tendrán un papel vital que desempeñar ya sea en promoción de tarifas y suministro de electricidad para equilibrar la oferta y la demanda de energía con la creación de un sistema limpio y adecuado».
FUENTE: 16valvulas.com.ar