Las peatonales volvieron a transformarse y a vivir en un horario atípico. La Municipalidad y el comercio de la zona reeditaron ayer un modelo que ya es éxito asegurado y demostraron que la presencia de los rosarinos en el espacio público puede redundar en buenos resultados económicos, de seguridad, gastronómicos y hasta culturales. Un combo perfecto.
La Noche de las Peatonales, entre las 18 y las 24, no solo sirvió para que los locales de ambos corredores abrieran. Fue más que eso: una fiesta con puestos de comida en toda la zona, ferias, bandas y recitales. La iluminación sumó un aspecto agradable al deprimido sector que el municipio busca revitalizar.
Resultados a la vista
Desde el punto de vista económico, las ventas se incrementaron en términos nominales un 70% respecto a un sábado sin actividades. Según un relevamiento realizado durante las primeras 3 horas, se experimentó una suba de comensales del 50% en los locales gastronómicos ubicados entre Tucumán, Belgrano, Mendoza y Oroño.
En el caso de los puestos de comida de la plazas, principalmente 13 food trucks, se supo que emitieron más de 7 mil tickets.
En esta edición se sumaron espacios comerciales y se reforzó la oferta gastronómica mientras se multiplicaron las actividades culturales con intervenciones y música al paso, entre ellas las caminatas para redescubrir la riqueza histórica y arquitectónica, una cuestión que los más jóvenes disfrutaron ante el hecho de desconocer parte de la idiosincrasia rosarina puesta de manifiesto a través de las construcciones.
Además, se pudieron recorrer las ferias a lo largo de Córdoba y San Martín. Las galerías ofrecieron actividades para toda la familia.
En paralelo, se dispuso una serie de cortes y desvíos en el tránsito, con modificaciones temporarias en distintas líneas del transporte urbano de pasajeros y medidas excepcionales de estacionamiento. Así, el sistema Mi Bici, Tu Bici fue gratuito.
María, de tres años, se divertía con un payaso, mientras su mamá vibraba con la música de Coki en la plaza Montenegro y, más allá, el público redescubría la Biblioteca Argentina a la vez que chefs demostraban sus dotes culinarios en plena vía pública.
Testimonios
“Qué lindas que son esta calles cuando ofrecen tantas opciones de disfrute”, dijo Marita, desde la esquina de Córdoba y Mitre, y pidió que cada fin de semana se repita la acción.
Juan estaba feliz y lo expresó ante La Capital: “Vivo en el centro y no puedo creer que no tenga que alejarme para disfrutar de una fiesta así. La noche suma un montón a esta zona que lo necesita, pero debo ser realista y decirte que de día se observa el deterioro edilicio y del mobiliario público que a esta hora se disimula”.
FUENTE: Pablo R. Procopio – www.lacapital.com.ar