Mientras la peatonalización del área central de la Ciudad sigue avanzando y promete extender el horario de restricción vehicular para 2019 en 259 cuadras, entre las 9 y las 18, ahora se supo que se crearán nuevas áreas para peatones y hasta evalúan bajar las velocidades máximas en calles y avenidas. El proyecto se conoció en Bogotá, en donde se realiza la edición número 19 de la Conferencia Internacional Walk 21, un encuentro para promover las ciudades caminables del que participan más de 100 urbanistas de todo el mundo.
El proyecto se difundió durante el panel Construyendo Ciudades Caminables, del que participó Paula Bisiau, subsecretaria de Movilidad Sustentable y Segura de la Ciudad. Durante su exposición, Bisiau explicó que el estudio del plan “Buenos Aires Camina” está avanzado y que se sumarán otras áreas del Gobierno porteño. Y agregó que esperan concretar los primeros espacios de este tipo en 2019, en lo que sería la primera etapa de un proyecto que se extendería hasta 2023.
Además, la funcionaria dijo que el paso inicial para reducir velocidades máximas se dará en la primera de las “áreas 30”, en Villa Real, en donde esperan tener lista la obra para ampliar espacios peatonales y de señalética para fines de noviembre, con lo que las nuevas normas podrían comenzar a aplicarse en diciembre. Allí, la máxima en calles pasará a ser de 30 kilómetros por hora.
Aunque se harán intervenciones en calles y avenidas para crear circuitos caminables, las obras no serán como las de peatonalización del área central. Lo que se haría ahora sería ensanchar veredas, modificar los cruces peatonales y hasta cambiar las luminarias, entre otras cosas. El fin es crear circuitos que por un lado mejoren la experiencia e incentiven a caminar Buenos Aires, y por el otro contribuyan a concientizar sobre la importancia de otorgarle la prioridad a los peatones para reducir el número de muertos por siniestros viales en la calles de la Ciudad.
Según datos del Observatorio de Seguridad Vial porteño, sólo el 19,5% de los conductores cede el paso a los peatones. De ahí, en parte, se explica que de los 151 muertos del año pasado, el 34% fueron personas que iban caminando y se vieron involucradas en siniestros viales.
“Estamos armando una especie de mapa que nos permita unir distintos puntos caminables. La idea es generar mojones entre el Parque Centenario y el Parque Chacabuco, por ejemplo, o entre el Parque Patricios y el Lezama”, le dijo a Clarín Bisiau. En el proyecto al que este medio tuvo acceso hay propuestas para crear distintos circuitos, que serían “sur”, “norte” y “central”, además de otros caminos circulares que serían perpendiculares. Las nuevas áreas caminables comenzarían en la zona del Bajo y abarcarían barrios como Retiro, La Boca, Palermo, Belgrano, Parque Chacabuco, Caballito y el Abasto, entre otros.
Los “mojones” o puntos de referencia pueden ser parques o plazas, y el proyecto busca generar alrededor de ellos intervenciones urbanas con mejoras que también beneficien a los barrios.
“La idea principal es mejorar la caminabilidad. Porque eso significa más gente en la calle, que a su vez genera más seguridad”, dijo Bisiau, y agregó: “Al mismo tiempo tenemos que proponer espacios de pausa. Y todo, en conjunto, puede generar más desarrollo para los barrios, con comercios y nuevos espacios de encuentro”.
Según el proyecto, entre cada mojón habrá entre tres y cuatro kilómetros, ya que según estudios hechos desde el Gobierno porteño, la gente se mostró dispuesta a caminar unos dos kilómetros, con lo que aspiran a elevar el techo a uno o dos kilómetros más.
El proyecto porteño tiene relación con iniciativas del mismo tipo que se repiten o están en proyecto en distintas partes del mundo.
“Una buena ciudad es aquella en la que la gente quiere estar afuera, en la calle. Porque el espacio público iguala. Y caminar es una necesidad. Naturalmente somos peatones, caminar es una necesidad, es un fin. En una buena ciudad la gente camina, y por eso tenemos que generar más espacios para lograrlo”, dijo el alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, que además es un urbanista reconocido en todo el mundo y en esta edición de Walk XXI, una iniciativa global que creó el inglés Jim Walker y llega por primera vez a América latina, también oficia como anfitrión.
En Bogotá se están haciendo obras para ampliar veredas y crear más áreas caminables. E incluso existen incentivos para los constructores, a quienes les permiten agregar altura en las edificaciones si construyen aceras más anchas.
En Buenos Aires quedó planteado el proyecto, que aún está en evaluación y podría estar listo para ser lanzado en diciembre. Tras varias obras grandes de infraestructura, como el Paseo del Bajo o los viaductos en los trenes San Martín y Mitre, la extensión de las áreas para peatones requiere una inversión mucho más baja. Y este último no es un dato menor a la hora de buscar financiación para distintos proyectos en medio de la situación económica actual.
Villa Real, el barrio elegido para que la velocidad máxima sea de 30 kilómetros por hora
El proyecto que se pensó hace dos años y fue frenado por un amparo parece tener buenas chances de ver la luz en unos dos meses. En Villa Real avanzan las obras para implementar la primera de las áreas 30. Será un prueba piloto que buscará demostrar que, fijando la máxima en 30 kilómetros por hora en calles, se pueden reducir los índices de siniestralidad vial.
“Esta idea consiste en cómo rediseñar las calles para, a través de la infraestructura, bajar la velocidad máxima”, dicen desde el Gobierno porteño.
La elección de la zona no es casual. Surgió debido a que, desde el Observatorio vial la Ciudad se vio que las victimas de siniestros viales del barrio eran muchas. Y la alarma crecía si se tenía en cuenta en relación a la cantidad de vecinos.
Otro argumento que exponen los especialistas es que, a 30 kilómetros por hora, en un siniestro que involucra a un vehículo y un peatón, este último tiene un 90 por ciento de posibilidades de sobrevivir. Mientras que a 60 km por hora las chances se reducen al 10 por ciento.
Si la prueba es positiva en Villa Real, la reducción de velocidad podría extenderse a otros barrios. E incluso a las zonas donde se ampliarán las áreas para caminar. Sin embargo, y aunque está en evaluación, aún no hay precisiones al respecto.
FUENTE: www.clarin.com