La postal de la Ciudad de Buenos Aires seguirá transformándose de cara a la pospandemia. El objetivo del Gobierno porteño es que el Microcentro se convierta en una zona residencial y, mientras busca que ese plan obtenga el apoyo necesario, las empresas de la zona empiezan a pensar hacia dónde apuntar su estrategia. Es el caso de IRSA, el grupo que preside Eduardo Elsztain, que en el próximo mes planea deshacerse de una emblemática propiedad en la zona céntrica.
Se trata del histórico edificio ubicado en Suipacha 664, entre las calles Viamonte y Tucumán, conocido como Edificio Maple, donde actualmente funcionan oficinas de distintas firmas. El inmueble fue refuncionalizado hace algunos años, luego de que allí se asentaron entidades bancarias y organismos gubernamentales, entre otros, según cuenta a LA NACION Domingo Speranza, CEO de Newmark, que tiene a su cargo su venta.
No es la primera vez que el edificio, que fue adquirido por la empresa de Elsztain en 1991, sale a la venta. “Dentro de su estrategia, hace algunos años que IRSA ha empezado a vender activos para invertir en otros que considera clave. El mundo ha sufrido grandes cambios y hay oportunidades en compras y ventas, la decisión se da en ese contexto”, cuenta Speranza. Agrega que la empresa intentó deshacerse del inmueble años atrás, pero dice que “era otro momento del mercado, en el que había poca liquidez”.
Cuenta con una superficie de 11.421 m² distribuidos en un subsuelo, planta baja y siete pisos. Tiene espacio para 62 cocheras. El monto del alquiler total del inmueble asciende a US$114.214, con expensas que rondan los US$20.600. Todas las plantas tienen alrededor de 1500 m², excepto la séptima que es más chica ya que es la única que tiene metros cuadrados descubiertos. “Es un edificio super reciclable para centro médico, oficinas de usuarios e incluso viviendas porque tiene patios internos espectaculares y podrían llegar a diseñarse espacios tipo loft”, dice Speranza.
Según explica, el sistema que se utilizará será el de un concurso privado de ofertas, algo no tan común en la Argentina, pero sí en otros países. La empresa establecerá un precio de referencia y luego los interesados deberán acercar sus propuestas, que se podrán abonar en pesos (al valor del dólar MEP). El objetivo es vender el edificio en bloque o de a dos pisos como mínimo. Speranza asegura que el valor orientativo estará adecuado al mercado actual: rondará entre los US$8/US$10 millones por la totalidad del inmueble.
El cronograma establece que las ofertas se recibirán entre la tercera semana de noviembre y el 15 de diciembre, con el fin de que la empresa pueda convocar a los potenciales compradores a realizar una mejora de la propuesta alrededor del 17 del mismo mes y, finalmente, definir quiénes serán los nuevos propietarios alrededor del 20, antes de que termine el año. “Los interesados tendrán que inscribirse, firmarán un acuerdo de confidencialidad y recibirán un documento con condiciones para ofertar. No hay precio base”, especifica Speranza.
En el proceso, los interesados también deben visitar el edificio para analizar su estado. “Ya hemos hecho operaciones de este tipo y son exitosas porque obliga a competir a los potenciales compradores de forma transparente”, sostiene. A poco de trascender la noticia, el CEO anticipa que el edificio despertó el interés de empresas de distintos rubros, universidades e incluso un centro médico.
IRSA, el principal jugador dentro del mercado de oficinas de primer nivel del país, continúa desprendiéndose de algunos activos. Hace unas semanas, se conoció que cerró la venta de tres pisos de la torre Della Paolera 200, ubicada en el distrito de Catalinas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). El edificio es la última incorporación de la compañía a su portafolio de oficinas y el primero totalmente desarrollado y construido por la misma.
FUENTE: Delfina Casali – www.lanacion.com.ar