Sobre una casona histórica del centro, ubicada en Buenos Aires 1064, una familia rosarina decidió complementar las cuatro salas de ensayo que acaparaban todo el funcionamiento del lugar con la puesta en funcionamiento de un bar cultural que siga el mismo estilo. Así, aprovechando el gran espacio de 300 m2 que se distribuye en un patio central y cuatro salones que lo rodean, abrieron Bracco Bar Cultural, un espacio destinado a público relacionado con el ambiente artístico.
El inmueble ubicado entre las calles San Juan y San Luis data de principios de siglo y fue declarado Patrimonio Municipal. Allí funciona desde hace ocho años The House – Salas de ensayo, como un reducto especial para bandas de música locales, y ahora se complementará también con presentaciones en vivo de pintura, dibujo, mosaiquismo, talleres de poesía, muestras de fotografía, música y todo acompañado por cerveza artesanal -marca Nómada-, tragos clásicos y algunos platos sencillos como pizzas, empanadas y tartas.
“La idea de empezar a funcionar como bar surgió principalmente para solventar los costos de mantenimiento del lugar que es verdaderamente muy grande y con las salas de ensayo solamente no nos alcanzaba. Pero desde el primer momento definimos que el estilo del lugar tenía que guardar relación con la música, la cultura y el arte“, comentó a Punto biz Facundo Nonis, quien junto a sus padres y sus tres hermanos se encuentra al frente de Bracco, y acaban de inaugurarlo en los últimos días.
La arquitectura de la antigua casona se conservó por completo y responde a un estilo tipo conventillo, con un gran patio central y salones o habitaciones que lo rodean, cada uno de las cuales fue ambientada de una manera particular, con cuadros, pintura e intervenciones distintas que van cambiando todos los meses, pero siguiendo siempre un mismo perfil artístico.
“Nos interesa mucho que el lugar no pierda su esencia, por eso apuntamos a un público que esté relacionado con el ambiente, que sea ‘del palo’ como se suele decir”, destacó Nonis. “El lugar tiene algo de misterioso. Si se lo ve desde afuera no llama la atención como si fuera un bar cervecero convencional porque se mantiene la fachada de la casa antigua. Apuntamos más bien a que la gente no se imagine lo que hay adentro, que se sorprenda, y por eso el lema que elegimos para Bracco es ‘Un lugar aparte’”, explicó.
FUENTE: puntobiz.com.ar