La asociación civil “Basta de demoler”, que busca preservar el patrimonio histórico de la Ciudad de Buenos Aires, reclama que el gobierno porteño lleva adelante obras de restauración que “destruyen la fisonomía” del Casco Histórico de la Ciudad.
Se trata de una obra en la calle Defensa, entre las calles Moreno y Alsina -en el barrio de San Telmo- que, según cuestionaron, nivelará la calzada y las aceras, y reemplazará los adoquines característicos por otros materiales.
“No es cuestión de gustos particulares; las modificaciones efectuadas violan el Código Urbanístico 4.2.2. APH1) El espacio público de este Área tiene características morfológicas socio–funcionales y espaciales que lo definen como una importante expresión cultural y de interés ambiental de la Ciudad que debe ser protegido y mantenido por el conocimiento de las actuales y futuras generaciones”, señalaron desde la asociación en un comunicado.
Según enuncia Basta de demoler, en 2008 y mediante una acción de amparo que iniciaron, el juez interviniente en la causa homologó un convenio en el que el gobierno porteño “se comprometió a restablecer la morfología y materiales (adoquines, cordones de granito, calzada y aceras no niveladas) preexistentes en tal lugar”, y, ahora, “el GCBA desanda ese camino y avanza en la realización de la misma obra, en el tramo de Defensa”, cuestionaron.
La asociación civil sin fines de lucro detalló en el comunicado que solicitó la reapertura del expediente “y una medida cautelar para detener las obras mientras se sustancia el reclamo de fondo”. Esto, dijeron, fue concedido por el Juez de Primera Instancia, pero revocado luego por la Sala II de la Cámara Contencioso Administrativo y Tributaria de la Ciudad. “Entretanto, el GCBA ha aprovechado para reanudar la obra a toda velocidad, con vistas a enfrentar a los jueces al hecho consumado de la terminación de aquélla”, manifestaron.
Para la ONG, se trata de una “sentencia ostensiblemente arbitraria y carente de sustento jurídico”, por lo que interpusieron un recurso de inconstitucionalidad y de queja con el objetivo de que sea el Superior Tribunal de Justicia quien resuelva al respecto.
En ese sentido, aseguraron que seguirán con el reclamo porque “lo que está en juego es, más allá de la protección patrimonial en el Casco Histórico porteño, la auténtica vigencia de las instituciones republicanas y la efectiva protección de los derechos individuales -en este caso, el derecho a la conservación de la historia e identidad de nuestra ciudad- frente a los avances del Estado sobre tales derechos”, expresaron.
“Estas obras sobre la histórica calle Defensa son un mal antecedente para el resto de la ciudad donde bajo el pretexto de la «transformación urbana» se ha ejecutado un verdadero desguace y desmantelamiento de cordones de granito, adoquines y otras piezas históricas para ser reemplazados por bolardos que son ajenos a las calles porteñas y una moda copiada de otras ciudades que, llegado el caso, tampoco han respetado su propio legado patrimonial e histórico en este aspecto”, plantearon sobre las modificaciones que lleva a cabo la administración de Horacio Rodríguez Larreta.
“Es la zona más antigua de Buenos Aires”, explica un especialista de la historia porteña
Diego Zigiotto, periodista y autor de una serie de libros sobre la historia de Buenos Aires, habló con PERFIL sobre la relevancia histórica de estas calles. “Es la zona más antigua de Buenos Aires, no quedan muchas casas en pie del siglo XVIII y XIX, y por suerte esas están conservadas”, dijo.
Sobre la obra y el reemplazo de los adoquines, Zigiotto detalló que “no son los originales” de la zona. “En un tiempo, por la calle Defensa pasaba el tranvía, que funcionó hasta el 1965, y las vías ya no están más, es decir que los adoquines ya los levantaron y reemplazaron para cubrir las vías también”, amplió.
“Esa esquina (de Defensa y Alsina) es muy importante porque se conservan muchas edificaciones antiguas: la iglesia de San Francisco que restauraron hace muy poco, la capilla de San Roque, La Farmacia de la Estrella, originalmente fundada por la familia Demarchi, que es la más antigua que queda en Buenos Aires”, explicó el autor de “Las mil y una curiosidades de Buenos Aires” y “Buenos Aires misteriosa”, entre otros títulos.
Los Altos de Elorriaga, también característica de la zona, agregó, “es una casa de fines del siglo XVIII, que pasó por muchas manos”. “En esa cuadra de Alsina, entre Defensa y Bolívar hay cuatro casas que son de esa época que por suerte se conservan, tres que pertenecen al patrimonio del Museo de la Ciudad que se donaron en 1972, y recién hace unos años las restauraron”, señaló el historiador.
FUENTE: www.perfil.com