Luego de la polémica en torno a la obra pública provincial en Rosario, el gobierno santafesino focalizó su atención en la que será la primera gran obra para la ciudad. Se trata de la estabilización de las cascadas del arroyo Saladillo, un tema de larga data que el socialismo intentó resolver —sin éxito— en varias ocasiones. La apuesta ahora pasa por un estudio que por estas semanas realiza la consultora Serman & Asociados, que entregará un proyecto ejecutivo que la Casa Gris licitará a lo largo del año.
Días atrás, una comitiva encabezada por funcionarios del Ministerio de Infraestructura recaló en la zona sur rosarina, para inspeccionar las tareas que efectúan los técnicos de la firma porteña, contratada por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) a partir de un convenio rubricado con el gobierno santafesino en 2020. En la recorrida, de la que también participaron legisladores de diversas tribus del oficialismo, se mencionaron las alternativas que se barajan para detener el corrimiento de la cascada, que amenaza con llevarse puesto el puente Molino Blanco en la conexión de la ciudad con Villa Gobernador Gálvez por calle Ayacucho.
Vale recordar que durante los años del ex gobernador Hermes Binner la Provincia había llegado a contratar una empresa para ejecutar los trabajos de estabilización pero el proceso se detuvo tras un planteo de vecinos, amparado en la ley 10.000 o de “intereses difusos”, que obtuvo aval judicial. Durante la gestión de Miguel Lifschitz el tema registró avances, incluso contratando un estudio especial al Instituto Nacional del Agua, pero las obras no se llegaron a licitar. En un cálculo aproximado, las tareas en 2019 demandaban una inversión cercana a los 1.200 millones de pesos.
La gestión Perotti aspira a cortar la mala racha y marcar el inicio de obras este mismo año. No en vano reservó una partida de 300 millones de pesos para tal fin. «La idea es que para junio esté finalizado el proyecto ejecutivo por parte de la empresa. Luego hacer la revisión y licitar, para ver si antes de fin año damos comienzo a la obra», pronosticó el subsecretario de Recursos Hídricos Jorge Collins.
Según explicó el funcionario, se trata de un proyecto «complejo», que tiene al menos tres partes o componentes: la generación de una protección tipo flexible a la cascada actual, la composición de un muro tangente aguas abajo por si la primera protección falla, y la profundización de los pilotes actuales del puente. «Se piden las tres cosas, de las cuales luego se evaluará qué se hace, pero las primeras dos seguro», especificó Collins.
Por su trabajo, Serman & Asociados cobrará honorarios por 15 millones de pesos que se pagarán a través del CFI, un organismo que tradicionalmente mantiene buenas relaciones con la Casa Gris, más allá de quién sea su inquilino de turno.
FUENTE: Juan Chiummiento – sumapolitica.com.ar