Hace 119 años el doctor Estanislao Zeballos, un exponente de la Generación del 80, estableció en el Consejo Nacional de Educación un día especial dedicado a uno de los mejores y más nobles compañeros de la vida humana: el árbol.
El 29 de agosto de 1900 Zeballos fijó un día que tiene sobre todo señalar conciencia acerca de cuidar y proteger superficies arboladas y establecer una política para plantar espacies en diferentes espacios.
Zeballos dirigió dos veces la Sociedad Rural, fue escritor, periodista, e inició la campaña para establecer el Día del árbol con un claro objetivo ecologista, al punto tal que con el paso de los años se volvió a un llamado para alertar sobre el cambio climático y la tala indiscriminada.
En la actualidad variaron muchas cosas, pero sobre todo se intensificó la deforestación. Esta acción del hombre es uno de los principales motivos, junto a la sequía, del incontrolable incendio en el Amazonas y otras zonas boscosas alrededor del mundo.
Otro precursor de la forestación fue Domingo Faustino Sarmiento quien señaló que “el cultivo de los árboles conviene a un país pastoril como el nuestro, porque no sólo la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse un complemento indispensable ” y agregó: “La Pampa es como nuestra República, tala rasa. Es la tela en la que ha de bordarse una nación. Es necesario escribir sobre ella ¡Arboles! ¡Planten árboles!”.
En 2007 se estableció la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, también conocida como “Ley de Bosques”. Sin embargo, la problemática de la deforestación sigue vigente y es uno de los mayores peligros para la humanidad.
La deforestación en Argentina
En la Argentina existen 54 millones de hectáreas de bosques (no todas son áreas protegidas). Están categorizadas según tres colores: rojo y amarillo para los niveles “alto” y “medio” de conservación, donde el desmonte directamente no se permite, y verde para las zonas donde se permite hacer cambios en el suelo (en la actividad), pero con distintas limitaciones, según la provincia.
Un informe centrado en la situación ambiental de la “Ecorregión Chaqueña”, elaborado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y Fundación Vida Silvestre indica que en 10 años hay 3,39 millones de hectáreas menos de bosques.
Por su parte, la organización ambientalista Greenpeace denunció que en 2018 la superficie deforestada ilegalmente de bosques protegidos en Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco fue equivalente a dos veces el territorio de la ciudad de Buenos Aires.
FUENTE: www.clarin.com