En Argentina, el control sobre la eficiencia energética y el confort interior en los edificios que se construyen es muy escaso y los avances al respecto demoran más tiempo del que hubieran pronosticado los más pesimistas. El Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas impulsado por la Subsecretaria de Ahorro y Eficiencia Energética que se presentó en 2017 con pruebas piloto en la ciudad de Rosario lleva emitidas 1172 etiquetas, según los datos que publica el Ministerio de Energía y Minería de la Nación.
De forma análoga a la etiqueta obligatoria en los electrodomésticos, esta certificación pondera un índice de prestación que relaciona la eficiencia en el consumo de energía para la climatización.
Una de las dificultades que traba el avance del etiquetado es la capacitación imprescindible para que los profesionales con incumbencias puedan encargarse del proceso, según explica el arquitecto Jorge Czajkowski. El profesor de la UNLP e investigador del Conicet hace tiempo viene bregando por la difusión de las prácticas sustentables en la construcción desde el ámbito académico y la función pública.
Por otro lado, cada ciudad del país que quiera exigir esa certificación tiene que realizar previamente una auditoría a 200 viviendas para establecer un índice de referencia para esa región. “Ya se hicieron auditorías para Bariloche, Mendoza, San Juan, Tucumán y CABA. Es muy costoso capacitar a 20 personas para que cada una haga 10 casos testigo”, señala Czajkowski. Y aclara que “no se pueden traspolar los datos porque los modos de construir en cada lugar son distintos. Aunque parezca que se construye de manera homogénea, no es así”.
En un intento por salvar ese obstáculo, el especialista desarrolló una alternativa que permite determinar el índice de referencia en forma más simple. Propone utilizar el mismo sistema que la certificación LEED, es decir, tomar un edificio de referencia que cumpla con las normas ASHRAE para compararlo con el propio proyecto que, a su vez, cumple las normas del Código de Edificación (CE) de una ciudad. Así, la implementación la lleva adelante cada municipio con una modificación al CE. Con esa idea, preparó un proyecto de Ley de Etiquetado de Viviendas para la Provincia de Buenos Aires que impulsa la senadora Felicitas Beccar Varela.
A su vez, para que los 135 municipios bonaerenses tengan los datos para determinar los indicadores de aislantes necesarios en cada sitio, el Laboratorio de Arquitectura y Hábitat Sustentable de la UNLP, del cual Czajkowski es director, hizo un trabajo de procesamiento de los datos climáticos provenientes de las cinco estaciones astronómicas de la Provincia.
El antecedente de la ley de etiquetado se remonta a 2003, cuando la provincia de Buenos Aires promulgó la Ley 13059 sobre Condiciones de acondicionamiento térmico exigibles en la construcción de edificios. Fue una muy buena señal que por entonces puso sobre el tapete el tema. Sin embargo, su reglamentación quedó en un limbo hasta el año 2010. Primero como director provincial y luego como asesor, Czajkowski también desarrolló iniciativas para que su cumplimiento efectivo se extendiera más allá de las buenas intenciones.
“Elaboramos una especie de borrador de la ordenanza municipal y del decreto reglamentario personalizados para cada municipio, para que ellos discutieran y aprobaran lo que creyeran conveniente”, recuerda. La idea era darles a los concejales la información “dura” que interpreta la norma Iram 11605 que refiere la ley provincial. Aún con esa ayuda, el camino es escabroso: cada municipio debe adherir con una ordenanza a la ley provincial y, mediante el decreto reglamentario, modificar el CE.
En tanto, Czajkowski no se da por vencido y, en el marco de distintas iniciativas, impulsa el desarrollo de sistemas constructivos para viviendas sociales que cumplan con las condiciones de eficiencia que promueve. Acasa-BA es uno de los más avanzados.
Se trata de un sistema pesado con tabiques de hormigón que se monta en 7 días y cuya patente industrial es gratuita. El equipo de trabajo también ideó un sistema liviano. La información está disponible en el sitio institucional de la UNLP (sedici.unlp. edu.ar).
FUENTE: Paula Baldo – www.clarin.com