Pasaron muchos años para que ese espacio abierto entre cuatro facultades de la UBA y el Hospital de Clínicas dejara de ser una zona a evitar para convertirse en el punto de reunión de estudiantes y vecinos de Recoleta. La puesta en valor de la Plaza Bernardo Houssay comenzó en 2015, cuando el Gobierno Porteño la reinauguró bajo la definición de “Campus BA” y la proveyó de un skatepark, mesas de ping-pong, juegos y conexión Wi-Fi de alta velocidad. Ahora, con un proyecto más ambicioso, y a apenas tres años de la obra anterior, el predio atraviesa por una segunda renovación que promete convertirla en un polo cultural y gastronómico, además de sumar seguridad al barrio.
Si bien el nuevo proyecto “Campus Urbano” incluye adaptaciones sobre los 20.000 metros cuadrados de terreno, el mayor cambio se podrá observar a nivel subterráneo. Allí, donde funcionaba parte de una playa de estacionamiento, se creará un paseo abierto bajo nivel de 2.730 m2, con locales de comida, ofertas culturales y hasta espacios de estudio para los alumnos de las facultades de Ciencias Económicas, Medicina, Odontología y Ciencias Sociales que circundan al parque.
Según habían mencionado a Clarín desde el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad, el espacio de cocheras tenía una capacidad ociosa, dado que por la zona es muy fuerte la circulación de personas que utilizan el transporte público y las bicicletas para moverse. Por ello, el garaje seguirá funcionando con 500 espacios, una cantidad acorde a la demanda.
Sobre Uriburu se levantará un complejo de salas de cine, se pondrá en valor la iglesia San Lucas y se instalará un espacio especial para la feria de artesanos. También se renovará el trazado de los caminos para hacer más directo el recorrido diagonal de la plaza, y se diseñará un anillo verde para sumar una zona parquizada, de 1.300 m2. El ya existente “Campus BA” también será mejorado, con recambio del mobiliario y mantenimiento de las postas aeróbicas, canchas de básquet, mesas de ping pong, puestos de libros y monumentos.
El proyecto se completa con un acceso directo a la estación Facultad de Medicina de la Línea D de subte, y a los estacionamientos ubicados en el segundo subsuelo. “Esta transformación impacta directamente en dos pedidos de los estudiantes y vecinos: más oferta cultural en la zona y más seguridad. El paseo soterrado va a brindar movimiento durante entrada la noche y nuevos puestos de trabajo, permitiendo aprovechar la superficie con espacio verde, tan necesario para el barrio”, resumió Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte.
Las obras comenzaron en enero, cuando una parte del predio delimitado por las calles Uriburu, Junín, Paraguay y la avenida Córdoba fue tapiado para dar lugar al trabajo de las máquinas. Antes, la propuesta debió pasar por la Legislatura porteña, que la aprobó en mayo de 2016, y dio lugar al proceso de licitación mediante el cuál se definió quién llevaría adelante la transformación urbana, y también se hará cargo de la explotación del espacio por al menos 20 años, con otros 10 de prórroga. A cambio, el Gobierno de la Ciudad recibirá un canon mensual que inicialmente será de $ 400.000.
El proyecto debe completarse en 18 meses y está en manos de la empresa Lamp Investments SA, quien invertirá una suma cercana a los $ 77.000.000. La Houssay es utilizada por 170.000 estudiantes y vecinos, varios de los cuales fueron consultados durante tres meses mediante encuestas. Ese estudio se usó como base de lo que actualmente comienza a tomar forma, y promete generar mayor seguridad en el perímetro, una de las principales preocupaciones.
FUENTE: clarin.com