El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de Buenos Aires volvió a fallar en contra de la construcción del edificio Astor en el barrio de San Telmo. El año pasado, el Tribunal ya había ratificado la nulidad del permiso de obra otorgado por el Gobierno porteño a la empresa constructora, y ahora rechazó el recurso extraordinario con el que el GCBA y la desarrolladora buscaban llegar directamente a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Las tres instancias de la Justicia porteña ya ratificaron el fallo que ordena adecuar el proyecto original, que estipulaba una altura de casi 30 metros, a lo establecido para la zona por el Código de Planeamiento Urbano (CPU), luego reemplazado por el Código Urbanístico de 2018.
El caso del edificio Astor es paradigmático para los vecinos y vecinas de la Ciudad que desde hace unos años comenzaron a organizarse para intentar frenar el avance de las grandes construcciones en sus barrios. En el año 2018, la empresa TGLT, con permiso del GCBA, lanzó el proyecto para construir en media manzana de Avenida Caseros entre Bolívar y Perú, pleno Casco Histórico porteño, un edificio de 29,3 metros de altura, cuando el CPU entonces vigente estipulaba que en esa Área de Protección Histórica (APH) sólo se podía construir hasta 22 metros sobre Caseros y 13 sobre Bolívar. Los vecinos y vecinas catalogaron rápidamente al proyecto como un “mamotreto”, nombre con el que lo mencionan hasta el día de hoy.
Fueron las organizaciones Basta de Demoler (BdD) y el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC) las que en ese 2018 recurrieron a la Justicia con una acción de amparo y el juez de primera instancia, Pablo César Mantaras, terminó por declarar la ilegalidad de la obra, lo que fue ratificado en agosto de 2020 por la Sala II de la Cámara en lo Contencioso, Administrativo y Tributario. En julio del año pasado, en tanto, el TSJ decidió dejar firmes los fallos anteriores al rechazar un recurso de queja interpuesto por la empresa y el GCBA. La resolución de Cámara a su vez instaba a la empresa a readecuar el proyecto a la normativa correspondiente, lo que también quedó firme con el rechazo del TSJ a los recursos.
“El TSJ había ratificado la nulidad del permiso de obra, y frente a eso el GCBA y la empresa presentaron un recurso federal extraordinario para ir directo a la Corte. Ese recurso ahora fue rechazado porque el TSJ no advirtió que hubiera caso federal o que se estén discutiendo derechos constitucionales del Gobierno o de la empresa, sino meramente normativa local”, explicó a Página 12 Jonatan Baldiviezo, abogado del ODC, sobre la novedad que se conoció esta semana. Según precisó el titular del Observatorio, “si el GCBA y la empresa quieren seguir cuestionando la sentencia que tienen en contra sólo les queda ir con recurso de queja que es una vía mucho más complicada de llegar a la Corte”.
En el fallo, los jueces Santiago Otamendi, Inés Weinberg y Alicia Ruiz escribieron, en efecto, que “los recurrentes se limitan a reiterar los agravios planteados en sus quejas, efectuando una vez más invocaciones genéricas de cláusulas” de la Constitución Nacional que “no permiten sustentar un verdadero caso federal”. Por ahora el edificio sigue levantándose a paso lento, por el momento hasta la altura que la normativa permite construir.
“Ya son tres sentencias, tres tribunales distintos que vienen manifestando que el permiso es ilegal, que viola lo establecido por el CPU y por la normativa que protege el Casco Histórico. Eso para nosotros es una convalidación de que el GCBA ha venido otorgando una gran cantidad de permisos ilegales en estos tiempos, llamándolos ‘interpretaciones’ que en realidad eran excepciones inmobiliarias”, agregó Baldiviezo.
Lo que denuncian las organizaciones es que, antes de la implementación del mecanismo de los “convenios urbanísticos”, desde la Dirección General de Interpretación Urbanística (DGIUR) se autorizaron emprendimientos inmobiliarios por fuera de lo fijado por el Código “con el único objetivo de permitir una mayor capacidad constructiva en los inmuebles”.
Otros casos similares que suelen citar los vecinos y vecinas en este sentido son los del proyecto “Palmera Cañitas” y el de un edificio que se iba a construir en el barrio de Recoleta. En el primer caso, el emprendimiento también fue frenado por la Justicia en el año 2021 por incluir dos torres de 31 y 34 pisos, triplicando lo establecido por el CPU vigente al momento del permiso otorgado. La Justicia de Cámara ratificó esa decisión en noviembre del año pasado.
En Recoleta, en tanto, la Sala III de la Cámara de Apelaciones porteña frenó en marzo de 2022 la construcción de un edificio en Las Heras al 1600 al considerar que el permiso fue otorgado por fuera de la normativa en lo que respecta al “completamiento de Tejido o Enrase” del edificio y la ocupación del pulmón de manzana.
FUENTE: Santiago Brunetto – www.pagina12.com.ar