Son las 5.30 de la mañana y el termómetro ya marca 25 grados. Es el día más caluroso del 2022 hasta el momento. Con doble guantes de látex, Constanza Addiechi ya trabaja en su última gran restauración. Detallista, casi al borde la obsesión, se ubica al pie del monumento al Almirante Brown en la Plaza que lleva su nombre, para colocar el sable.
Hace cinco meses que la restauradora marplatense emprendió una tarea titánica junto al personal del Departamento de Alumbrado Público del EMVIAL. “Recuperamos las ocho farolas que solían iluminar la Plazoleta Armada Argentina, la que está entre los edificios del Casino y el Hotel Provincial, parte del Patrimonio Histórico Nacional”, le cuenta a Infobae mientras contempla el resultado que la hace sentir orgullosa. “Después de largos años la postal de Mar del Plata vuelve a estar iluminada”, agrega la Directora de Restauración de Monumentos de la Municipalidad de General Pueyrredon.
El reconocido arquitecto Alejandro Bustillo fue el encargado de dar vida al conjunto del Hotel Provincial, el Casino y la Rambla entre 1937 y 1939. En su proyecto había instalado las luminarias blancas. “Quedaban sólo dos en pie, el resto se fueron cayendo o retirando a lo largo de los años a causa de la corrosión que sufrían”, detalló.
Para realizar la intervención tuvieron que reunir las 96 partes que integran las ocho farolas de doble luminaria, de más de cinco de altura y casi 500 kilogramos de peso, que se encontraban en muy mal estado de conservación, con procesos de corrosión muy avanzados y elementos faltantes.
No solo eso, debieron realizar estudios de suelo para determinar el anclaje adecuado, analizaron el sistema de sujeción y la iluminación acorde al sitio histórico que ocupa. “Recuperamos también la disposición original de las luminarias dispuesta por Bustillo, que generaban un círculo de luz en la plazoleta cuyo eje central sería un obelisco de 14 metros de altura, que nunca llegó a concretarse”.
La guardiana de Mar del Plata
A los cuatros años Constanza se convirtió, sin buscarlo, en restauradora. “Mis padres me habían traído de un viaje una alcancía de cerámica y la guardaba mucho cariño. Un día mi hermano me la rompió. Era tan linda que decidí pegar los pedacitos para reconstruirla”, recuerda como el inicio de todo. “Descubrí que tenía una capacidad de arreglar objetos, piezas. Mi hermano dice que soy restauradora gracias a él”.
A medida que fueron pasando los años lo hizo de manera profesional. Aunque autodidacta -porque la carrera de restauradora no existía- y tampoco bien recibida por sus padres. “Ellos querían que fuese abogada”, admite.
Tuvo que viajar al exterior, Italia, la cuna del Renacimiento, para seguir su pasión. “Fui becada en la ciudad de Florencia (Italia), sitio al que permanentemente regreso y siempre estoy conectada”. Logró el título de Restauradora y tiene un Magister en Preservación del Patrimonio.
Con el nombramiento en su cargo en el municipio, su primera restauración en la Feliz fue en la estuatua llamada “Mujer Bañándose”, ubicada en Plaza Colón. Luego siguió la “Venus de Milo”, “Isabel la Católica”, el monumento a Alfonsina Storni y uno de sus trabajos más brillantes: la reparación de 19 farolas ubicadas en la Plaza Mitre.
“La puesta en valor genera un efecto contagio”, reconoce. “También baja los hechos de vandalismo. Los vecinos, comerciantes o la gente que pasa por la zona percibe que el lugar está más lindo y empieza a arreglar y a conservar lo que lo rodea”.
Addiechi se encargó de llevar a cabo algo que nadie había hecho: documentar todos los registros del mobiliario urbano con valor histórico. También ideó un programa de conservación preventiva, al que entiende tan importante como la restauración. “Una agenda que indica en qué momento hay aplicar cierto producto en cada obra para que siga la preservación. Antes eso no existía”.
“En Mar del Plata trabajamos mucho en la recuperación del patrimonio escultórico como parte del cuidado de nuestra historia”, destaca. Lleva restauradas más de 180 esculturas, piezas de mobiliario urbano con valor histórico y luminarias pertenecientes al antiguo alumbrado público. “Estamos absolutamente comprometidos en preservar estos documentos únicos y preciados que son parte fundamental de nuestra identidad cultural”.
FUENTE: Camila Hernandez Otaño – www.infobae.com
Es lamentable y deprimente el estado de abandono de la Rambla Casino y Rambla hotel Provincial así como también la terraza de la Rambla con esos bancos y reposeras desprolijo pinturas roturas de vidrios.No se para que se pusieron era preferible la explanada libre de todos esos elementos El mantenimiento es responsabilidad del Municipio o de la Provincia ??
Estimada Marina, coincido con el lamentable estado de la Rambla, y la necesidad de su demorada e incomprensible recomposición. El mantenimiento de la Rambla corresponde a la Provincia y según informaciones recientes la legislatura provincial con acuerdo de oficialismo y oposición aprobaron partidas presupuestarias para el presente año por $1000 millones de pesos para su puesta en valor.