Las 15 comunas podrán anticiparse a los fenómenos climáticos severos, como grandes precipitaciones, sudestadas o crecidas en los arroyos subterráneos, con la puesta en marcha del nuevo Sistema de Alertas de Tormentas (SAT) de la Ciudad, una innovadora red de información en tiempo real que permite detectar diferentes fenómenos con la recopilación de datos durante las 24 horas.
Un radar de última generación ubicado en Merlo, que parece una pelota de fútbol gigante, y 34 sensores distribuidos en la Capital y el área metropolitana permiten recibir datos sobre el comportamiento del viento, la presión, la humedad, las precipitaciones, la temperatura, la radiación solar, los rayos UV, la temperatura del suelo y el caudal y nivel de los cuerpos de agua. Toda esa información se almacena y procesa en el Centro Único de Coordinación y Control del barrio de Chacarita con el objetivo de crear mapas de situación y generar alertas anticipadas ante emergencias por tormentas fuertes de lluvia, granizo o viento. La precisión es de cuatro kilómetros y con dos horas de anticipación.
“Se obtiene información cada diez minutos cuando antes era cada una hora. Es un sistema pensado para amenazas múltiples en un contexto de cambio climático, incluyendo tornados, granizo, vientos destructivos y abundante lluvia”, explicó Mauricio Saldívar, a cargo del equipo de meteorólogos que decodifican los indicadores.
Los datos son suministrados por el radar meteorológico Klayton Doppler Banda S Doble, por el satélite estadounidense GOES-R, lanzado en 2016, y por evaluaciones matemáticas. Con todo el conjunto se elaboran dos modelos de pronósticos, uno a siete días y otro a 48 horas. La ventaja, respecto del sistema que era utilizado antes, es que se pueden enviar alertas por zonas o comunas y no solo a toda la ciudad.
“La novedad es que se trata de un sistema hidrometeorológico con la participación de 34 estaciones que permiten saber lo que pasa en la ciudad y el conurbano. Hay un convenio con el Servicio Meteorológico Nacional para compartir la información que conseguimos”, sostuvo el ingeniero Eduardo Cohen, director de la Unidad de Proyectos Especiales Plan Hidráulico.
El sistema está recopilando información desde hace un año y medio a través de los sensores, lo que ayuda al SAT a entender cómo se está comportando el clima y trazar un mapa con información sensible, por ejemplo, para conocer la zona donde más llueve.
El radar de Merlo tiene 20 metros de alto, una visión de 360 grados y un alcance de hasta 240 kilómetros. La elección del lugar para su instalación no es arbitraria, sino que surgió de un análisis previo y debido a que el dispositivo tiene un cono de sombra de diez kilómetros en los que no registra datos. Si se colocaba más cerca de la Capital, había riesgos de que una zona quedara al margen de los pronósticos.
La inteligencia artificial que se pone en marcha, con los sensores funcionando las 24 horas y un equipo de operadores analizando la información, permite organizar operativos de emergencia de acuerdo con las alertas enviadas en determinada zona. “Anticiparnos a una tormenta puede hacer una diferencia enorme para poner en funcionamiento al SAME, a Defensa Civil, a la Policía de la Ciudad y a los bomberos. Pero también para comunicar a los vecinos lo antes posible los comportamientos de prevención”, analizó el jefe de Gabinete, Felipe Miguel. Con el nuevo SAT no desaparece el riesgo de inundación, pero se atenúa el impacto de las fuertes lluvias.
FUENTE: www.nueva-ciudad.com.ar