La galerista rosarina Paula Santillán presentó recientemente en la galería de arte Circa, de España 768, un proyecto de nuevas prácticas y resignificación cultural del área histórica del Paseo del Siglo, con el objetivo de revitalizar la zona comercial y dotarla de una impronta que recupere la historia, la bohemia y la mítica de su producción, su impronta y su arquitectura.
Hija de Celina Bugna, de la localidad santafesina de Tostado, y de Armando Santillán, oriundo de Esperanza y amigo del escritor José Pedroni, la autora del proyecto, de 50 años, atesora más de 20 como marchant, cuando comenzó a trabajar en el oficio junto a su padre, quien dirigió desde 1969 la recordada Sala de la Pequeña Muestra. Ahora Paula cursa el último tramo de la carrera de Gestión Cultural, que se dicta hace tres años en la UNR.
El proyecto de nuevas prácticas fue presentado en la inauguración de una muestra de los artistas plásticos rosarinos Omar Henry, de 81 años, y Natalia Decillio, de 30. “Natalia es una artista plástica rosarina que vive desde hace algunos años en Buenos Aires y tiene un gran manejo de los lenguajes contemporáneos. Y Omar es un artista plástico rosarino de más de 80 años, con una vastísima trayectoria”, abunda Santillán a La Capital, mientras ultima los detalles de la presentación.
“La idea del proyecto es generar una resignificación cultural del área comercial del Paseo del Siglo, que es una zona histórica con una enorme riqueza arquitectónica y desde el punto de vista de la tradición, mítica, bohemia, sensibilidad, arte, identidad, historia, rasgos y valores de Rosario. Hay comercios que fueron fundados por los abuelos o los padres de los dueños actuales, que pueden participar de este movimiento que busca darle una mirada que rescate la historia y la cultura del Paseo del Siglo”, explica la marchant rosarina, con una vasta trayectoria en la producción, la gestión y la circulación cultural.
–La vieja Revista Risario hablaba de la idea de la Rosario comercial como “una ciudad fenicia”. O como cantaba Lalo de los Santos: “Rosario es el arte y su condena, cuando sabe que la indiferencia lo va a perseguir. Y como tantas mis manos se cansaron de golpear las puertas y por no derrumbarme con ellas me tuve que ir”. Sin embargo, el año pasado una constructora rosarina desarrolló y financió el proyecto del mural de Lionel Messi en una medianera de un edificio del barrio Martin, con el objetivo de brindar al mundo una imagen de Rosario más amigable, basada en los valores de la cultura del trabajo y del esfuerzo.
–Conozco la idea desarrollada en Risario. Con respecto a este proyecto del mural de Messi, el mismo corresponde a una constructora, que es un sector de grandes empresas que disponen de esa posibilidad, a diferencia de la mayoría de los comerciantes –en este caso de la zona del Paseo del Siglo– que deben pelear día a día para sobrevivir en un escenario nacional y mundial muy complejo. Y a ellos apunta nuestro proyecto de resignificar el área del Paseo del Siglo, que fue inaugurado con esta muestra de artes.
–¿Rosario tiene un tesoro histórico y cultural para mostrar?
–Totalmente. Por ejemplo, en la inauguración de esta movida el catering será servido por las chicas del Bar Junior, que es uno de los más antiguos de Rosario, que son nietas del fundador, y que hacen los sanguchitos que pedían nuestros padres o abuelos cuando salían del cine, del teatro o de ver una muestra, hace 50 o 60 años. Bares míticos y tradicionales de la reunión rosarina, como el Bar Junior, que es casi el único caso que conozco porque el Bar Londres, de Maipú y Rioja, no está más, y El Chaco, de Mitre y 3 de Febrero, tampoco.
–Cerraron tantísimos bares y galerías de arte.
–Y en mi caso un oficio (el de marchant o galerista) y una actividad cultural (galería de arte), tampoco hay otro igual. Las galerías de arte que había en la década del ‘70 no están más y solamente yo me dediqué siempre a esta actividad, aún sin que existieran las galerías que hay ahora en Rosario. Fue una situación de extinción.
–¿Cuál es el objetivo del proyecto cultural del Paseo del Siglo?
–La idea original es señalar esta característica de la cultura, el arte y la historia de Rosario como un distintivo en la formulación de producir nuevas experiencias de prácticas comerciales, que pasan de una generación a otras produciendo nuevos modos de pensar y de percibir estas prácticas.
–¿Cómo responde la gente a la propuesta?
–La transmisión que se produce con el público que participa de estas experiencias, acercándose a revivir por medio de la sensibilidad, del buen trato, del espacio arquitectónico, ambientación, viendo arte, encontrándose con la historia que se transfiere visualmente genera placer y felicidad, refiere a rasgos de sensibilidad humana. Hoy ese es el valor agregado de un área comercial que preserva el estilo y se adecuó constantemente a la dinámica social y comercial fluctuante de la zona que hoy denominamos Paseo del Siglo –la ex calle Córdoba–. Hoy se anexa como centro rosarino, en La Noches de las Peatonales esta calle figura dentro del perímetro a recorrer.
–¿La idea es recuperar la mítica rosarina?
–Sí. Poner en valor sitios tradicionales de la mítica rosarina, en los cuales la estética de los ‘70 se mantiene intacta. Rosario no es solamente El Cairo. En esos mismos años en donde se armaba la “Mesa de los Galanes” también se realizaban numerosas muestras de arte en las cuales el día de la inauguración se realizaba un vernissage, posteriormente el artista -generalmente era uno solo, con su pareja o familia- era invitado por el galerista a seguir la charla mientras comían algo. A su vez, se unían siempre en estas salidas otros pintores, poetas y gente de la bohemia que asistía a las muestras. Esas reuniones se seguían generalmente en el Bar Junior, cercano a la zona de las galerías de arte.
–¿Hay una apelación a la emoción y a los valores que diferencien una propuesta comercial?
–Quiero destacar el aspecto emocional de realizar una actividad comercial y hacerla distintiva y diferente, obviamente no es una característica de nuestra sociedad consumir obras de arte o bienes culturales, pero claramente se visibiliza la necesidad de transitar espacios comerciales más abiertos, como en el caso de locales del centro y del Paseo del Siglo, en los que se combinan experiencias con la historia, la arquitectura, el arte y la tradición. Es por ello que el formato de presentación de la galería fue pensado también en torno a poder vincularlo con un ida y vuelta de la puesta en valor de espacios y vivencias que pasan de una generación a otra.
FUENTE: Miguel Pisano – www.lacapital.com.ar