Hay pasto. Hay un camino. Hay hamacas. Hay dos sube y baja. Hay bancos y sillas para sentarse entre el verde, bajo el sol. Son las tres de la tarde de un día de semana de fines de enero y lo que hay no existiría si los vecinos de Constitución no hubiesen luchado por la preservación de ese espacio, uno que por estar frente al Hospital de Niños Pedro Elizalde, todos conocen como la plaza Casa Cuna.
Esa porción sobre la avenida Montes de Oca, entre Caseros y Finochietto, estuvo hasta hace muy poco en conflicto. En 2016 la Justicia porteña frenó la construcción de un playón para colectivos bajo la autopista 9 de Julio Sur, basándose en el reclamo vecinal de que se perdería la plaza vecina, que fue cerrada. Ahora, después de dos años y de la perseverancia en el reclamo de quienes viven en Constitución, la plaza reabrió renovada.
La obra abarcó la intervención de 4.138 metros cuadrados de superficie, en los que se diseñó una zona de estar y un patio de juegos. Los trabajos incluyeron la colocación de mesas y bancos de hormigón, juegos integradores, superficies antigolpe, una rampa para personas con movilidad reducida y recorridos entre canteros. En total, la recuperación del espacio verde costó $ 9.585.616 y se ejecutó en el marco del programa BA Elige, una instancia gubernamental para que los porteños presenten proyectos para mejorar sus barrios.
La plaza se había convertido en terreno en conflicto en abril de 2016, cuando un grupo de operarios con máquinas excavadoras empezaron a remover el suelo del bajo autopista. Como no había cartel de obra, los vecinos fueron a preguntar de qué se trataba, pero no tuvieron respuesta.
“Hubo un día en que empezó a temblar el edificio por el movimiento de las máquinas y tuvimos que salir a la calle. La plaza se construyó con el esfuerzo de la gente y no queremos perderla”, dijo por aquellos días Hugo Denari, uno de los vecinos, a Clarín.
Los vecinos presentaron un amparo, se manifestaron e iniciaron pedidos a través de plataformas como Change.Org. En uno de esos pedidos se lee: “El espacio donde hoy está ocurriendo esto fue donado especialmente para que allí se estableciera una plaza. Durante el día, la Plaza Casa Cuna recibe a muchos chicos y familiares que esperan ser atendidos en el Hospital General de Niños Pedro de Elizalde. De prosperar la iniciativa (de hacer un playón para colectivos), no sólo será insalubre para ellos sino para todas las personas que vivimos en los edificios linderos”.
Desde entonces y hasta hoy la situación cambió. La plaza fue reabierta y su estado es óptimo. Pero lo lindo llega hasta un punto. A la plaza la delimitan unos cercos cubiertos de hojas de plástico. Detrás, en la porción que está entre Caseros, Montes de Oca, Finochietto y General Hornos hay escombros y todo es abandono.
Ahí, antes, había tres canchas de fútbol que utilizaban los vecinos. Pero ese sector se tocó durante las tareas de remoción de tierra que hizo el Gobierno porteño en 2016. En aquel momento se pretendía mudar junto a la plaza una playa de maniobras que estaba -y hoy sigue estando- justo enfrente, también en el bajo autopista. La usan los colectivos de las líneas 65, 151 y 168.
La mudanza se debía a que la Nación necesitaba la actual playa de maniobras para montar un obrador y empezar con la Red de Expresos Regionales (RER), un mega-túnel bajo la 9 de Julio para llevar el tren hasta el Obelisco. Por la crisis económica, el proyecto quedó en suspenso, así como esa porción de tierra pelada, que en la actualidad acumula escombros y ratas, y por la que los vecinos siguen reclamando una limpieza y una utilidad.
FUENTE: www.clarin.com