Museos, teatros, una imponente catedral neogótica, inmensos pulmones verdes, sitios históricos y diversos polos gastronómicos son sólo algunos de los sitios de interés que ofrece La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, para los visitantes que deseen conocerla.
Ubicada a 58 kilómetros de la Capital Federal, la ciudad de las diagonales cuenta con una propuesta turística en constante crecimiento con diferentes alternativas para disfrutar en pareja, con amigos o familia en un fin de semana.
La Plata fue planificada y diseñada antes de su fundación, por lo que constituye un cuadrado perfecto, atravesado por dos inmensas diagonales (73 y 74), avenidas, una plaza y una iglesia cada seis cuadras. Se trata, además, de una ciudad repleta de árboles entre los que se destacan los jacarandás y los tilos.
En el centro de la ciudad, se encuentran los edificios patrimoniales y monumentos del eje fundacional, entre los que sobresalen el Palacio Municipal (12 51 y 53), la Legislatura (7 51 y 53) y la Casa de Gobierno (6 51 y 53). Por su cercanía, pueden recorrerse a pie o a través de los tours gratuitos organizados por la Municipalidad, en donde los guías narran a los visitantes mitos e historias.
El primero es un edificio con influencias del renacentismo alemán que alberga en su interior gran cantidad de piezas arquitectónicas y decorativas. El palacio legislativo, en tanto, es neoclásico y cuenta con destacadas esculturas y relieves. Y, de estilo neorenacentista flamenco, la Gobernación se destaca por su fachada de ladrillos a la vista, combinada con partes revocadas en piedras parís y salones en su interior con decoración barroca.
La Catedral (14 51 y 53), ubicada en el centro geográfico de la capital bonaerense y frente a la Plaza Moreno es considerada el mayor templo neogótico de América del Sur y es el atractivo más elegido por quienes visitan la ciudad.
Con sus 700 metros cuadrados de superficie y una altura de 97 metros, la inconfundible tonalidad rojiza de sus ladrillos a la vista la dotan de una belleza inigualable. Cuenta con un museo y se puede acceder a una de dos torres para observar con máximo detalle el trazado perfecto de La Plata.
Muy cerquita de allí se encuentra el Teatro Argentino (51 8 y 9), que fue inaugurado en 1890 y luego fue renovado, pero se incendió en 1977. Esa situación generó un proceso de reconstrucción que concluyó en 1999, cuando se convirtió en el actual complejo artístico con arquitectura brutalista.
Su superficie cubierta alcanza los 60.000 metros cuadrados y la geometría de su planta, con diagonales mayores y menores, evoca el plano de la ciudad.
Justo en frente los visitantes pueden disfrutar de excelentes atardeceres con tragos de autor en el rooftop del Hotel Grand Brizo La Plata (51 N° 715), con una impresionante vista de toda la ciudad.
Para los amantes de la historia, en La Plata también está ubicada la Iglesia San Francisco de Asís, en la que se casaron Juan Domingo Perón y Eva Duarte (12 68 y 69); y la casa del dirigente radical Ricardo Balbín (49 diagonal 74 y 12).
Por otro lado, la región del Paseo del Bosque (1 y 53) es un escenario ideal para conectar con la naturaleza. Allí se puede pasear en bote o kayaks en la laguna artificial, perderse en los intrincados pasillos de las grutas o simplemente caminar por senderos de centenarios álamos, robles, ombúes, sauces, ginkgo y eucaliptos.
Se trata de un espacio inmejorable para realizar actividades físicas y recreativas de todo tipo, a lo largo y ancho de sus 60 hectáreas, que lo disponen como el mayor pulmón verde de la ciudad.
Los visitantes también pueden conocer el monumento de los “Cinco Sabios de La Plata”, que rinde homenaje a personalidades que tuvieron un papel crucial en la construcción identitaria de la ciudad, tales como Carlos Spegazzini, Alejandro Korn, Juan Vucetich, Florentino Ameghino y Almafuerte. Próximamente, los sabios serán seis, con la flamante incorporación de René Favaloro.
Alberga además, una conjunto de atractivos icónicos entre lo que se destacan los colegios y facultades de la Universidad de La Plata, el Museo de Ciencias Naturales, el Planetario, y los estadios de Gimnasia y Estudiantes.
El Museo de Ciencias Naturales, inaugurado en 1888, alberga impresionantes colecciones de restos de dinosaurios, pero también cuenta con elementos del antiguo Egipto, y salas de zoología. Puede visitarse de miércoles a domingos de 10 a 18.
El bioparque (ex Jardín Zoológico) es un espacio que tiene como prioridad el bienestar animal y propone un recorrido donde los visitantes puedan entender las relaciones equilibradas que existen entre los elementos de la naturaleza, y cuenta, además, con un jardín botánico.
El Planetario tiene capacidad para 175 visitantes, y es considerado como el más moderno de Sudamérica. Ofrece funciones inmersivas gratuitas sobre el universo, el sol y los planetas.
Próximo al Bosque está la Casa Curutchet (53 1 y 2), una obra de finales de los años 40 del célebre arquitecto suizo-francés Le Corbusier, que es una de las joyas de la ciudad. Reconocida por la Unesco como Patrimonio Mundial de la Humanidad en 2016, se puede recorrer con visita guiada de martes a viernes de 10 a 17; y los sábados y domingos de 13 a 17.
Los amantes de los deportes pueden visitar el Estadio Único Diego Armando Maradona, las canchas de Gimnasia (Juan Carmelo Zerillo) y Estudiantes (Jorge Luis Hirschi); así como el autódromo Roberto Mouras y el Hipódromo.
En la zona del Hipódromo se erigió, desde hace un tiempo, un novedoso polo gastronómico en el que pueden encontrarse “La Bicicletería”, un espacio en la que se pueden comer platos de autor entre libros y juegos de mesa; y “El Ángel Gris”, el primer centro cultural de la ciudad que, con decoración típica de bodegón, ofrece una deliciosa carta de tapas españolas y argentinas confeccionadas por el chef Mariano Fabbiani, con sabores y condimentos especialmente traídos desde España, Italia, Tahilandia e India.
Allí también se encuentra “Vinito” (Diagonal 74 N° 471), un espacio con estética moderna en el que la cocinera Verónia Cassinelli ofrece cocina fusión de mercado, en una explosión de sabores ácidos, dulces y picantes elaborados con ingredientes frescos de primera calidad y acompañados por vinos que un sommelier recomienda mesa por mesa a los comensales de acuerdo a cada plato.
Otro de los barrios pintorescos de La Plata es Meridiano V, emplazado en torno a una antigua estación ferroviaria. Entre sus calles de adoquines, casas bajas y antiguas farolas, los fines de semana hay ferias de artesanos, espectáculos callejeros, música en vivo que llenan de vida el rincón más bohemio de la ciudad, donde entre una gran variedad de propuestas gastronómicas se destaca el restaurante “La Chorizería” (17 70 y 71), donde se pueden degustar distintas variedades de choripanes gourmet y parrilla argentina.
Otros espacios culinarios a destacar son las cervecerías, tratorías, bodegones y cocina de autor que se congregan a lo largo de la Diagonal 74, y en la zona de la calle 5 y 51, donde propuestas gastronómicas variadas exponen una contrastante armonía entre las edificaciones históricas de la ciudad y las tendencias de la gastronomía mundial, con la presencia destacada del chef platense Mauro Colagreco, reconocido a nivel internacional.
Por otro lado, en la localidad de Manuel B. Gonnet se encuentra la República de los Niños, el primer parque temático educativo de América Latina -el que se dice inspiró a Walt Disney- que cuenta con una ciudad en miniatura, un aeropuerto y un lago con un barco y un puerto propio.
Allí, niñas y niños pueden aprender derechos y obligaciones cívicas en la zona de edificios públicos a escala infantil, realizar actividades agropecuarias en la granja educativa, subir a los juegos mecánicos o montar al tren de madera y recorrer todo el predio en un viaje inolvidable.
El parque ofrece además una copiosa extensión de espacios verdes para la práctica de actividades recreativas y deportivas, y cuenta con una zona gastronómica con propuestas variadas y locales temáticos.
Muy cerquita de allí, se encuentra también la localidad de City Bell, que entre una inmensa arboleda y un ambiente elegante, ofrece múltiples propuestas gastronómicas, locales de ropa y de objetos.
Quienes viajen hasta La Plata no pueden dejar de probar los clásicos “imperialitos”, unas masas finas artesanales hechas con dos tapas de merengue (de menor consistencia y dureza del tradicional), rellenos de una crema de dulce de leche y recubiertos con un praliné de maní y azúcar impalpable, que surgieron en 1972 los venden como monoproducto en dos locales de la ciudad: 13 34 y 35, y Cantilo 932.
FUENTE: Juliana Ricaldoni – www.telam.com.ar