¿El barrio La Perla podría convertirse en “el San Telmo” de Mar del Plata? Es una idea loca, podría ser la respuesta de algunos, tras un pensamiento inmediato sobre el paisaje actual de ese barrio: casas antiguas, calles mal iluminadas, y dudosa fama de varias esquinas.
Sin embargo, aunque esporádicos, todavía casi solitarios, esos “locos” están apareciendo.
Aquí y allá comienzan a observarse apuestas de medianos inversores, con el propósito de restaurar residencias de muchos años y convertirlas en emprendimientos gastronómicos, comerciales y hasta culturales.
Arriesgan, suelen enfrentar obstáculos burocráticos en las instancias previas a la habilitación, pero al mismo tiempo se ilusionan. Porque ¿acaso no comenzó a manifestarse de este modo la zona de Yrigoyen? ¿No sucedió así con la avenida Constitución o con las calles Güemes y Alem? Las personalidades de estos espacios fueron conformándose a partir de esos “locos” privados que fueron apostando por su idea sin esperar un marco de planificación y aliento desde el sector público.
En ocasión del Día de los Monumentos, se le preguntó al arquitecto Alejandro Novacovsky, la autoridad más destacada en la ciudad en materia de preservación del patrimonio, si quien piensa que La Perla puede ser nuestro San Telmo, en referencia al emblemático barrio porteño, es directamente un iluso.
Y así contestó: “Para nada pienso que sea un iluso. Al contrario. ¡Yo vivo en ese barrio y también me ilusiono con su transformación, preservando su identidad!. Es cierto que La Perla no tiene edificios fantásticos, no siendo el Unzué, y ahí lo vemos derruido. Pero es un barrio a recrear en su conjunto. Casas emblemáticas de Mar del Plata lamentablemente se están perdiendo y ya no por las demoliciones sino por las malas intervenciones”.
Continuó Novacovsky: “La Perla es un lugar fantástico para preservar, para aunar iniciativas, para crear nuevos circuitos gastronómicos y culturales, pero ojo que también existen otros espacios que se están destruyendo a mansalva, por ejemplo Playa Grande, Stella Maris, también en torno del nuevo shopping, donde estaba la anterior terminal de ómnibus. Porque han abierto los indicadores urbanísticos desmesuradamente y nadie de los que hacen su negocio con la construcción se quieren perder la oportunidad de las ganancias”.
“Lo que necesitamos –concluyó– es gente con conocimiento en el gobierno y en todo ámbito en el que se tomen las decisiones, y que esa gente con poder convoque a esas personas que en la pregunta usted refirió como ilusionados, pero que deberíamos llamarlos entusiastas y también ciudadanos imprescindibles para una Mar del Plata recuperada”.
FUENTE: www.lacapitalmdp.com