Sin dudas son refugios climáticos, un especie de pulmón verde necesario para las ciudades. Los humedales cumplen funciones vitales para la biodiversidad y son siempre importantes, y más cuando se trata de altas temperaturas.
Las primeras olas de calor del año están afectando a la ciudad de Buenos Aires y a más de ocho provincias argentinas. Ante este contexto, los humedales pasan a cobrar gran relevancia dentro del territorio porteño debido a los diferentes beneficios ecosistémicos que ofrecen para quienes lo habitan. Los humedales se encuentran dentro de las Reservas Ecológicas de la Ciudad, ocupando más de 73 hectáreas. Están ubicados en las Reservas Ecológicas Ciudad Universitaria, Costanera Norte, Costanera Sur y Lago Lugano.
Los humedales se caracterizan por permanecer inundados o con suelo saturado de agua durante períodos prolongados. Aunque abarcan diversos ecosistemas, comparten la característica fundamental de que el agua es el elemento clave que define sus propiedades físicas, vegetales, animales y relaciones.
En épocas de clima elevado, como las actuales, estos ecosistemas desempeñan un papel crucial como refugios climáticos. En estos entornos, las personas pueden buscar alivio y resguardarse del calor, ya que la temperatura dentro de los humedales puede descender hasta cuatro o cinco grados en comparación con las áreas circundantes.
A su vez, las más de 73 hectáreas que acaparan los humedales de la Ciudad, no solo mitigan las altas temperaturas, sino que también, al momento de grandes tormentas, logran una absorción extra de agua, funcionando como una especie de esponja. Al mismo tiempo garantizan que la calidad de vida se optimice, ya que permite una mejoría en la calidad del aire.
Ignacio Suarez de la Rosa, director general de Áreas de Conservación y Restauración Ambiental de la subsecretaría de Ambiente, sostuvo: “Las Reservas Ecológicas urbanas son grandes pulmones verdes en la Ciudad, en ellos podemos encontrar la presencia de humedales, fundamentales para mejorar la calidad de vida de los vecinos y conservar la biodiversidad”.
Y sumó: “La relevancia de estos humedales radica en funcionar como refugios donde se alimenta y cría la fauna nativa y en desempeñar un papel clave en la absorción de dióxido de carbono, en la mitigación de los efectos del cambio climático e islas de calor al regular la temperatura local. A su vez, generan una defensa frente a las olas de la costa natural eficiente ante las crecidas y son fundamentales en los procesos físico-químicos que sostienen el ecosistema donde habitamos”.
En estos días de altas temperaturas “los humedales se convierten en agentes activos en la regulación del clima al absorber y almacenar considerables cantidades de carbono. Esto no solo contribuye a atenuar los impactos del cambio climático, sino que también favorece la creación de un entorno urbano más sostenible y resistente”, sostuvo Suarez de la Rosa.
La Laguna de los Coipos, con sus 23 hectáreas, es donde estos fenómenos suceden. Por sus dimensiones, este humedal es uno de los más grandes y está ubicado en la Reserva Ecológica Costanera Sur, cuya superficie total es de 350 hectáreas y es el mayor espacio verde de la Ciudad. Bosques, pastizales, lagunas y bañados forman parte de este espacio que, en el año 2005, fue declarado como sitio Ramsar por su valor mundial como humedal.
Cabe recordar que, a los efectos de la Convención de Ramsar (Convención sobre Humedales y establecida por la UNESCO), este tipo de lugares son considerados importantes por sus reservas de agua (posee cuatro espejos de agua), por ser espacios de destacada biodiversidad y por ser claves en el funcionamiento de los ecosistemas.
Lo que destaca a este espacio es un master plan hídrico que implicó la restauración de lagunas y humedales en la Reserva Costanera Sur. Conservación fundamental para la biodiversidad de la ecorregión que representan, ya que la flora y fauna que habita y se alimenta en estos entornos, emigra o muere cuando estos cuerpos de agua se secan, debido a las épocas de sequías prolongadas ocasionadas por el cambio climático, como las que se están viviendo.
Con este propósito, se ha desarrollado un proyecto destinado a dotar a la reserva de un sistema hídrico completo mediante un circuito que abarca el recorrido del agua: desde el Río de la Plata pasando por el Canal Viamonte, de allí a la Laguna de las Gaviotas, Macaes, Patos y los Coipos.
También, la restauración de estas lagunas no solo contribuye a la recuperación de los cuerpos de agua degradados, sino que también aumenta la humedad, actuando como un cortafuegos natural y reduciendo la probabilidad de incendios y su propagación.
Las Reservas Ecológicas Ciudad Universitaria Costanera Norte y Costanera Sur emergen en terrenos ganados al río y reclamados por la naturaleza. En este contexto, la biodiversidad ha florecido, no solo expandiéndose la vegetación, sino también albergando a numerosas especies de aves, mamíferos, reptiles e insectos.
Por su parte, la Reserva Ecológica Lago Lugano, ubicada en Villa Soldati, se establece sobre lo que antes era un depósito clandestino de residuos. Actualmente, este espacio abarca 36 hectáreas protegidas, destacándose por su diversidad de flora y fauna, así como por sus contribuciones a la educación ambiental y la investigación científica.
Todos los beneficios ecosistémicos que los humedales porteños ofrecen, intervienen en el bienestar de la población en un contexto mundial que lucha a contrarreloj contra el cambio climático y que revaloriza a este ecosistema como uno de los principales actores para combatirlo. Además, poseen un valor educativo, científico y perceptual.
Debido a la gran relevancia que poseen estos espacios a nivel internacional, desde 1997, cada 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales, en conmemoración a la Convención de Ramsar, llevada a cabo en 1971 en la ciudad iraní homónima.
La Subsecretaría de Ambiente porteña, a través de la Dirección General de Áreas de Conservación y Restauración Ambiental, es quien tiene a cargo las tareas de cuidado y manejo de las tres reservas con las que cuenta la ciudad.
Humedales en Argentina
En 1991, Argentina ratificó la Convención sobre los Humedales mediante la Ley 23.919, con sus modificaciones en la Ley n.º 25.335. Hasta la fecha, el país ha identificado y designado 23 Humedales de Importancia Internacional o Sitios Ramsar, abarcando en conjunto una extensión de 5.687.651 hectáreas.
Entre estos destacan los humedales de Península Valdés en Chubut, reconocidos como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. Otros ejemplos incluyen la Laguna de los Pozuelos en Jujuy, Palmar de Yatay en Entre Ríos, Lagunas y Esteros del Iberá en Corrientes, y la Reserva Ecológica Costanera Sur, notoria por ser una reserva urbana en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El más reciente en ser designado fue la Reserva Natural Villavicencio, ubicada en la provincia de Mendoza.
FUENTE: www.infobae.com