El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad trabaja a diario en la mejora del alumbrado público porteño. Al día de hoy, está conformado por 112.000 columnas. De la totalidad, 11.000 son farolas peatonales. Cada una de ellas tiene una vida útil de entre 30 y 50 años.
“Las calles, en conjunto con los edificios, los monumentos, el mobiliario urbano, el sistema de luminarias y la vida que ocurre en ellas, conforman el paisaje urbano porteño. Cada uno de ellos cuenta con una historia que también hace a la Ciudad, y por la que trabajamos cada día”, expresó la Ministra de Espacio Público e Higiene Urbana Clara Muzzio.
Muchas de las luminarias que hoy se pueden ver en las grandes avenidas y parques, remontan su historia a las primeras décadas del siglo XX, donde fueron fundamentales en la construcción de la imagen que hoy tenemos de la Ciudad, y son parte de la identidad porteña.
Durante cientos de años, luego de la fundación de Buenos Aires, el alumbrado privado se resolvía mediante velas y el alumbrado público representaba un problema sin resolver. Fue en 1744, cuando se ordena a las pulperías encender faroles por la noche, que se consideró la primera iluminación en la vía pública. Años posteriores a ese hecho, comenzaron a incorporarse faroles a vela en algunas calles de la Ciudad. Los vecinos beneficiados eran los encargados de pagar el costo de mantenimiento de los mismos.
En el año 1853 se realizó el primer ensayo de iluminación eléctrica. Cabe mencionar que, hasta entonces, predominaba la iluminación con faroles alimentados por aceite, y recién comenzaba a expandirse la iluminación a gas.
En 1880 se produce la declaración de Buenos Aires como Distrito Federal y la Avenida de Mayo fue la primera avenida de esa Buenos Aires. Estrenó sus primeras farolas ornamentales eléctricas instaladas a fines de la década de 1890. Pero en 1911 cuando comenzó la construcción del tranvía subterráneo, actual línea A del subte, las farolas fueron removidas y reemplazadas por un modelo provisorio.
Años posteriores, se implementó un modelo de alumbrado de “la Fundición Val d’Osne” que se instaló en la Av. de Mayo, Plaza de Mayo, Plaza Congreso y las nuevas diagonales. Era un modelo de tres y cinco brazos, originalmente tenían una esfera “flotante” que luego fue reemplazada por el plafón que hoy podemos ver en estas avenidas.
Entre 1922 y 1925 se puso en marcha el “Plan Noel”: el primer plan urbano que considera a la Ciudad como un organismo cuyos problemas y posibilidades deben ser contemplados en conjunto, en forma articulada y en toda la extensión del territorio en consonancia con una nueva disciplina.
Fue en 1925 cuando la entonces Municipalidad de Buenos Aires, sacó un comunicado con el título “el nuevo alumbrado de Buenos Aires” diferenciando así, un modelo de luminarias que se colocarán en las avenidas y otro modelo en los parques. Si bien los modelos eran de procedencia europea, su fabricación se realizaba en talleres privados o nacionales.
El modelo de alumbrado “Canopias”, que hoy puede verse en Recoleta y Retiro, con sus variantes de uno, dos, cuatro y hasta ocho brazos fueron implementadas en la década de 1930. También se implementó, para esa misma época, otro modelo llamado “Globo” que al día de hoy predomina en la Plaza de Armas.
Por su parte, la Avenida 9 de julio recibió las farolas del modelo “Canopias”, que luego fueron retiradas en su posterior transformación. Hoy este tipo de luminarias pueden encontrarse en la barranca de la Plaza San Martín.
Hace algunos años, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires logró recuperar los cabezales originales de “la Fundición Val d’Osne”, y repuso las luminarias en algunas avenidas que se habían perdido como por ejemplo en Av. Córdoba.
La evolución de los artefactos, que se fueron reemplazando a medida que avanzaba la tecnología, incorporando paulatinamente reflectores, refractores, alojamiento de equipos, y cambiando su fuente luminosa, fue permitiendo mejorar los parámetros y dándole mayor vida útil al equipamiento, hasta llegar en la actualidad a la tecnología LED.
En 2019 finalizó el proyecto de recambio de todo el alumbrado público a tecnología LED. Esto marcó no sólo un salto tecnológico, sino también un plan de obras que implicó la incorporación de columnas en avenidas y calles en zonas donde la iluminación resultaba deficiente, como así también la instalación de luminarias peatonales, impactando en la seguridad de las veredas.
FUENTE: www.buenosaires.gob.ar