Si uno viaja por la ruta 11, a la altura del kilómetro 532, se encuentra con una edificación llamativa y única con vista a la costa atlántica. Su estilo poco convencional yace en la intensa inclinación de la edificación, como si estuviese a punto de ser tragada por la tierra. Se trata de la casa inclinada de los Acantilados, Mar del Plata. Todo en ella fue pensado e ideado por el estudio de arquitectura marplatense Lepore & Salvini.
El proyecto
Esta casa de hormigón se encuentra emplazada en el kilómetro 532 de la Ruta Provincial 11, en el Barrio Acantilados de Mar del Plata. Establecida como un punto de referencia para locales y turistas, resalta entre las demás por su edificación poco convencional.
El proyecto de esta construcción nació en manos de Lepore Salvini Arquitectura Atelier, el cual desde 2012 se caracteriza por realizar edificaciones fuera de lo común. En marzo de 2019 surgió la idea, pero no fue hasta octubre de ese mismo año que comenzó su construcción. Los arquitectos y los dueños de la vivienda concluyeron en que la casa debía mimetizarse con los alrededores y aprovecharse de sus paisajes.
Tenía como fecha de fin de obra fin de 2021, pero las obras se demoraron. Desde el comienzo, los profesionales a cargo de la obra sabían que no se trataba de una construcción más.
Su estructura
“La operación que realizamos fue la de aplicarle un movimiento al objeto construido, inclinándose hacia adelante, cayendo hacia el mar, como la topografía de un acantilado”, explicó la arquitecta Julieta Lepore, dueña del estudio, a la Nación.
En cuanto a su estructura, en el primer nivel en altura, en el bloque que da hacia el este y sobre la calle 4, se encuentran los dormitorios. Por otro lado, en la parte pública de la casa se ubica en la parte de atrás.
Hay dos terrazas, una del lado expuesto al mar que contendrá un espejo de agua; y otra hacia el lado del barrio Acantilados, hacia la buena orientación del sol.
A causa de la inclinación de la obra, todos los espacios interiores tienen vista al mar. El claustro delantero de la vivienda no tapa al de atrás y, con una diferencia de niveles entre ambos ambientes, la casa capta la totalidad de la vista panorámica. Además, la parte de la propiedad que pareciera caerse protege a la vivienda de los vientos más fríos, mientras que la estructura elevada deja pasar al jardín trasero y remata en el patio, que incluye un jardín central.
FUENTE: Victoria Bianco – billiken.lat