A dos años y medio de que recibiera aprobación en el Concejo Municipal, toma forma el proyecto para levantar una torre de departamentos en Tucumán al 2000, sobre la parte trasera de una construcción de valor patrimonial. Una inmobiliaria rosarina ya puso a la venta las viviendas y oficinas que se empezarán a construir durante este año. El emprendimiento se llama Tower M y es otra de las inversiones que la familia Messi tiene en Rosario.
La cuadra de Tucumán entre Moreno y Balcarce es una de las tantas transformadas por el boom inmobiliario que en las últimas décadas modificó el paisaje de Rosario. Actualmente, en esos cien metros, los edificios de departamentos conviven con algunas casonas que permanecen como testigos de esa otra ciudad.
La mansión de dos plantas de mitad de cuadra, con su fachada ornamentada y un bow-window, es uno de esos ejemplares. Sus vecinos ya no recuerdan el tiempo que lleva vallada ni cuánto hace que llaman al emprendimiento que se publicita en el cerco de obra como “la torre de Messi”.
Sí pueden contar las características de la flamante iniciativa: un edificio de 15 pisos, con cocheras y terrazas verdes, que mantendrá intacta la fachada de la construcción de valor patrimonial. “Afortunadamente”, lo valoró una vecina y recordó que en el lugar funcionó hace tiempo un colegio privado, que fue a la quiebra, y después la casona permaneció prácticamente vacía.
Una inmobiliaria ya comercializa el emprendimiento que afirman comenzará a construirse este año. Se trata de un complejo de 15 pisos que se levantará en el centro de manzana, en lo que era el jardín de la casona casi centenaria.
El proyecto incluye dos subsuelos de cocheras, con capacidad para 34 unidades, 13 oficinas ubicadas del primero al tercer piso y 33 viviendas de variadas dimensiones, de monoambientes a dúplex de 3 y 4 dormitorios; además de gimnasio, piscina y solarium.
Un proyecto con historia
El proyecto llegó al Concejo en 2018 y se aprobó dos años después. En una de las últimas sesiones de diciembre de 2020, los ediles avalaron la propuesta del convenio a suscribir entre el municipio y la firma Emprendimientos Urbanos SA para levantar el edificio de 15 pisos sobre los fondos del inmueble de valor patrimonial.
El debate se centró en la altura que podía alcanzar la nueva construcción: mientras originalmente la altura máxima permitida era de 13 metros, el proyecto se proponía trepar a los 42 metros. Aun así se valoró positivamente que se mantuviera la casona de valor patrimonial como parte del nuevo edificio a construir.
Así, el convenio autorizaba excepcionalmente la construcción de 3.966 m2 cubiertos con una altura máxima de 42,30 metros, coincidentes con el perfil de las medianeras linderas, y el pago de una contribución al municipio por la superficie levantada entre el quinto y el décimo quinto piso.
A su vez, los desarrolladores se comprometían también a emprender la puesta en valor integralmente de la mansión, sobre todo el retiro de la edificación conformado por el Jardín anterior y patio lateral con la galería, su entrada techada por el balcón curvo, el hall con la escalera de madera y el gran salón con el bow-window.
La iniciativa obtuvo el okey del concejo a fines de 2020. Pandemia mediante, el emprendimiento se mantuvo en suspenso un tiempo. Incluso cambió de constructora. La Capital se comunicó con referentes de la firma Emprendimientos Urbanos quienes aseguraron que el proyecto no pertenece más a la empresa.
No obstante, en los últimos meses el expediente empezó a moverse en las oficinas municipales. Según explicaron desde la Intendencia, el proyecto fue diseñado hace bastante con áreas de oficinas y la intención era modificarlo para que sea íntegramente de viviendas.
Para esto, advirtieron, necesitaría una reaprobación por el cambio de usos, pero no modificaría la preservación del inmueble de valor patrimonial. Las mismas fuentes indicaron que el inmueble pertenece a la Fundación Messi.
Una casona respetada
La casona de Tucumán entre Balcarce y Moreno fue construida a principios del siglo pasado. El proyecto correspondió al arquitecto y constructor catalán José Mompel, un referente del modernismo en la ciudad, según recuerda el arquitecto Pablo Mercado, especialista en patrimonio.
El inmueble figura en el catálogo de edificios de valor patrimonial del área central, un listado que describe a aquellas construcciones que, por su valor individual o porque forman parte de un conjunto singular, son trascendentes para la historia de la ciudad.
A las dos plantas de Tucumán al 2000, de frente ornamentado y grandes ventanales, le corresponde un grado de protección 2 A, lo que indica que cualquier refacción debe preservar las fachadas y partes interiores de valor, sin aumentar superficie al edificio. Las modificaciones interiores deben respetar la tipología y los espacios que conservan el diseño y materialidad original.
Uno de los últimos usos que tuvo la construcción fue alojar al colegio Cristóforo Colombo, una institución fundada en 1998 que prometía educación de excelencia, basada en valores humanísticos y con el rol de estrechar los lazos de cooperación entre italianos y argentinos. Sin embargo, en 2005, la escuela cerró sus puertas dejando en la calle tanto a alumnos como docentes.
Un año después, el Servicio Provincial de Enseñanza Privada del Ministerio de Educación dispuso cancelar la autorización del establecimiento para funcionar como servicio educativo desde el 1º de marzo de 2006. La escuela dependía de la Fundación M.C.M.D. Marta Clotilde Martini de D’Aste, que funcionaba en Balcarce 742, otra casona que años después de eso fue demolida.
FUENTE: Nicolás Maggi – www.lacapital.com.ar