Como ocurrió en varios períodos de sus 111 años de historia, Huracán pasa tiempos de penurias financieras y tiene por delante un futuro futbolístico lleno de incertidumbre. Hace 13 partidos que no gana entre Superliga y Copa Sudamericana y, de cara al año que viene, el promedio baja a pasos agigantados. En este contexto tormentoso, un grupo de socios que están afuera de la política del club trabaja en un programa de largo aliento que busca modernizar la infraestructura de la entidad.
La consolidación de la institución, se sabe, se dio en la década del ’40 con la construcción de sus dos emblemas edilicios: el ya mítico estadio Tomás Ducó y la sede de la avenida Caseros. Desde entonces, la infraestructura tuvo sólo pequeñas intervenciones. Hoy sólo se destaca el campo de deportes, La Quemita, como el único activo agregado en los últimos años. En la actualidad, el club sobrevive en un profundo proceso de envejecimiento edilicio y societario.
Por muchos años, el barrio de Parque Patricios vivió un estado de letargo que, sin embargo, comenzó a cambiar a fines de 2008 con la decisión del Gobierno de la Ciudad de impulsar políticas urbanas para la reingeniería de la zona, como la descentralización e instalación de edificios estatales de gran afluencia de público como el gobierno municipal; la extensión de la línea H del subte y la definición de la política para la instalación de un centro de promoción, desarrollo, innovación y conocimiento para el desembarco de empresas de tecnologías de la información y comunicación.
Esto dio lugar al llamado Distrito Tecnológico Parque Patricios, en el que, desde entonces, se instalaron más de 350 empresas de la industria de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC); emprendimientos que trasladaron consigo a más de 16.000 trabajadores que consumen, se alimentan y requieren servicios de una oferta del barrio que hoy no es suficiente para estos requerimientos.
En paralelo a esta demanda estacional diaria se agregó la radicación del nuevo barrio Estación Buenos Aires del programa estatal Procrear, lindero a la cancha de Huracán. Allí, unas 10.000 personas del segmento medio tendrán su vivienda permanente en el corto y mediano plazo, según estimaciones oficiales.
Por este proceso virtuoso urbano, a los 40.000 habitantes históricos del barrio en el que Huracán sin dudas es el faro, se le sumarán unas 26.000 nuevas personas, entre temporarios y permanentes. Más del 60% de la población histórica.
“Todo este proceso merece un replanteo de la institución, para poder romper el techo inviable de los 20.000 socios actuales y para mejorar definitivamente su oferta y posición dominante en el barrio. Esta oportunidad única para el club la vamos a atender con el programa ‘Huracán 2030-La Reconstrucción’. Esto debe ser una política de Estado de largo plazo que trascienda a cada una de las Comisiones Directivas que se sucedan en el futuro”, explica Gustavo Ortolá, socio del club y reconocido desarrollador inmobiliario, quien se encuentra trabajando en pos de modernizar la infraestructura de la institución, asegurando además que, “con este programa, el club podría incorporar ingresos por alquileres de superficies hoy ociosas y mejorar la oferta actual, con el fin de hacer crecer considerablemente la masa societaria”.
En ese sentido, durante el año pasado, el empresario comenzó a trabajar en dos proyectos que pueden ser claves para el crecimiento estructural del Globo. Por un lado, junto a las actuales autoridades del club, gestionó con el Gobierno porteño la apertura con servidumbre de paso del bajo tribuna de la ex popular visitante, que servirá para vincular al nuevo barrio Estación Buenos Aires con la avenida Colonia. Como contraprestación, Huracán recibirá la construcción en esa peatonal Colonia de un gimnasio de 650 metros cuadrados totalmente equipado; la generación de accesos, veredas y calzadas; la forestación e iluminación de las calles y el cambio, remodelación y reparación de la totalidad de la vereda que rodea el estadio y su correspondientes luminarias. “Además, junto a nuestros arquitectos, vamos a iniciar un programa de mejoras y actualización de instalaciones en el estadio, que incluirá la incorporación de nuevas superficies de oficinas, locales comerciales, museo y un bar temático”, agrega Ortolá.
En paralelo a esta gestión, el ejecutivo también consiguió el año pasado en la AABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado) un predio de dos hectáreas que están pegadas al nuevo barrio Estación Buenos Aires, a sólo 150 metros del Tomás Ducó. Allí se pretende construir el polideportivo “Estación Quemera”, para captar no sólo a los nuevos pobladores sino también a muchos de los trabajadores que visitan el barrio todos los días.
“Estamos hablando con inversores y también con empresas de desarrollo y management deportivo para encontrar una forma de hacer una concesión mixta que beneficie al club. Hoy la institución no está en condiciones financieras de hacer semejante inversión para poder usufructuar el total de los ingresos que genere el complejo. Por eso hay que ser creativos para cerrar los mejores convenios posibles”, indica. En una primera etapa, el nuevo predio contaría con canchas de césped sintético, pileta de natación, restaurante y un espacio de usos múltiples.
Pero el proyecto de modernización para el Globo no termina allí. El ingeniero también está en tratativas con desarrolladores inmobiliarios que están interesados en remodelar y modernizar la sede social de la avenida Caseros. “Allí se respetarán y mejorarán todos los espacios deportivos que hay actualmente y se sumará un sector de oficinas que se les alquilará a las muchas empresas que se están radicando en la zona”, asegura.
Ortolá proyecta que todos estos emprendimientos le generarán al club un piso de 6.000 nuevos socios y que los alquileres por los espacios en el estadio y en la sede redundarán en ingresos anuales cercanos a los 35 millones de pesos, el equivalente a lo que hoy entra por 4.000 asociados. En síntesis: en la primera etapa de este programa, la institución proyecta incrementar en un 50% lo que actualmente ingresa por las cuotas que pagan los socios.
Todo ese capital servirá para seguir generando nuevas mejoras, no solo en el estadio -con la incorporación de palcos VIP en la platea Miravé, la instalación de iluminación y pantalla LED y otros avances tecnológicos- sino también en La Quemita, con la construcción del microestadio y de canchas de césped sintético para las divisiones inferiores.
“Estos nuevos espacios fueron conseguidos bajo el mandato de esta Comisión Directiva. Pero quiero dejar en claro que nosotros somos un grupo de socios independientes, no pertenecientes a ninguna agrupación política, y que todos estos proyectos son para Huracán y busco darle continuidad en el tiempo, sin importar quién lleve adelante los destinos del club en el futuro. Cómo hicieron otras instituciones, tenemos que empezar a pensar en el largo plazo. La década del ’20 fue la época en dónde el club ganó más títulos de Liga. Ahora, cien años después, también en el ’20, tenemos que iniciar está reconstrucción. En este contexto adverso que atraviesa el club, financiero y futbolístico, este debería ser el proyecto de todos sin importar la bandera partidaria ni la intención política. Estar todos encolumnados tras este objetivo sería la señal de unidad que está necesitando nuestro querido Huracán”, concluye Ortolá.
FUENTE: www.depo.com.ar