Antoniucci es sinónimo de verde, plantas, árboles y viveros. A su vez, el apellido esconde una larga tradición vinculada con la actividad hacia principios del siglo XX y hoy luego de cuatro generaciones propone nuevas experiencias en el paisajismo y en el desarrollo de cultivos. Actualmente la empresa tiene 80 hectáreas para la producción de especies, es elegida para el diseño de paisajes y es un referente en el sector.
Miguel, el jardinero italiano y su legado
La historia comienza en 1911 con la llegada de un joven Miguel Antoniucci de 21 años proveniente de Pesaro, un pueblo de Sant’angelo in Vado (Italia) con un oficio: la jardinería. El destino lo llevó a Mar del Plata y así comenzó la historia que Alfredo (padre) y Nicolás (hijo) Antoniucci compartieron en el programa Acceso Directo por CNN Radio Mar del Plata con la conducción Ariel Torres.
“Mi abuelo se bajó del barco Mafalda en Buenos Aires y preguntó dónde había chalets importantes y gente que necesitara el servicio de un jardinero. Le dijeron que en los alrededores de Buenos Aires y sino en una ciudad balnearia con muchos chalets, que había pocos habitantes donde se estaba tomando mucha gente y a él que le gustaba más el frío que el calor le gustó la idea de venir a Mar del Plata”, recordó Alfredo. Empezó trabajando para el chalet de uno de los hijos de Pedro Luro, luego comenzó con el cultivo de flores y plantas, el cuidado de casas junto a su esposa. La familia se fue ampliando y con ella la vocación por la jardinería.
Con el paso del tiempo, sus dos hijos – uno de ellos el padre de Alfredo Antoniucci – iniciaron el vivero. “Mi padre es el primer profesional de la familia, se recibió de Ingeniero y estamos en la cuarta generación, cada una haciendo su aporte”, continúo.
“Cada generación ha aportado aire fresco. La primera fue la génesis con mi bisabuelo y las flores con todos sus bulbos y su bagaje que trajo de Italia. La generación de mis abuelos y mis tíos abuelos le han dado un impulso a todo el know how en una realidad muy diferente. La generación de mi padre y mi tío le han dado también su desarrollo y han nacionalizado una marca qué tenía un tamaño local, que atendía a un tipo de economía que era la aldea balnearia de élite. Hoy estamos en otro tiempo completamente distinto en una ciudad qué va a hacer una metrópoli en muy poco tiempo”, remarcó Nicolás Antonucci, que está más vinculado con el área de paisajismo.
Familia y vocación
El trabajo en familia es una prioridad para los Antoniucci, que a través del paso del tiempo se ha mantenido, fortalecido y desarrollado.
“La función de mi hermano y la mía es ser consultores de las nuevas generaciones. Uno trata de no cometer siempre los mismos errores y sobre todo tener visiones diferentes. La experiencia mal que le pese a muchos jóvenes pesa y en algún momento fuimos jóvenes y nos hemos equivocado cuando a veces un mayor lo advertía. En el mundo de los negocios equivocarse cuesta a veces muchísimo dinero, tiempo desperdiciado y por eso uno tiene que tratar de ser los más consciente posible cuando está por tomar decisiones”, señaló Alfredo Antoniucci y agregó: “Somos cinco en la familia y siempre tratamos los temas de ir trabajándolos, intercambiando opiniones y generalmente llegamos de forma unánime de tomar una determinación que generalmente va es positiva para la empresa”.
A su vez, destacó que más allá de la historia familiar, lo que prima es la vocación: “Este trabajo si no te gusta mucho, si no lo llevas adentro, es un calvario y a nivel mundial la mayor parte de los vivieron inclusive los más grandes tanto en Europa como en Estados Unidos son pymes familiares también. Hay muy pocas empresas que sean viveros como los nuestros”.
Por su parte, Nicolás consideró que su vinculación con la empresa “la tuve clara toda la vida. En mi caso sí fue como un mandato, pero no familiar, sino autoproclamado. Nunca me imaginé haciendo otra cosa”.
“Muchas veces me gustaba ir a la oficina y acompañar a Alfredo y Fabián que tenían sus conversaciones y yo me quedaba escuchando. Me quedó grabado la dinámica de esas charlas en la cual se trabajaba sobre el acuerdo y cuando hay un desacuerdo no es un gran problema”, rememoró y consideró que “no hay una idea que sea más importante que el afecto que uno le tiene al otro, entonces no vale la pena pelearse por ninguna idea”.
Árboles, testigos de la ciudad
Caminar por importantes avenidas de la ciudad es sinónimo de encontrarse con árboles que son testigos de ese devenir hace décadas. Así lo demuestran, por ejemplo, los plátanos o los tilos que también cumplen una importante función ambiental.
“La zona del sudeste de la provincia de Buenos Aires eran pastizales. Los señores que decidieron fundar en este preciso lugar Mar del Plata sabían muy bien lo que estaban haciendo, eligieron el más pintoresco. Tengo la suerte de haber acompañado a mi padre a muchos de los trabajos que hacía y hoy ver los árboles que él plantó hace 50 años atrás y ver que son gigantes da un poco de vértigo”, señaló Alfredo.
“Mi padre está en ese tipo de cosas y también en la presencia de modificar para el bien a Mar del Plata. Creo que fue el primer ecologista paisajista que tuvo la ciudad. Fue la primera persona que se preocupó por que los jardines fueran bonitos, bien diseñados para lucirse”, continúo.
Hoy quien continúa con ese legado es Nicolás. “Los arquitectos y diseñadores usaban una mesa de madera que todavía está para hacernos acordar de dónde venimos”, mencionaron y remarcaron que ahora se utiliza realidad virtual para el paisajismo que permite “meterse dentro del proyecto a través del metaverso”.
“El paisajismo tiene una limitante que es la comunicativa, lleva años ver ese árbol que te imaginaste”, explicó Alfredo y eso es posible visualizarlo a través de la tecnología inmersiva más allá de un monitor.
Siempre dispuesto a afrontar desafíos
En los últimos tiempos el cuidado de los jardines comenzó a tomar relevancia principalmente en el sector privado. “Siempre hemos apuntado a la excelencia, entonces obviamente en determinadas obras premium es donde se puede llegar a incorporar nuestro trabajo”, señaló Nicolás.
En este sentido, sostuvo que una de las obras que significó “un antes y un después” en su carrera fue la encargada por el Ingeniero Fernando Micconi llamada Malecón Hue (San Lorenzo y Alsina): “En el 2015 empezó el proyecto junto al Estudio Mariani Pérez Maraviglia Cañadas en el que se plantaron 27 árboles en cuatro niveles nivel: menos uno, planta baja, primer piso y en las terrazas. Se requirió de un esfuerzo técnico mucho más allá de la estética, con un reto ergonómico altísimo. Además, el reto en cuanto a la seguridad e higiene, hemos tenido que cortar calles que son muy concurridas por colectivos, pasar volando con árboles por arriba de casas y de plantar especies de 10 ó 12 metros de altura”.
“Es una de las obras que más satisfacciones me ha dado. Nunca me canso de decir que para mí lo más importante fue haber estado a la altura de lo que me pidió Fernando Micconi, que puso toda la confianza en mí y esa mochila me la saqué el día que lo entregué a su socio porque él había fallecido”, completó.
Nuevas tecnologías para el desarrollo
Desde hace 100 años la familia Antoniucci se ha dedicado a las plantas expandiendo sus áreas de trabajo reuniendo diferentes desde Ingenieros Agrónomos hasta profesionales de la informática, y abarcando diferentes etapas del proceso de desarrollo de los árboles.
“Tenemos a 20 kilómetros del centro 80 hectáreas de cultivo intensivo con una producción muy importante de arbustos, árboles, gramíneas y plantas que a su vez vendemos a otras ciudades del país y anteriormente a España. Estamos logrando una calidad y un nivel compatible con ciudades del primer mundo”, indicó Alfredo.
Seguido, Nicolás destacó que Mar del Plata tiene un clima apto para este tipo de producción ya que es una zona “casi mesotérmica entre el calor del norte y el frío del sur. Es una suerte para nosotros que podamos tener tanto cultivos de plantas tropicales como de clima frío. Además, tenemos un frente marítimo que influye”.
En relación a la producción, los Antoniucci también explicaron que “tenemos mucho cultivo en contenedores, algo que se hace más en Europa y Estados Unidos, donde las plantas están mucho más juntas que en el campo y se hace riego por goteo. Se ha hecho una inversión en estos tres últimos años para poder producir de buena calidad y de formas sustentables”.
“La ventaja de esta forma de cultivo es que podemos tener entrega de plantas todo el año, a diferencia de planta cultivada tradicional en que se cortan las raíces para sacarla del campo, envasarla en una maceta y transportarla a un vivero, de esa manera ya se cultiva desde su nacimiento en una maceta”, detalló Nicolás y destacó que en el sustrato hay componentes de todo el país. “Poner el sustrato para una planta es uno de los hechos más culturales y más federales porque necesita tráelo de todo el país y convergen en una maceta”.
Por otra parte, indicó que en el paisajismo también hay nuevas corrientes como la denominada “cero paisajismo”. Se trata de “plantas xerófitas que son las plantas que viven sin mantenimiento. Ese paisajismo es la respuesta a trabajar con plantas nativas o que son exóticas que resisten el régimen de lluvia de cada lugar para no tener que regar por qué no hay agua de riego”.
Conocé más sobre la historia de la familia Antoniucci a través de la entrevista completa que brindaron Alfredo y Nicolás al programa “Acceso Directo” con Ariel Torres que se emite los sábados por CNN Radio, FM 88.3 Mar del Plata.
Teatro Tronador: “Esto realmetne es primer mundo”
Los titulares del vivero más grande de la ciudad visitaron el Tronador con motivo de una entrevista en el estudio que CNN Radio tiene en el foyer del teatro. Atentos a cada detalle al finalizar la recorrida expresaron:
“Conocía el viejo Tronador que era un teatro común la verdad, realmente es un super lujo, esto realmente es primer mundo. Las grandes inversiones se hacen para cosas muy comerciales, pero esto es para el arte y la cultura” expresó Alfredo.
“Saber que los marplatenses podemos recibir a un artista internacional y que esa persona se sienta cómoda en este lugar, realmente es un orgullo como tener la cancha de golf de Playa Grande. Mar del Plata es celebre por los teatros y tenía que tener una sala como esta” concluyó Nicolás Antoniucci.
Acceso directo
El ciclo de CNN Radio dialoga con líderes de negocios e instituciones, escucha historias de emprendedores, profundiza en las profesiones más interesantes y presenta las investigaciones de científicos más innovadoras. Los temas que no atiende la agenda de coyuntura están en “Acceso Directo”, con la conducción de Ariel Torres. Sábados a las 17 por FM 88.3 Mar del Plata, también se escucha en Balcarce, Necochea, Miramar y Mar de Ajó.
FUENTE: Marina Guzmán – elmarplatense.com