Los bienes del pasado, que a veces aparecen como una carga para la economía, son precisamente lo contrario cuando se trata de desarrollar un área. “Nosotros hemos dado vuelta este concepto, dice Guillermo García, juntamente con gente que trabajó en la Unión Europea, especialmente en tiempos de cambios climáticos y al evaluar la energía a consumir para materializar obras en estructuras vacantes”. Tal es así que se vio cómo viejas fábricas o estaciones ferroviarias o portuarias mantuvieron y acrecentaron su valor.
“Siempre que preparamos carpetas de inversión hacemos hincapié en la tasa de retorno. Ya que podemos apreciar que partir de lo construido acorta los plazos de una obra”. En términos de tiempo, contar con los muros significa economizar demoler, excavar, y volver a salir de los cimientos, con un ahorro de entre seis y siete meses de trabajos.
“Muchas veces, aunque no tengan una declaratoria de bien patrimonial, son ladrillos que alguien aplicó con un desarrollo patrimonial y que nos permite, con una evaluación certera recuperar y volver al sistema productivo”. Algunos de esos inmuebles en áreas centrales, que generan buenos márgenes de rentabilidad, con el agregado de que la gente ya los conoce, son la marca del lugar, tienen una historia, y evitan al emprendedor gastos de promoción, abunda García.
En cuanto a ejemplos, la Comisión de Monumentos Históricos está trabajando en la recuperación de poblados, muchos de los cuales logran luego atractivo turístico, como en el caso de las estancias jesuíticas en Córdoba, que incluso han gestado nuevas ciudades. En este aspecto, es importante establecer un plan de manejo, para no perder los atributos de identidad, y lograr un equilibrio con el nuevo uso.
En estos momentos, tanto el plan rector del Congreso de la Nación, del cual el arquitecto García es asesor, como la restauración de la confitería El Molino, que sigue en desarrollo, ha servido para compenetrar al Estado en el respeto por la prevención del deterioro edilicio, fomentando la creación de equipos profesionales de rescate y cuidado.
FUENTE: www.areas-digital.com.ar