Los vecinos de Floresta comienzan a toparse con una nueva postal en el barrio. El viejo “Corralón”, un histórico predio sobre la avenida Gaona que supo ser el albergue de carros y caballos que formaban parte de la cuadrilla de limpieza de la ciudad, cambió su cara. Los colores llamativos y la limpieza le ganaron al gris del abandono. En las próximas semanas, el espacio quedará abierto para que niños y grandes disfruten del renovado lugar en el que se combinarán actividades de esparcimiento, deportivas y culturales.
Del centenario corralón permanecen en pie algunas de las estructuras de hierro. También un par de galpones que hacían las veces de caballeriza y que tuvieron que ser restaurados. Ahora forman parte de un conjunto integrado por metegoles, canchitas para realizar distintos tipos de deportes y 3000m2 más de espacio verde (a los que se sumaron unos 45 árboles). Los 2000 m2 de adoquinado que nacieron con el predio allá por 1911 volvieron a salir a la luz luego de que había sido tapado con asfalto y forman parte tanto del acceso principal que corta transversalmente al parque como del resto de los caminos internos.
En un sector de la plaza hay un pequeño anfiteatro al aire libre. Y, como se había programado, se construyó un gimnasio techado de 700 m2 para que lo utilicen los alumnos de la Escuela Media N° 8 que está en la manzana. Antes, los estudiantes debían caminar unas 15 cuadras para hacer las actividades de educación física. Junto a los juegos infantiles se colocaron mesas diseñadas para practicar ajedrez. También hay un circuito de cuatro postas aeróbicas con 16 equipos de uso gratuito, accesibles y sin límite horario para utilizarlas – ya que algunas están por fuera del enrejado perimetral.
En uno de los extremos de la plaza del Corralón está el conjunto escultórico en memoria de los jóvenes asesinados en 2001 por un suboficial en lo que se dio a conocer como la Masacre de Floresta. “Hicimos un camino de la reflexión en torno a esas esculturas”, explicó a La Nación Alicia Aguilá, directora de obras comunales.
Del lado que da hacia la calle Sanabria hay dos naves en los que se desarrollarán actividades culturales y expresiones artísticas tal como pedían los vecinos, pero el titular de la comuna 10, Daniel D’ippolito, indicó que será necesario que todo grupo que quiera participar de la programación, que será articulada con la dirección de Cultura de la ciudad o con la cartera de Educación, deberá contar con personería jurídica. “El uso del lugar tiene que estar regulado para que no haya problemas”, agregó. El funcionario recordó que la lucha por la recuperación del predio la dieron frentistas que se sentían damnificados por el descontrol que había en el lugar.
Parte de la obra incluyó la restauración de la casona histórica. “Vamos a seguir pidiendo para que allí se mantenga un espacio de la memoria permanente, algo así como un centro de interpretación de la plaza. Hay mucha historia”, comentó Mabel Sampaolo, que integra la Asamblea barrial de Floresta y que ve con buenos ojos cómo quedó el resto del predio. Desde que en 2005 el predio fue recuperado por la comunidad, los vecinos reclamaron por la concreción de un proyecto por un espacio recreativo, educativo, de memoria y cultural en el marco de una plaza.
FUENTE: www.lanacion.com.ar