Mar del Plata, una ciudad turística o con turismo -diferencia no menor-, autodestruye desde hace muchos años y de forma constante uno de sus recursos fundamentales: el patrimonio arquitectónico y paisajístico.
Alejandro Novacovsky, destacado arquitecto de la ciudad, rema desde hace mucho tiempo contra esa corriente que, impulsada por los intereses económicos descontrolados, va tirando abajo inmuebles de enorme valor y afectando el orden y la belleza urbanística.
¿Resultado? Una ciudad gris, con más sombras, con menos atractivos, con menor calidad de vida. Y la paradoja de que en el tiempo extendido también se ven y se verán afectados los intereses económicos y comerciales de la ciudad.
Al mismo tiempo, funcionarios y políticos parecen no darse por enterados de la involución, sea por estar ligados a esos intereses especulativos o simplemente por desconocimiento o falta de capacitación.
En algún momento de la conferencia que días atrás ofreció en la sede marplatense del Colegio de Arquitectos, con motivo del Día Nacional de los Monumentos, Novacovsky planteó, entre la broma y el sarcasmo, que los defensores del patrimonio en Mar del Plata, como él y los asistentes a su charla, se enfrentan a la opción de “ponerse a llorar” o seguir la lucha a favor de crear conciencia sobre la necesidad de rescatar, y de recrear, los recursos patrimoniales porque la ciudad y los marplatenses lo merecen, por su historia y por su identidad cultural y turística.
Antes de ofrecer la conferencia, que tituló “Patrimonio y Riesgo, la ciudad indefensa”, Novocovsky dialogó con LA CAPITAL Cultura en su calidad de director académico de la Maestría en Gestión e Intervención en el Patrimonio Arquitectónico de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata, como también en su condición de asesor de la Comisión Nacional de Monumentos.
– ¿El Día de los Monumentos cada vez adquiere mayor relieve?
– Sí. es así. El Día de los Monumentos es una idea fantástica que se viene implementando ya desde hace años la Comisión Nacional de Monumentos y que abarca todo el país. Es alentador que cada ciudad lo tome como propio, lo que antes no sucedía. Y es bienvenido que el Colegio de Arquitectos en el distrito IX festeje como la hace este día. Invita al pública a hacer recorridos por espacios de valor patrimonial, abre las puertas de su sede, y sus integrantes están abiertos al diálogo con los vecinos en lugares que tienen valor patrimonial.
– ¿Cuál es el mensaje esencial de su exposición?
– Con el título de la conferencia, “Patrimonio y Riesgo, la ciudad indefensa”, hablamos, claro, de la ciudad de Mar del Plata. Se trata de buscar respuestas a los problemas actuales. Así intentamos hacer un recorrido por las transformaciones que tuvo Mar del Plata desde su fundación y ver qué está pasando con la cuestión del patrimonio arquitectónico y urbano de la ciudad. En una ciudad que hace décadas y décadas no tiene planificación como tampoco desarrollo de políticas de Cultura en términos de patrimonio construído. Y con lo cual está con las puertas abiertas a una depredación y fractura del patrimonio paisajístico y el patrimonio construído que en Mar del Plata son fantásticos.
¿Cómo entender?
– ¿Alguna vez Mar del Plata tuvo una buena planificación que sustentara sus riquezas patrimoniales?
– Sí, tuvo planificación pero éso fue hace muchos años, cuando el tema del patrimonio no estaba tan instalado. Ahora corren otros tiempos no sólo en Mar de Plata, sino también en el país y en el mundo. Entonces, nos debemos preguntar cómo puede ser que en una ciudad turística o con turismo no podamos entender que la cuestión del patrimonio es parte de una puesta en valor de todos sus edificios, que el turismo es ávido de estas cosas. que deja muchos beneficios, incluyendo a los económicos. Y también, y es fundamental, con una parte cada vez más grande de la población que trata de identificarse con la ciudad toda, y de de mantener la identidad de sus barrios y sus obras.
– ¿Cómo observa la postura, si la tiene, del gobierno municipal respecto del tema del que hablamos?
– Yo lo que me pregunto cómo es que desde el gobierno comunal no haya ni siquiera una señal de decir: bueno…vamos a trratar de hacer algo, y que mientras tanto mantengas las puertas para la la destrucción total de todo lo que tiene valor.
– ¿Qué es el patrimonio arquitectónico y paisajístico?
– El patrimonio es fundamentalmente aquellas cosas que heredamos de nuestros antecesores, de nuestros padres, de nuestros abuelos. La ciudad, y ésto es lo que interesa, es una construcción colectiva, es la ciudad de todos, a través de las décadas y de los años y de las centurias. Esa construcción colectiva nos fue legada por las distintas colectividades y personajes que levantaron y dieron identidad a la ciudad. Por lo tanto, esa construcción va dejando huellas muy fuertes en el urbanismo y en la arquitectura, constituyendo nuestra identidad, nuestra historia y nuestra memoria. Los que seguimos a esas generaciones que construyeron la ciudad, tenemos la obligación de mantener. Obviamente, no significa la obligación de mantener todo, porque nadie quiere una ciudad congelada.
Lo viejo y lo patrimonial
– ¿Tiene que haber una diferencia no menor, supongo, entre lo que es simplemente viejo y lo que es patrimonial?
– Por supuesto, hay mucha diferencia. No todo lo que es viejo y antiguo hay que preservarlo, pero hay cosas que tienen mucho valor. Digo valor artístico y, valor paisajístico y hay un deber de cuidarlo y preservarlo. Y ésto imoplica la necesidad de buscar los mecanismos para tratar de que se mantenga y ver cómo conversamos y cómo mantenemos relaciones con los vecinos y los dueños de cada propiedad para que no pierdan usufructo. Al respecto hay experiencias riquísimas en el mundo
– ¿Cuál es la relación del tema con el interés económico?
– Quien construye, el mismo mercado inmobiliario, podrían encontrar una fórmula económica para preservar y al mismo tiempo poder responder al interés económico? Hay una ordenanza, que es la 10.075 del año 95, que tenía entre sus artículos esas compensaciones a las que usted está haciendo referencia. Esas compensaciones sobre los excedentes de metros cuadrados, y por lo tanto, excedentes de FOS y de FOT que hay en el código para poder trasladarlo a otros lotes de la ciudad. Eso era para que el vecino propietario no perdiera ese valor económico en exceso que tiene y nunca se implementó. Y éso tenía su origen en Nueva York, donde también el patrimonio se cuida y se establece como norma.
– ¿Qué modelo observar y elegir en el mundo para poder adaptar aquí?
– Esto de la compensación de los lotes que tienen excesos de superficie para poder construír existen en muchos países. Es el caso de Nueva York al que le hacía referencia. Uno puede transferir, vender, esos excedentes de metros cuadrados a otro propietario como un negocio comercial, y pasarlos a otro lote y vender el remanente de FOS y FOT. Porque la destrucción de las propiedades de valor patrimonial es para obtner metros cuadrados para poder construír en altura. Entonces no le hace perder al propietario ese negocio y la casa queda para siempre preservada.
– ¿Qué se puede hacer todavía para rescatar una Mar del Plata mejor en su arquitectura y urbanismo?
– Mar del Plata, que supo ser cabeza de león y hoy es cola de ratón en temas de patrimonio, necesita implementar políticas de patrimonio, desde varias secretarías. Básicamente desde Cultura, pero también desde Obras Públicas. Encarar una nueva modificación del COT. Y laa necesidad de no seguir generando excepciones. Acá la excepción es la norma. Hay que trabajar en políticas culturales y en políticas de patrimonio y generar, fundamentalmente, nuevos polos de desarrollo. Yo le digo a mis alumnos: no todos podemos vivir en Colón y la costa. Entonces generemos nuevos desarrollos para que los que quieran invertir tengan alternativas. ¿Quieren construír en altura?: bueno, generemos nuevos lugares, pero no sigamos arruinando los recursos turísticos naturales, por ejemplo.
– ¿Es evidente que falta una cultura de preservación y conocimiento a la clase dirigente de la ciudad?
– No creo que sea la falta de cultura. Creo que se trata de una falta de conocimiento, de una falta de preparación de nuestros gobernantes, y me refiero tanto al Ejecutivo como al Legislativo. Eso es muy claro.
FUENTE: Oscar Lardizábal – www.lacapitalmdp.com