El diseño nace de los matices, la empatía y la comprensión. De hecho, las mejores soluciones abordan las necesidades, las identidades y el contexto de un cliente y lugar. Es por esto que la respuesta de un diseñador debe contemplar las distintas realidades posibles. El diseño interseccional se trata de un método de diseño que piensa cómo los factores de identidad interactúan entre sí, siendo estos el género, la raza, la sexualidad, la clase, entre tantos otros más. Al comprender cómo se combinan estos factores, es posible entender más en profundidad el contexto de uso y las prioridades de un usuario en particular.
La interseccionalidad es un término acuñado por Kimberlé Williams Crenshaw que reconoce que las personas pueden enfrentarse a múltiples e interrelacionadas formas de discriminación estructural. Al incorporar las experiencias de diferentes comunidades con la cultura, las políticas y el diseño, podemos crear entornos más inclusivos y equitativos. Existen muchos recursos disponibles para ayudar a transitar el proceso en sí, que incluyen la divulgación y consulta con diversos grupos a través de determinados conjuntos de herramientas como la Guía para aplicar la interseccionalidad de Joanna Simpson, así como también políticas inclusivas, representación y capacitación. El diseño interseccional se basa en la voluntad de aprender y autoexaminar los propios prejuicios de un diseñador.
La interseccionalidad fue la temática elegida para el Congreso Anual de la Asociación de Mujeres en Arquitectura + Diseño del año 2018. “La interseccionalidad no es fácil. No es como si los marcos existentes que tenemos – desde nuestra cultura, nuestra política o nuestra ley – automáticamente llevaran a las personas a estar familiarizadas y alfabetizadas en la interseccionalidad. La misma pone atención sobre las invisibilidades que existen en el feminismo, en el anti-racismo, en la política de clase, por lo que obviamente se necesita de mucho trabajo para desafiarnos a nosotros mismos constantemente a estar atentos a los aspectos del poder que no experimentamos. Creo que el mismo tipo de apertura, fluidez y disponibilidad para cuestionar el poder que nosotras, como feministas, esperamos de los hombres en alianza sobre cuestiones de clase también debería ser la expectativa en la que las mujeres de color puedan confiar con nuestras aliadas feministas blancas”.
Su objetivo consistía en abrazar y reconocer estas diversas prácticas aliadas como parte esencial de la interseccionalidad. Se exploró cómo un enfoque interseccional es capaz de reconocer los diferentes tipos de discriminación como puntos superpuestos o unidos hacia un punto de intersección. Como señalan, la interseccionalidad en la arquitectura y las disciplinas del entorno construido no se trata solo de políticas de reconocimiento, sino que se extiende a un marco de responsabilidad colectiva y acción hacia prácticas inclusivas, igualitarias y socialmente justas. Como método y también como metodología general, se puede aplicar en todas las etapas del proceso de diseño.
Andrés Jaque también ofreció un acercamiento a la arquitectura interseccional como fundador de la Oficina de Innovación Política con sede en Nueva York y Madrid. En el diseño de una escuela experimental, consideraron la vida diaria de sus estudiantes y, a su vez, el contexto más amplio que abarcarían. Su enfoque se extendió en la estructuración de un ecosistema que aborde su propio consumo y, sucesivamente, enseñe a los estudiantes sobre la sostenibilidad. “Actualmente también estamos diseñando una casa en una de las islas exteriores cerca de Corpus Christi, Texas. Nuestra propuesta ofrece soluciones en diferentes niveles. Por un lado, servirá como una escapada para una familia de Dallas; por el otro, recolectará lluvia fresca para irrigar el manglar circundante, una importante línea de defensa que puede combatir la erosión y el aumento del nivel del mar. La casa puede satisfacer los deseos casi hedonistas del propietario y, al mismo tiempo, garantizar la supervivencia de su entorno. Lo que estamos notando en la práctica es que la arquitectura necesita atender simultáneamente diferentes realidades con una única respuesta. A menudo, un diseño tiene la capacidad de abordar elementos y perspectivas dispares”.
Desde la perspectiva del colectivo de arquitectura y diseño Matri-Archi, ven al espacio interseccional como una respuesta al cambio de paradigma de transformación hacia futuros social y ecológicamente sostenibles en el entorno construido. “Matri-Archi adopta un impulso colectivo por desmantelar, reparar y evaluar las fallas que están bloqueando el potencial de nuestra profesión para celebrar y desarrollar la diversidad dentro de la educación espacial y la práctica. Al ocupar y crear el espacio interseccional, el diseño puede fomentar relaciones simbióticas con interacciones humanas que reflejan un paisaje heterogéneo policéntrico en el que las ideas idiosincrásicas catalizan continuamente futuros compartidos no discriminatorios”. Por lo tanto, el diseño interseccional es tanto contexto como acción, una superposición de lo discursivo, lo digital y lo físico.
A la hora de profundizar en el diseño interseccional, Jacquie Shaw exploró cómo el análisis interseccional está creciendo dentro de las prácticas de diseño e investigación. Su trabajo examina las formas en que los diseñadores pueden enfrentar su propio privilegio y poder mediante este enfoque. A su vez, esta reflexión junto con el análisis del proceso de diseño permite una comprensión más amplia, necesaria para abordar de una mejor manera las complejidades de la práctica y de un mundo tan cambiante como este. El trabajo de Jacquie está vinculado a la sensibilidad sobre una amplia variedad de diferencias: género, identidad de género, etnia, origen nacional, raza, clase, edad, capacidad, sexualidad, estatus migratorio, religión y más. El mensaje es claro: todos merecemos que nuestras voces sean escuchadas y que nuestras culturas y experiencias se reflejen en el entorno construido.
La arquitectura puede expresar diferentes perspectivas, condiciones materiales y escalas como un proceso definido por la multiplicidad. Inherentemente, la disciplina no es una práctica aislada. Su visión es tanto funcional y estética como política, social, económica y ecológica. Al abordar las problemáticas de justicia social y ambiental a través de un lente interseccional, los arquitectos están comenzando a reinventar no solo la disciplina, sino también su composición y a quién sirve. Para revolucionar la arquitectura, el diseño interseccional presenta una forma en la cual los diseñadores pueden comenzar a confrontar su propio privilegio y poder. De esta manera, también pueden servir de una mejor forma a los clientes y a las comunidades por igual.
FUENTE: Eric Baldwin – www.plataformaarquitectura.cl