La mañana del sábado es de un otoño perfecto. El sol da el calor ideal. Servian El Circo está cerrado aun, pero el paisaje intervenido por esa gran carpa se transforma en el escenario ideal para retratar una postal efímera de la ciudad. Algo que hoy está y que en algún tiempo ya no.
Los miembros de Rosario Sketchers se juntan en la zona, cada cual elige su ángulo, toma su papel, su lápiz o acuarela y empieza a dibujar con total libertad. Se trata de un grupo que nació en la ciudad en 2015, pasaron la pandemia reuniéndose de manera virtual y hoy son “croquiteros anárquicos”, dicen entre risas, son como 30, se reúnen y dibujan distintos paisajes de la ciudad, obras que después exponen en Instagram o personalmente cuando son invitados a muestras.
“Somos un colectivo casi artístico en el que realmente lo importante es que es muy libre, está conformado por gente que tiene ganas de dibujar distintos lugares de la ciudad. Tratamos de registrar todos los lugares, sobre todo, patrimoniales, pero distintos lugares. Hoy estamos acá donde está el Circo que es un lugar efímero, que en un momento está y al otro ya no, y el paisaje cambia. Tratamos de hacer esas cosas. Muchas veces se están por demoler casas y tratamos de ir a dibujar en esos lugares que ya no van a estar más”, contó a El Ciudadano el arquitecto Carlos Bay.
“Nos juntamos todos los sábados, respondemos a distintas profesiones, oficios y actividades. Hay artistas, arquitectos, odontólogos, profesores de bellas artes, almaceneros, profesoras de matemáticas, de inglés. Lo importante acá son las ganas”, enfatizó.
Carlos es docente universitario y arquitecto. “Con el grupo tengo un día para mí en el que hago lo que yo quiero, lo que me interesa. Es algo que hacía muchas veces cuando salía de la ciudad. Me daba el tiempo para dibujar en otros lugares, de otros países, pero no en mi ciudad. Es un sábado en el que uno destina su tiempo en algo que le da tanto placer como dibujar”, agregó quien hace “croquis urbanos, rápidos y fáciles”, dijo. “Y después juego con los colores, con acuarelas, que es algo que nunca había experimentado, pero lo hice acá. Conozco mucho Rosario y no hay un lugar que no me guste, pero con el grupo me gusta ir a los lugares que son patrimonio de la ciudad”, confesó.
A unos metros de Carlos está dibujando Gabriel Asorey, “un histórico”, según señalan. Gabriel se unió al grupo en la cuarta salida, van por la 446. “Me llamó Daniel en 2015. Me contó que se juntaban con unos chicos a dibujar. Empezó con un grupo de estudiantes, pero después ellos se fueron y seguimos. Primero dijimos de hacer un sábado por mes, pero era poco, así que nos enganchamos todos los sábados. Así comenzó esto, es una pasión, como el que le gusta ir a pescar y tiene su protocolo, nosotros hacemos lo mismo, pero a través del dibujo”, contó y confesó que lo que más placer le da es ver el dibujo terminado. “Hacer exposiciones. A la gente le gusta mucho. El placer de que se sume gente también a partir de lo que ve”.
“Es un grupo que se arma humanamente, el fin de semana pasado nos fuimos a San Nicolás, nos quedó chico Rosario”, contó entre risas.
La “responsable” del viaje fue Eugenia Romero que se sumó a Rosario Sketchers cuando vivía en la ciudad, pero después se fue a San Nicolás. “Fui la anfitriona”, aseguró. “Yo ya pintaba con acuarela y me enteré qué existía este grupo. Un día vine a una salida y dije Hola”, recordó. “Me recibieron muy amablemente. Habíamos ido a dibujar al edificio de la Aduana. Me fui sumando. Ahora vivo en San Nicolás y me vengo. El fin de semana pasado fui la anfitriona. Me gusta dibujar. A veces uno tiene ganas de salir a dibujar al aire libre, prefiero hacerlo acompañada porque nos reímos mucho, disfrutamos. Como cada uno tiene su técnica una se va nutriendo de distintas experiencias. Yo cuando llegue nunca había estado con gente que estuviera vinculada a la arquitectura, las conversaciones eran completamente distintas y yo no entendía nada. Es enriquecedor desde el punto de vista artístico, del humano. Vengo por eso, porque la paso bien”.
“En los últimos años se sumó un montón de gente. En pandemia hacíamos salidas virtuales, buscábamos lugares del país con fotos y dibujábamos en casa. Fue una gran compañía”, recordó. “Ahora somos un montón y cada vez somos más”, dijo.
En el mundo
“El Urban Sketchers se hace en muchos lugares del mundo”, contó Gabriel. “Nosotros somos Rosario Sketcher porque no entramos en la nómina de Urban porque tiene algunos requisitos. En octubre, por ejemplo, se hace un simposio de los Urban Sketrcher a nivel mundial, que vienen de todas partes del mundo a dibujar Buenos Aires. Nosotros estamos invitados, pero no sabemos si vamos a ir”, comentó.
“Hemos hecho reuniones en distintos lugares, en Buenos Aires hay un grupo que se llama Croquiseros Urbanos, con ellos hemos ido a San Juan, a Colón. Son salidas una vez al año. Ya hicimos una amistad con todos. Ahora van a venir de Paraná. Se da una relación muy linda, te felicitan en las redes y te preguntan la técnica, nos vamos pasando tips. Uno va aprendiendo y seguimos dibujando”, concluyó Gabriel.
FUENTE: Daniela Barreiro – www.elciudadanoweb.com