Con tan solo 86 metros y 50 centímetros, la Diagonal Antonio Álvarez se convierte en una de las calles más cortas de Mar del Plata: menos de 1 minuto a pie es suficiente para recorrerla completamente. A pesar de estar ubicada en un punto céntrico de la ciudad, ya que va desde la esquina de la Av. Independencia y Bolívar hasta casi la intersección de Salta con la Av. Colón, la calle es utilizada únicamente como pasadizo para acortar distancias.
Parece estar olvidada, desolada y deshabitada, hasta en sus esquinas mantiene la antigua señalización, esa chapa azul con letras blancas que se colocaba en los frentes de las casas que se ubicaban en las intersecciones. Sin embargo, a eso de las 19 hs, unos bochones de luz que cuelgan de los postes reflejan en el pavimento los frondosos árboles que recubren las casas.
Dándole continuidad a la Diagonal Pueyrredon, la manzana casi cortada a la mitad no tiene ningún comercio, solo se alojan los depósitos de los negocios que tienen sus frentes sobre las calles más transitadas. Aunque casi llegando a las esquinas se pueden ver el cartel de “Colchones La Asturiana”, el sitio de recarga de cerveza artesanal “Punto Bohr” y los icónicos techos de lona rayados de “Adorado Bar”.
“Por la decisión de entubar el Arroyo Las Chacras sin romper la cuadrícula, la Diagonal Álvarez no solo es una de las más cortas de Mar del Plata, sino que también es una de las más angostas”, indicó Oscar Martín Casemayor, guía de turismo e investigador del Conicet, quien además lleva adelante un proyecto que busca crear identidad entre los marplatenses a partir de sus calles.
Su origen, una disputa territorial
Así como el resto de las cortadas céntricas de la ciudad, Alberdi y Pueyrredon, el origen de la Diagonal Álvarez “está asociado al cauce del Arroyo Las Chacras, que atravesaba el casco urbano del pueblo en forma diagonal al trazado de las calles. A partir de su entubamiento se fueron construyendo las calzadas y aceras de los nuevos caminos”, explicó Casemayor.
La obra que comenzó hacia el año 1925 estuvo a cargo de los ingenieros Julio Ratery y Félix Rabino, el primer tramo que se construyó iba desde la calle San Martín hasta Bolívar e Independencia. “Con el correr de los años, se fueron completando el resto hacia la costa: esto dio origen a la diagonal Alberdi”, confirmó.
Sin embargo, la historia de la Diagonal Álvarez no es tan sencilla como parece, a esta descripción se le agregan un par de anécdotas que denotan una disputa de largos años. Antes de su apertura, la Municipalidad proponía completar, en una misma manzana, los dos terrenos triangulares que une la diagonal. Sin embargo, Casemayor reveló que “a esto se opuso el aserradero Hermanos Vaira que tenía su asentamiento en una de estas manzanas desde 1910″.
Como estas construcciones tenían frente sobre el arroyo, los propietarios del aserradero no quisieron perder ese acceso. “Se sabe que los Hermanos Vaira entraron en litigio con la Municipalidad y finalmente ganaron, por lo tanto se decidió demarcar la calle”, aseguró.
En 1932, pocos años después de su apertura, la calle recibió oficialmente el nombre de Antonio Álvarez. Previamente, la diagonal era conocida por dos apodos no oficiales: Pueyrredon, como una simple continuación de esa calle, y Pasaje Vaira, en alusión a este aserradero que terminó incendiándose y loteándose en terrenos más chicos.
“Hay que considerar que la Diagonal Álvarez estaba en las afueras del pueblo, es decir, siempre fue una calle de barrio. En sus comienzos estaba rodeada de pastizales y las dos fracciones triangulares que forman la manzana ni siquiera estaban loteadas, se consideraban recortes urbanos. Después de la demarcación de la calle y la posterior recuperación de los terrenos circundantes, la zona se fue urbanizando de a poco“, manifestó el investigador.
Es que Casemayor no es un simple apasionado de la urbanística de la ciudad, la Diagonal Álvarez dio origen a Calleo, su libro: “El primer indicio de mi inquietud sobre el nombre de alguna calle de Mar del Plata surgió hace varios años, cuando caminando por el centro de la ciudad me topé con un cartel de calle que decía “Diagonal Álvarez”. Esta calle me interesó por varios motivos, en primer lugar por su traza, era una diagonal (en una ciudad que mayormente responde al trazado octogonal); en segundo lugar por su extensión, de sólo una cuadra; en tercer lugar por su anchura, menor a la de las calles comunes y en cuarto lugar por su nombre: “Álvarez”, un apellido bastante común para el idioma castellano, que no me daba indicios de a qué persona se refería”, aseveró en el prólogo.
Sin embargo, la iniciativa general de Casemayor se enmarca con 3 proyectos: Calleo, el libro publicado en 2020 junto a la Editorial EUDEM que contiene un seguimiento histórico de los nombres de las calles de Mar del Plata, un sitio web dedicado a la divulgación del patrimonio arquitectónico y un futuro segundo libro que reunirá una descripción de todos los barrios de la ciudad y del partido.
La fallida “Cortada del Tango”
A principios del 2000 surgió una comisión propulsora de la Diagonal Álvarez. Formada por dos representantes del Departamento Ejecutivo de la Municipalidad, dos de la Asociación Tango 2000, dos de los vecinos propietarios de la calle y 1 del Colegio de Arquitectos, tenía el objetivo de otorgarle un carácter distintivo y, de esta manera, revitalizar la zona. Asociándose con la música ciudadana y pretendiendo una identificación con el tango, se decidió darle el nombre de “Cortada del Tango”.
La iniciativa también estaba planteada desde la Municipalidad, “quien se sumaría con un Plan de Exención de Tasas Municipales para promover el afincamiento de negocios relacionados con el tango y distintas manifestaciones artísticas. A su vez, se proponían exenciones para los frentistas que cedieran sus fachadas para pintar murales alusivos”, afirmó.
Incluso, el investigador comentó que “algunos incisos de la Ordenanza Municipal preveían la peatonalización de la calle que, en principio, estaba pensada para hacerlo de 20 a 22 hs los días de semana y de 18 a 00 hs los fines de semana y feriados”.
Luego de algunos años de disidencias, en el 2013 lograron sancionar la Ordenanza Municipal N°15360 dándole un marco normativo oficial. “Si bien en un principio la iniciativa tuvo un pequeño impulso, como muestras de varios murales pintados sobre las fachadas, el objetivo no se logró concretar“, declaró.
A todo esto, ¿quién fue Antonio Álvarez?
Antonio Álvarez no solo era vecino de la calle que, años más tarde, llevaría su nombre, sino que fue la primera autoridad de Mar del Plata en su cargo como Juez de Paz en 1882. Además, cumplió sus funciones como “el primer presidente de la Corporación Municipal durante 1881 y 1882. Este órgano de gobierno se trataba como de una protomunicipalidad y los mandatos de los intendentes eran de 2 años”, manifestó Casemayor.
Nació en Dolores, Provincia de Buenos Aires, en agosto de 1848 y falleció en julio de 1924. Estaba casado con Elvira Carlota Cabral y tuvieron seis hijos: el primero fallecido con pocos meses de edad y luego nacieron Antonio Andrés, Elvira Carlota, Dora Esther, Osvaldo Andrés y Pedro Andrés. Además de sus funciones políticas, arrendó la propiedad de la Estancia La Peregrina y allí fundó la reconocida fábrica de quesos en 1914.
Hoy en día, hay 3 construcciones que nos permiten escribir parte de la historia de la Diagonal Álvarez. Casemayor aseveró que “en la esquina triple de Independencia, Bolívar y la Diagonal, todavía subsiste una casa de tipo criollo donde originalmente funcionó la Farmacia Independencia de la familia Valentini. Las otras dos construcciones son obras de dos arquitectos marplatenses considerados icónicos: un edificio de características modernas en la esquina de Bolívar y la diagonal, obra de Gabriel Barros, y en la otra triple esquina de Salta, la Av. Colón y la cortada, hay una obra de Alberto Córsico Piccolini que es representante de la primera arquitectura moderna de la ciudad”.
Con más de 2300 calles en el Partido de General Pueyrredon, cada una con su evolución histórica y sus características relevantes, es en el transitar de los ciudadanos por la Diagonal Antonio Álvarez donde se mantiene viva un fragmento de la identidad de la ciudad.
FUENTE: Jimena Troncoso – www.lacapitalmdp.com