En la actualidad, la sostenibilidad cultural ha cobrado relevancia como un pilar fundamental dentro de las estrategias de comunicación y responsabilidad social empresarial. En esa línea, la Empresa Distribuidora de Energía Atlántica (EDEA), parte del grupo DESA, ha dado un paso clave en esta dirección con su innovador programa Comunidad y Energía: un proyecto que se enfoca en la restauración y revitalización de edificios históricos.
Este esfuerzo, que comenzó en Mar del Plata, ha sido reconocido con el prestigioso Premio Eikon en la categoría de Sustentabilidad Cultural, lo que destaca su éxito en la transformación de antiguos espacios industriales en centros educativos y culturales abiertos a la comunidad.
Esta propuesta de DESA va más allá de la recuperación física de los inmuebles. También integra a la población de la zona en el proceso para hacer de estos lugares puntos de encuentro que promuevan la educación, el arte y la tecnología.
El Premio Eikon es un reconocimiento a la excelencia en la comunicación institucional, y en esta ocasión, fue otorgado al programa Comunidad y Energía por su capacidad para revitalizar edificios con valor histórico y convertirlos en espacios destinados al intercambio cultural y educativo.
La estrategia que impulsó este proyecto consistió en crear una identidad visual y un nombre para el programa, que reflejan el vínculo simbólico entre la generación de energía eléctrica y la nueva energía social que estos espacios albergan. Según el equipo de DESA, esta nueva identidad debía transmitir el valor que la compañía otorga al capital humano y su compromiso con el entorno.
La restauración del edificio: una historia de energía y comunidad
Uno de los hitos del programa fue la restauración de la Usina de la Loma, un edificio con más de 100 años de historia. Construido en 1916 por la Compañía de Electricidad de la Provincia de Buenos Aires, la estructura fue concebida originalmente para abastecer de electricidad a Mar del Plata, una ciudad que en ese entonces crecía de manera exponencial. Tras varios años de abandono, pasó a manos de EDEA en 1997, que lo utilizó para formación y entrenamiento de sus operarios.
No fue hasta 2023 cuando, tras tres meses de trabajo ininterrumpido y con la colaboración de reconocidos profesionales en conservación de patrimonio, DESA devolvió a la vida este espacio. El proceso incluyó la renovación de un gran salón de usos múltiples y una sala de capacitaciones, que hoy día es utilizada tanto por colaboradores de la compañía como por miembros de la comunidad.
Innovación al servicio de la comunidad
El renacimiento de la Usina de la Loma es solo una parte del proyecto Comunidad y Energía, que busca generar un impacto directo en la calidad de vida de los habitantes de Mar del Plata. Con este objetivo, el programa incluyó la realización de la muestra de arte “Proyecto Lúmina: cultura en foco”, que celebró la reapertura del espacio con un impresionante espectáculo de mapping.
Este evento inaugural también sirvió como plataforma para lanzar una serie de iniciativas, como la iluminación integral de cinco edificios patrimoniales de la ciudad, en colaboración con la Secretaría de Cultura del Municipio de General Pueyrredon.
En paralelo, DESA firmó un convenio con la Fundación Compromiso para implementar el programa Potrero Digital, una plataforma que ofrece capacitación en herramientas digitales, habilidades socioemocionales e inglés, con el objetivo de mejorar las oportunidades laborales en la región.
Además, se ha previsto que el espacio también albergue el Programa Oficios, una iniciativa sustentable que brinda formación básica en electricidad. Con esta propuesta, se busca facilitar el acceso al mercado laboral de personas interesadas en la industria energética, y en especial, en aquellos sectores donde existe una mayor demanda de mano de obra calificada.
Un modelo de sostenibilidad cultural con planes de expansión
El reconocimiento con el Premio Eikon demuestra el compromiso de la compañía con la creación de valor más allá del ámbito energético. Este proyecto representa una fusión perfecta entre la preservación del patrimonio, el impulso a la cultura local y la creación de oportunidades educativas para todos.
Además, no solo beneficia a los habitantes de Mar del Plata, sino que abre la puerta a futuras iniciativas en otras ciudades donde DESA opera. De hecho, ya está evaluando la posibilidad de replicar este modelo en otras distribuidoras de energía de su grupo, lo que podría traducirse en más oportunidades de crecimiento y desarrollo para otras comunidades del país.
FUENTE: www.infobae.com