“Mar del Plata es un pedazo bastante importante de mi infancia. Significa una carpa en la Bristol, haber descubierto la citarina, que fue el primer instrumento que toqué, un choque con los autitos en la Plaza Colón, un abuelo que no conocí que parece que tenía algo que ver con el Torreón, Nito, la San Martín… Mar del Plata siempre fue un lugar que lo sentí como muy mío”, declaraba Charly García a LA CAPITAL el 13 de febrero de 2008 y, sin saberlo, generaba una duda en la Torre Tanque que logró ser despejada 15 años después.
“Venía de chico a veranear… Veníamos siempre. Me acuerdo que un día mi mamá pretendía alojarse en el Torreón porque lo había construido mi abuelo, o algo así. Le explicaba al portero del Torreón y el tipo la miraba con una cara…”, agregaba, a modo de anécdota graciosa, el genio musical, pero daba una pista acerca de ese abuelo que no conoció y que finalmente se pudo comprobar que está estrictamente vinculado con el emblema de la prestación del servicio de agua en Mar del Plata.
Es que los dichos a este medio del cantautor, considerado una de las figuras más importantes de la música argentina y latinoamericana, reforzaron la idea que tenían en Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE) acerca de que García era nieto del arquitecto Cornelio Lange, quien ideó y lideró la construcción de la Torre Tanque, inaugurada en 1943 y declarada Monumento Histórico Nacional a partir de 2013, la cual funciona como sitio de almacenamiento y distribución de agua potable, proveyendo del servicio al 11% de la población local.
No era el Torreón…
La sospecha de que García era nieto de Lange radicaba en que el fundador de Sui Generis es el mayor de los cuatro hijos de Carmen Moreno y Carlos Jaime García Lange, que fue un ingeniero, químico, matemático y autor de varios libros educativos. Con las declaraciones que publicó LA CAPITAL en febrero de 2008, se comenzó a estimar que el abuelo del que hablaba el músico no estaba vinculado con el Torreón, sino con el otro mencionado edificio emblemático de la ciudad.
Esa presunción se mantuvo durante años, pero hace algunos meses atrás, la jefa de Torre Tanque, María de los Ángeles Vorobey, tras diversas gestiones, obtuvo un testimonio que aclararía el misterio.
Vorobey, que también tiene a cargo el área de visitas guiadas a la Torre, pudo contactarse con una nieta de Cornelio Lange, Maurina Lange, prima de Charly García, quien le brindó diversos datos sobre su familia y le permitió armar un árbol genealógico que conecta al padre del rock nacional con el arquitecto que dejó su huella en Mar del Plata.
“Mi abuelo fue Cornelio Lange Vandomselar, hijo del ingeniero del mismo nombre. Tuvo tres hermanos: Enrique, Maurine y Nené. Una de las mujeres se casó con el señor García y su hijo es Charly García. Parece que el señor Lange tenía oído absoluto y tocaba piano”, rezaba el texto que recibió Vorobey y el cual agregaba: “Mi abuelo Lange era arquitecto. Colaboró con (Juan) Pistarini en la construcción de Ezeiza y otras obras públicas y privadas. Murió en 1959 en un accidente de auto”.
“Espero que la información le sea útil y estoy a su disposición para cualquier pregunta. Muchas gracias por interesarse y por cuidar la torre”, finalizaba el escrito.
Árbol genealógico
Con esta información, Vorobey y su equipo lograron armar un árbol genealógico que estableció que el arquitecto Cornelio Lange era el tío abuelo de Charly García, hermano de su abuela Maurine Lange.
La jefa de la Torre Tanque intentó volver a comunicarse con Maurina Lange para enviarle unas postales que su abuelo mandó a imprimir y se las dedicó a uno de sus colaboradores, pero nunca pudo contactar nuevamente a la mujer.
“Sabemos que el abuelo de Charly García hizo la Torre Tanque, lo que no quiere decir que quizás tuvo algo que ver con el Torreón o que él confunde ambos edificios. No tenemos cerrada la historia del todo, algo así como es la obra de Charly, que siempre deja una puertita abierta”, indicó Vorobey en diálogo con LA CAPITAL, con una admirable pasión por su lugar de trabajo y la cultura local y nacional.
Arte infinito
Más allá de su función vital para el suministro de agua potable a los vecinos de Stella Maris, principios del barrio Los Troncos y extendiéndose hasta la zona del Paseo Aldrey, la Torre Tanque, ubicada en la intersección de Falucho y Mendoza, es una obra de arte en sí misma, lo que la hace ser visitada por turistas de todo el país y distintas partes del mundo.
Tiene como estilo arquitectónico al tudor, que la hace asemejarse a un castillo medieval. Está totalmente revestida de piedra y muchas de ellas se extrajeron de la dinamitación que alcanzó media manzana y que se realizó para empezar a construir la Torre y acceder al reservorio de agua sobre el que está emplazada. Para ello, se requirió del trabajo de los picapedreros que le dieron una forma al material que permitió un encaje perfecto, dándole mucha importancia al factor estético.
La decisión de levantar este edificio la tomaron a finales de los años ’30 las autoridades de Obras Sanitarias de la Nación, que llamaron a un concurso de anteproyectos para poder construir un sitio de almacenamiento y distribución de agua potable, pero que también fuera arquitectónicamente imponente, ya que iba a elevarse en la parte más alta de la loma de Stella Maris e iba a poder divisarse desde cualquier punto de la ciudad, que en ese momento era aristocrática.
Entre seis proyectos resultó ganador el de Cornelio Lange, a quien se le ocurrió que la Torre podía tener una forma similar a las de las viejas construcciones europeas.
Ochenta años
Las obras comenzaron a fines de los años ’30 y se inauguraron el 30 de enero de 1943. El resultado final arrojó una edificación, además de impactante, muy armoniosa con el entorno, ya que se utilizó el mismo material que la naturaleza tiene enclavado en esa zona de la ciudad, lo que la hace ser muy resistente para estar cerca del mar.
El pasado 30 de enero la Torre Tanque cumplió 80 años y lo celebró con un espectáculo al que asistieron cientos vecinos y turistas, que, bajo una cálida noche de verano, pudieron disfrutar de una cita entre la arquitectura y la música, disciplinas artísticas en las que Cornelio Lange y su nieto dejaron una marca imborrable.
Historia, identidad, belleza, orgullo, pasado, presente y futuro entrelazados en una historia que parece no tener fin. Todo eso y mucho más puede verse y sentirse allá, “Alto en la torre”, como cantaba con Sui Generis un genio de la música que siente a Mar del Plata como un lugar muy suyo.
FUENTE: Matías Varela – www.lacapitalmdp.com