Se buscó que sea llamativo. Que atraiga a miles de visitantes al Jardín Botánico en las vacaciones de invierno. Pero terminó siendo polémico.
Ambientalistas y defensores del patrimonio porteño critican que en el Monumento Histórico Nacional se realice el show de luz y sonido, Secret Garden.
“En lugar de concientizar sobre el valor de este espacio verde, prima la banalidad”, dice la carta abierta firmada por reconocidos investigadores, paisajistas, historiadores, ambientalistas, arquitectos y patrimonialistas. Las voces comenzaron a alzarse en los últimos días y se esperan nuevas manifestaciones, como abrazo simbólicos al Botánico, para el fin de semana.
El Botánico, llamado “Carlos Thays”, es monumento histórico nacional desde 1996 y en marzo fue declarado refugio climático por el Gobierno porteño. Este año celebra su 125° aniversario. Pero durante todo julio fue alquilado por una empresa privada para ser, además, escenario de un espectáculo de postas lumínicas que genera controversia.
Según informó la Secretaría de Ambiente, el canon por el uso de este espacio verde -para el día del estreno ya se habían vendido 30 mil entradas a $4.500 por adulto y $ 3.900 hasta los 17 años- fue de $ 3.215.000. Son unos $ 104.000 por día para la cuenta única del Tesoro de la Ciudad. Si se calculan esas ventas por la entrada general, ya habrían recaudado más de 130 millones de pesos.
¿Cómo se determinó el monto del “alquiler”? Con una tasación realizada por el Banco Ciudad.
Mónica Capano, la presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, había denunciado que el Gobierno porteño había incumplido la ley 12.665 al no consultar al organismo antes de poner a disposición el Botánico para los organizadores de la muestra.
“No todo monumento histórico puede ser un patrimonio turístico o comercial”, señaló.
Según detallan a Clarín desde la comisión, el incumplimiento se da porque esa asociación ejerce la superintendencia inmediata para “intervenir con carácter previo y vinculante, aprobar o rechazar y supervisar toda intervención material sobre los bienes protegidos”.
Aseguran también que el show repercute en las especies que habitan el espacio de más de 7 hectáreas.
“Sumado a esto, al día de hoy no fue respondida la nota que se envió al organismo del Gobierno porteño, motivo por el cual nosotros estamos haciendo los informes pertinentes para demostrar el perjuicio de Secret Garden sobre el Botánico”, remarcan.
Desde la Secretaría de Ambiente de la Ciudad, por su parte, sostienen que el ecosistema no se ve afectado.
En respuesta al conflicto, Ariel Álvarez Palma, subsecretario de Políticas de Infraestructura Verde Urbana y Desarrollo Sostenible, le dijo a Clarín que “esto es un evento cultural, de nivel internacional, que también se vio en Alemania, en Francia, entre otras ciudades. No es que ‘se nos ocurrió’ a nosotros. Este show es una puesta en valor del Botánico”.
A la vez, desmintió que no se haya respondido a la nota que el domingo envió la comisión. “La respondimos el lunes”, sostuvo Álvarez Palma.
En esa respuesta asegura que se detalla por qué no se “incurrió en ninguna de las prohibiciones establecidas en la normativa” al no consultarles por este evento.
“La autorización otorgada para realizar el evento Secret Garden se realizó bajo la modalidad de un permiso de uso precario y oneroso, contemplado en la Ley 3.399, la cual permite al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires otorgar permisos de uso del espacio público”, dice el texto.
Su celebración, se explicita, “no implica intervención, modificación o gravamen alguno del régimen jurídico o material de los bienes que integran al Jardín Botánico”.
“El Jardín Botánico no es un circo, ni un festival de rock, ni un teatro de Broadway. Es el Museo de los Árboles, es el oasis de naturaleza en la ciudad. Es EL jardín de la ciudad, un jardín muy especial”, había escrito Sonia Berjman, una de las firmantes de la carta abierta, el 30 de junio en Instagram.
Berjman es la gestora cultural e historiadora del arte que ya sumó más de 3.500 adhesiones en contra del espectáculo inmersivo y para el este domingo a las 15 convocó a un “abrazo” en la entrada principal del Botánico (Av. Santa Fe 3951). La asociación Amigos del Lago de Palermo también hizo un llamado general a los vecinos para ese encuentro.
Antes, este viernes a las 18, en el Museo Casa de Alfredo Palacios, habrá un foro participativo “en protección al Jardín Botánico”. Participará Capano como invitada, junto a la licenciada María Angélica Di Giacomo y la escritora Gabriela Massuh.
Volviendo a la carta, donde se acusa de haber “banalizado” a las obras de arte, otros defensores del patrimonio firmantes son Carlos Anaya, Ana Bas, Fernando Belvedere, Gabriel Burgueño, Andreína Caraballo, María Alejandra Di Fabio, María Angélica Di Giacomo, María Rosa Gamondès, Mora Gutiérrez Cullen, Natalia Karbabian, Marcelo Magadán y Fabio Márquez.
“Hoy vemos, azorados, como un siglo y cuarto de trabajo de cientos de trabajadores y el afecto de tantas generaciones es puesto en peligro por un espectáculo comercial, que no respeta a sus plantas, su fauna, sus edificios patrimoniales, su historia, ni la imagen del lugar que guarda el inconsciente colectivo”, dice el texto.
“En lugar de concientizar sobre el valor patrimonial de este espacio verde, prima la banalidad de mostrar al público mariposas de plástico con luz, antes que a las verdaderas, atraídas por arbustos y entre flores vivas. El patrimonio del Jardín Botánico debe ser protagonista y no mero soporte de instalaciones artificiales”, dicen.
La productora que “alquiló” el Botánico
El espectáculo de la polémica es una creación de Proactiv Entertainment, una empresa de origen español que propone shows similares en distintos lugares y parques del mundo. Aquí, además presentó Meet Vincent Van Gogh en el Campo de Polo, durante febrero de este año.
En cuanto a la productora local, se trata de la empresa 6 Pasos, que nació e 2005 y en su web se define como una compañía que desarrolla sus actividades en “distintas áreas de negocios relacionados con la industria de la música y el entretenimiento”.
Celebran haber producido conciertos de Paul McCartney, Stevie Wonder, Elton John, Ricky Martin, Chayanne, Enrique Iglesias, Sade, Joe Cocker, James Blunt, Juanes, Maná, Julieta Venegas, Ricardo Arjona, Carlos Vives y David Bisbal, entre otros artistas internacionales.
También participaron de la producción teatral de shows infantiles de Disney Jr. y Mattel, del Cirque du Soleil y de la organización de eventos corporativos de primeras marcas a nivel mundial.
Lejos de la polémica por el show de Secret Garden, en sus redes sociales sólo hay posteos para promocionarlo. Lo definen como “una muestra lumínica inmersiva que transformará el Jardín Botánico en un museo a cielo abierto”.
FUENTE: www.clarin.com